Adiós 2020
Está por terminar el año más largo de la historia. Ciertamente se sintió como si las horas, los días y los meses se hubieran extendido. Pero en otro sentido, paradójicamente parece haber empezado ayer. Nuestra mente se ha estado debatiendo entre no saber qué hacer en las horas de encierro, y no saber a dónde se fueron volando los meses entre abril y noviembre. Antes de poner este en la lista de “años para el olvido”, en Ozmo queremos compartir contigo una reflexión.
Ha sido un año… atípico y difícil. Antes de elegir esas palabras se nos ocurren muchos adjetivos, la mayoría negativos. Alguno que otro eufemismo como “retador” o “de crecimiento”. Pero es un hecho que en el balance este no ha sido un año bueno, ni ha sido un año normal. Estos últimos meses hemos visto la mejor cara de muchos: personas que están dispuestos a poner en riesgo su vida por proteger las de los demás, la fuerza de nuestras familias ante la adversidad, los amigos que siguen estando tan cerca aún a la distancia. Nos ha demostrado que podemos con mucho más de lo que creíamos, que somos más grandes que nuestro dolor y que nuestros problemas. Pero también nos ha mostrado realidades muy dolorosas: ha hecho más evidentes que nunca la brechas de desigualdad, las carencias de muchísimas personas, los privilegios excesivos y la falta de empatía.
Y en 2021 los retos no se acaban. Hay luz al final del túnel de la emergencia sanitaria, pero los efectos que ha provocado son profundos y difíciles de revertir. Para muchos será un año de sanar heridas, reparar daños y recomponer rumbos. Está claro que muchas organizaciones no pueden solo “seguir aguantando”. Y lo que nos da fuerza como humanidad es nuestra capacidad de organizarnos, sumarnos y hacer cosas juntos. De ahí la importancia de que desde las organizaciones de sectores público, privado y social, comprendamos nuestra responsabilidad de hacernos más fuertes para beneficiar a las personas que nos conforman y nos rodean.
Al inicio de la pandemia muchas grandes empresas tomaron el reto como uno de resistencia, de “pasar el bache”. Luego empezaron a pensar en resiliencia: adaptarse para aguantar los efectos negativos. Hoy debe quedar claro que muchos de los cambios y efectos de este fenómeno son de largo plazo; y que sus alcances son más profundos de lo que aún hoy podemos ver. Apenas estamos comenzando a entender cómo va a cambiar el mundo a partir de este año.
El mundo de hoy necesita organizaciones que no solo aguanten las disrupciones, sino que se fortalezcan al ser afectadas por su entorno: organizaciones anti-frágiles.
Y entonces, ¿qué nos toca hacer? Construyendo sobre la idea anterior, las organizaciones son resistentes cuando soportan los cambios de su entorno sin sufrir afectaciones. Otras son resilientes porque se pueden adaptar, es decir, que sufren afectaciones a causa de su entorno sin que eso les provoque un efecto negativo. Pero el mundo de hoy necesita organizaciones que no solo aguanten las disrupciones, sino que se fortalezcan al ser afectadas por su entorno: organizaciones anti-frágiles. Eso nos toca hacer, crear anti-fragilidad en nuestras organizaciones; es decir, crear fortalezas a partir de los retos de esta crisis. Este es un reto más creativo que estructural.
En Ozmo nuestro compromiso es más fuerte que nunca: debemos ser una fuerza de cambio positivo a través de la innovación estratégica. Hemos trabajado todo el 2020 en fortalecernos para poder contagiar esta fuerza a nuestros clientes, proveedores y aliados. Para el año que viene, nuestro objetivo es que todos los proyectos en los que participemos aporten a la anti-fragilidad de las organizaciones. A crear un mundo que se haga más fuerte al pasar por crisis como estas.
Crear fortalezas a partir de los retos de esta crisis. Este es un reto más creativo que estructural.
En 2021 seguiremos inspirando cambios y materializando futuros. Seguiremos diseñando un mejor mañana de la mano de un equipo envidiable y lleno de talento, pero sobre todo conformado por personas maravillosas que comparten nuestra visión. Y nos seguiremos rodeando de clientes y aliados que creen, como nosotros, que todos somos responsables de construir un mejor futuro.
