Crespa no es igual a despelucada, señores…

Camila Rodas
OYE!blog
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2 min readApr 25, 2020

Una vez en mi clase del máster en marketing (por allá por 2018) nos pidieron hacer un pitch. Cuando llegó mi turno lo hice y lo hice fenomenal: cumplí con el tiempo, la gente estaba motivada con mi histrionismo y el profesor hizo cara de “hm… nada mal”.

El problema es que su feedback fue más o menos el siguiente:

“Camila lo hizo muy bien. Lo único es que en la vida real tendría que peinarse un poquito más y estar menos despelucada… más“presentable”…

“Más despelucada, más presentable”… Bueno señores y señoras, no son sinónimos.

Soy crespa y qué.

A mí me tomó años querer mi pelo crespo. Como muchas, usé gomina, plancha, aceite de coco y otros menesteres para controlar mi melena. Tenía un pelo espantoso de tanto sobármelo y vivía frustrada por no poder estar a la altura de una “buena foto” con cachumbos lacios.

Pero un día me mamé. Me gustaría dar una explicación más sofisticada, pero fue así. Me aburrí de levantarme más temprano para alisarme el pelo, me jarté de las burlas de la gente por mi bello frizz (que no son más que nuevos pelos floreciendo) y me cansé de verme al espejo y no sentir el poder de un buen pelo.

Todxs tenemos pelo y todos tenemos “buen pelo”.

Hoy me niego a alisarlo para verme “elegante” y cada vez disfruto más mi melena incontrolable y sensacional. Mi pelo es crespo y me gusta, porque representa la herencia de mi mestizaje. Hoy las palabras de mi ex- “profesor” no me ofenden, no me producen más que un leve suspiro de saber que esa lección ya la aprendí en la vida: Crespa no es igual a despelucada.

¡¡ Levanten esas manos crespas y crespos!!

Dejo referencias bonitas e inspiradoras sobre la biopolítica del pelo:

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Camila Rodas
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Co-directora del poderoso proyecto de activismo creativo⚡️www.somosoye.com⚡️