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Los carnavales han llegado al cielo

Mídia NINJA
Otros Carnavales 2015

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Cusco, PERU • Boris Mercado/Mídia NINJA

En todo Cusco, los carnavales se festejan durante todo el mes de febrero. Con alguna que otra variante, los pobladores de diversas comunidades celebran esta fiesta en la que se juega con agua, se pintan entre ellos con talco de colores, danzan en torno a un árbol, también cantan, beben, entregan y reciben regalos.

Niño lanza un globo de agua a otros niños, y empieza el carnaval.
Hombres y mujeres pintan sus rostros con talcos de colores.

En Ollantaytambo los carnavales se celebran con una Yunza. Se planta artificialmente el árbol de Eucalipto, o Capulí en algunos casos. Este árbol es cargado de regalos como mantas, juguetes y recipientes de plástico en su mayoría, pero hay otros árboles más ostentosos con artefactos electrónicos. Luego todos bailan en círculos alrededor de él, tomados de las manos. Mientras dan vueltas, cada pareja va dando golpes de machete hasta que finalmente el árbol es derribado, y todos toman los regalos. La pareja que da el corte con el que cae el árbol queda comprometida a cargo de la organización de la Yunza del siguiente año. En las Yunzas es común jugar con serpentinas, pica pica, echar talco o agua a las personas. Es conveniente estar alerta porque en cualquier momento puedes ser sorprendido.

Una mujer da los últimos golpes de machete al árbol de la Yunza.
El árbol cae y los invitados a la fiesta se abalanzan sobre el para recoger algunos regalos.
Final de Yunza.
Ahora toca que los músicos festejen, para eso dejan sus instrumentos de lado.

En la comunidad de Chillihuani, ubicada en Cusipata a cuatro horas de Cusco, los carnavales empieza con un pasacalle por las calles del pueblo, donde los Compadres y las Comadres desfilan junto a los lugareños teniendo como acompañamiento música típica de fondo y bailan y danzan hasta llegar a los templos. Una vez allí, se procede a celebrar misas de agradecimiento. Dicha celebración finaliza con una Yunza. Luego, se hace la búsqueda de los Compadres y Comadres que serán los Qarguyoq (anfitriones, en Quechua), quienes serán los que estarán a cargo de organizar la fiesta el siguiente año.

Comuneros de Chillihuani llevan en hombros el árbol que servirá para la Yunza.
Músico camina mientras toca la quena, instrumento musical andino.
Las alpacas, también son adornadas para la fiesta.
La iglesia de Huilloq, es el albergue para la Yunza.

Mientras tanto, en Huilloq (comunidad en Ollantaytambo), la celebración del último día de carnavales es llamada “Cenizas”. En este día, los danzantes, los Qarguyoq y los pobladores acompañados de música y baile, visitan las casas de sus vecinos y personas importantes, como autoridades y otros Qarguyoq, para festejar juntos el final de fiesta. Los que son visitados reciben a los recién llegados con carne de alpaca y abundante chicha, bebida tradicional desde la época pre-inca utilizada en actos ceremoniales.

Los Qarguyoqs reciben a los visitantes que llegan a sus casas con música y baile.
Todos brindan con Queros (vaso ceremonial en Quechua), y abundante chicha.
En casa, todos las cosas son decoradas con globos y serpentinas, aquí la mesa de bienvenida.
Poblador embelesado observa con alegría la fiesta desde lejos.

Tanto en Huilloq como en las comunidades mencionadas, las celebraciones duran hasta altas horas de la noche. Lamentablemente, muchas de estas fiestas están en peligro de desaparecer, ya que como los comuneros dicen, existen visitantes religiosos o sectas que con el fin de establecer como obligatoria y única la religión Cristiana, vetan y condenan estas fiestas “paganas” que tienen su origen en tiempos muy antiguos. Asimismo, la cultura viva y el color son restringidos, debido a que en algunos casos el consumo de bebidas alcohólicas, como el cañazo que es una destilación de la caña o papa, es excesivo.

El carnaval, lleno de color y alegría, es una de las tantas fiestas que esperamos nunca termine y que conserve sus valores reales, que alegran y dan vida a las comunidades de nuestra región y que nos recuerdan como se celebra la fertilidad de la tierra, aquella que hace posible la vida de nuestros pueblos.

Texto: Elva Tocunaga

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