Casa Volketa, Bogotá y contracultura.

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10 min readMar 9, 2017

Hace pocos días nos reunimos en Casa Volketa con su fundador, Saga Uno. Tuvimos una conversación en la que hablamos principalmente sobre la generación de culturas independientes, música, emprendimiento, y la relación que tienen estas con su entorno. Estos son algunos de los puntos que tocamos con este personaje que ha entregado varios años de su vida a la creación de espacios de los cuales han resultado proyectos artísticos importantes a nivel cultural y social en nuestra ciudad.

¿Cómo nació Volketa?

Volketa inició como una idea luego de una exposición individual que hice, en la que ofrecía ropa para que la gente pudiera quedarse con algo, porque normalmente los jóvenes no tienen plata para comprar cuadros.

Lo de la ropa resultó y era un trabajo que siempre quise. Decidí entonces que me iba a dedicar a eso, pero no quería que solamente fuese un negocio, sino que tuviera un impacto en el mundo al que pertenezco, es decir la contracultura, que esto fuera un aporte.

Se lanzó entonces también como un medio digital, con la idea de hacer artículos, pero también la idea de hacer eventos. Esto coincidió con un “boom” de las contraculturas, a la par de los nuevos “medios alternativos”, era importante que existieran pero nos dábamos cuenta de que no es la voz propia, hablaban de su cultura y de uno, pero había elementos que se quedaban por fuera, eran entes ajenos. Volketa se vuelve entonces un medio de nosotros, para nosotros.

¿Cómo surgieron las fiestas de Casa Volketa?

Nosotros tuvimos la suerte de llegar a la casa donde estamos ahorita, con varios amigos. No existía ninguna pretensión de que se convirtiera en un centro cultural o algo así, realmente todo comenzó con fiestas caseras, fiestas de nosotros mismos.

En la casa vivía gente de “sectores” diferentes, de culturas diferentes. Entonces en las fiestas tocaban los amigos de cada uno y se hacía una mezcla no sólo de música una chimba, sino de públicos diferentes. Era como una integración musical que no estaba planeada que, no se escuchaba en bares o discotecas. Como decir Piso 3, ahí no se había acabado y al acabarse quedó un vacío que no se ha llenado. Las fiestas de esta casa se comenzaron a correr por voz a voz y cada vez se volvían más contundentes. Las fiestas se vuelven un espacio cultural y lo que resulta de la fiesta no es lo que uno espera, lo chimba es poderlo generar.

La fiesta de lanzamiento de Volketa no fue en la casa, esas fiestas que les cuento vinieron después y ahí dijimos “Aquí es el espacio donde se reúne todo”: La energía que queríamos proyectar, el ambiente, la integración… y decidimos hacer de la casa una base para los eventos del proyecto Volketa.

¿Qué actores y qué culturas se reunían en ese nuevo espacio? ¿Cómo le pegó eso a la cultura?

Es importante mencionar a la gente con la que llegué acá. El núcleo de los que llegamos acá eran Los Bones y otro parche. Yo venía del circuito del graffiti y el hip hop y Los Bones estaban involucrados en muchas cosas: en drum and bass, en reggae… es más, ellos a mí me presentaron mucha música ajena al hip hop. Era un encuentro muy bueno para compartir música. La gente que llegaba a las fiestas por medio de los amigos de ellos y los amigos míos, trajeron una mezcla de música hip hop, música electrónica, drum and bass… algo que le da mucha personalidad a esta casa es la música latina.

Eso acababa un poco con ese estereotipo del hip hop, porque la gente que conoce de esos ritmos, que los construye, son melómanos y tienen un conocimiento musical brutal. Eso lo involucraban en las fiestas, la música pasaba por todo, incluso terminando en salsa o en otro tipo de música latina, pero la mezcla hacía que todo fuera perfecto. La música, la gente… se hacían unas conexiones que permitían ver personas de diferentes ámbitos sociales,extranjeros que eran amigos de otros extranjeros, incluso gente de la televisión que uno no sabía cómo habían llegado. Lo bacano era ver esa reunión, que aquí en verdad no importaba de dónde era, sino que estaba acá escuchando buena música y parchando.

¿Desde hace cuánto arrancan esas fiestas?

Desde que tenemos la casa, más o menos en el 2009 o 2010.

¿Cómo ha impactado la casa el contenido o ADN de Volketa?

Volketa era el proyecto, las fiestas no estaban tan contempladas, la idea era más de contenidos, artículos y eso… yo en esa época incluso hacía publicidad para que la gente se vinculara, en ese entonces solamente existía Cartel Urbano. La gente no llegó, hubo unas propuestas, pero no las necesarias para que el proyecto en ese frente fuera sólido. Poco a poco yo me daba cuenta de que no tenía tiempo para hacer ese contenido y, por el contrario, los eventos y las fiestas sí funcionaban más. Todavía trato de hacer los contenidos, pero para eso se necesitan de equipo y eso hasta ahora está sucediendo.

El proyecto entonces dio un giro más hacia la ropa, los eventos y contenido ocasional.

¿Qué cree que hacía viable que parches tan disímiles convivieran? ¿Por qué es eso culturalmente tan valioso?

Yo tengo muy presente y me gustaba mucho la idea de Piso Tres. Ese era un sitio en el que uno podía estar tranquilo y rodearse de mucha gente y desde pequeño eso me ha parecido importante… en Bogotá la gente no se mezcla, somos un poco discriminadores, incluso en culturas juveniles. Y eso ha venido desapareciendo, aquí en la casa ha pasado lo mismo con quienes hemos habitado.

Eso comenzó con los Bones, ellos en verdad traían un parche, yo traía otro parche a través del graffiti y el Hip Hop y después otra época importante fue cuando vivió Mansvr acá, que él era como la parte de electrónica y todos teníamos amigos de rincones sociales de todo lado, en lo que mediaba la amistad. Entonces, cuando uno reúne a los amigos, hay buena música, usted está tranquilo, se genera una empatía natural. La casa tiene un poco la culpa, el espacio es muy bonito, es una chimba y además tiene una energía que ya estaba acá… y eso no se puede conseguir en otro lado. Aquí vivía antes Javier, el dueño de Kea con Daniel Umaña. Todo es conspiración cósmica.

¿Ha salido algún proyecto cultural o musical, que se haya gestado en esta casa?

Acá han pasado muchas cosas, por ejemplo hubo un tiempo en el que Aerophon tenía acá el estudio de ellos. Mansvr también comenzó su proyecto de A La Siniestra acá. No sé si se han gestado, pero por acá han pasado demasiados proyectos que se han vuelto importantes y han tomado mucha fuerza, por ejemplo Hardem, un amigo de nosotros en la época del graffiti y ahorita en su Hip Hop está súper sólido.

Con Hardem, otro amigo que es Skore y yo, montamos un proyecto que se llamaba Los Niños Invisibles. Son más las personas que han pasado acá que llevan mucho tiempo haciendo música, pero es acá donde otros públicos fuera de sus escenas los han visto. Todos han crecido musicalmente y se han convertido en parte de la escena musical, de todo… no es que por pasar por acá se hayan hecho grandes, pero sí hemos vivido épocas de reunión severas.

¿Cuál ha sido la relación de Casa Volketa con la Institucionalidad?

Para nosotros ha sido importante, desde la construcción de Volketa, hemos tratado de estar alejados de la institucionalidad. Nunca hemos participado buscando esos dineros del Estado, hemos querido ser, de verdad, independientes. Sí han habido marcas que se han interesado y hemos dicho que no, porque queremos que la música y la cultura sea lo importante.

Ahora, lo de lidiar es realmente con la policía, porque nosotros vivimos en un sector residencial y hay un ruido que acompaña las fiestas, entonces eso hace que tengamos que lidiar con la policía por “exceso de actividad” en la casa. Lo hemos venido haciendo más porque la gente lo pide, la cultura lo pide y lo necesita, pero están las normas de convivencia que nos rigen.

Es que esto es una manera de educación también, y las culturas alternativas educan a la gente respecto a lo que pueden hacer versus lo que el status quo o el mainstream le dicen que debe hacer.

¿Usted cree que hay una pugna entre la policía y la contra-cultura?

Sí, sin duda. He pensado mucho en eso y definitivamente creo que el Estado tiene algo en contra de las culturas juveniles alternativas o la cultura en general. Es que esto es una manera de educación también, y las culturas alternativas educan a la gente respecto a lo que pueden hacer versus lo que el status quo o el mainstream le dicen que debe hacer.

Más gente se da cuenta de que no debe tener un trabajo de oficina, más gente se da cuenta de que en el arte también hay un trabajo y al estar en eso usted comienza a cuestionar muchas cosas sobre la vida, sobre la manera en que los gobiernos hacen las cosas. Entonces sí, es como una amenaza para ellos, porque las culturas alternativas son una búsqueda y un aprendizaje sobre las cosas que están siendo negadas por los gobiernos y sus sistema de educación y lo que obligan a pensar a la gente sobre cómo convivir y vivir.

¿El Cierre de Piso 3 influenció o determinó el nacimiento de Casa Volketa?

Volketa no nació directamente queriendo reemplazar o seguir algo de Piso 3, pero sí fue muy influenciado porque antes la cultura alternativa no tenía este boom. Era más de la gente que hacía parte de, con ese boom mucho se diluyó, la pureza de las contraculturas se diluyó y se comercializaron y eso ha llevado a que hoy tengamos una versión de “comida rápida” de contra-cultura.

Volketa lo que está tratando de hacer es rescatar los valores con los que crecimos. Yo pertenezco a otra generación y en ella nosotros tenemos una visión romántica de la contra-cultura, los valores y el underground… y eso es lo que queremos mantener, que se veía mucho en Piso 3.

¿Cuál ha sido la relación de Volketa con otros actores cercanos?

El contacto de Volketa con los vecinos ha sido por las fiestas. Yo creo que los vecinos no saben realmente lo que hacemos… y con el público, ha sido muy chévere, llevamos 6 o 7 años haciendo esto. Y, aunque ha sido siempre una paridera porque no da financieramente, etc. siempre que hacemos los eventos, queda esa semilla de ilusión: “Ah, salió una chimba”.

Puede que todavía no la estemos logrando como quisiéramos, pero siempre queda la esperanza de que algo más grande se va a construir, y es el público el que da eso.

Como les digo, puede que ahorita sea una vaina como de conspiración cósmica, pero siento que va a empezar a reventar bien y hay un público dispuesto a eso.

¿Cuál es el papel de la música alternativa en el panorama cultural de Bogotá?

Es muy amplio, porque cada cultura tiene un diferente impacto. Por ejemplo, por el género en el que yo crecí, que es el Hip Hop, tiene un impacto muy fuerte en los barrios. Ahorita está desligándose de eso, más gente de diferentes sectores sociales está escuchándolos, entonces creo que es una puerta para unir sectores sociales y, en general, la música le está llegando a personas en cualquier rincón.

Diría entonces que es una herramienta de unión social, especialmente para Bogotá que somos una ciudad muy clasista, desde los mismos sitios… en Volketa el único filtro es que usted sea todo bien, no importa de donde venga, si usted es bonito, si usted es feo, si tiene plata… hacen falta más sitios así, la cultura está es para eso, no para relegarlo a un grupito que tenga el derecho de disfrutar.

¿Cómo está la oferta cultural actual en Bogotá?

Hacen falta más sitios, los pocos que había los están empezando a cerrar. La alternativa a la rumba tipo comida rápida viene desapareciendo, es como si nos estuvieran diciendo que lo único que se puede es la rumba “tipo 82”. Nos están quitando opciones. Sin embargo, después de quejarme tanto, creo que es una oportunidad de mirar a otros sectores de la ciudad y sacar a la gente de sus burbujas, sacarlos de su círculo de confort, que salgan a buscar cultura y a vivir cultura de otra manera.

Eso no se lo va a enseñar nadie, pero creo que esa es la magia de la contra-cultura y es usted encontrar qué hacer, con muy poco.

¿Alguna reflexión final?

Creo que es un buen momento para todo esto, así nos aparezca el nuevo código, también aparecerán nuevos códigos que nosotros mismos nos armamos, hay nuevas herramientas o herramientas que ya vienen hace mucho tiempo…

El dinero no es excusa, en verdad ya no hay excusas, se trata es de que cada quien vea cuáles son las herramientas que tiene a la mano y saberlas explotar. Eso no se lo va a enseñar nadie, pero creo que esa es la magia de la contra-cultura y es usted encontrar qué hacer, con muy poco.

Enlaces.

Casa Volketa — http://bit.ly/2mnPlld

Saga Uno — http://bit.ly/2ngt1aN

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