Yo No Quiero Ser Tu Amiguita
Me preguntaba por qué no sabía nada de ti.
Un día entraste al café después de mucho tiempo.
“ Quería llamarte mi reina,” me dices una y otra vez.
Tu insistencia en repetir esta frase
Me da una señal,
Para darte el permiso de hacer,
Lo que no tienes permitido hacer.
La unión civil que tienes con tu mujer,
“Es un acuerdo, y nada mas.”
Entonces, tú y yo podemos ser
“Amigos.”
Me aclaras por favor,
¿Qué significa la amistad entre un hombre y una mujer,
Después de pasar los treinta años de edad?
Ella es la mamá de tus hijos,
Ella no ha sido fiel,
A pesar de todo,
Y según tú,
Le has sido fiel a ella.
Buscas encontrar simpatía en mi rostro,
O tal vez, auto reflexionas por dentro,
Compadeciéndote de ti mismo.
La verdad, no sé qué decirte.
Con una pizca del orgullo,
Hablas mucho,
De tu trabajo.
De Inversiones.
De Bienes raíces.
De Acciones.
Lentamente pasan los minutos,
Tus palabras me empiezan a sonar muy de corridas,
Frases sin puntuación,
He dejado de prestarle atención y al significado detrás ellas,
Más bien desplazo la atención hacia mis propias ideas sobre lo que me dices.
De vez en cuando te interrumpo,
Pero tu discurso es planeado y preparado,
Sin darme mucha oportunidad de hacerte preguntas,
Que ya no has contestado.
Algo de ti me parece insincero,
Algo de ti me parece deshonesto,
Con relación a:
Tu honestidad.
Tu sinceridad.
La infidelidad de tu pareja.
Lo que me cuentas de ti mismo.
Tu fidelidad y tu franqueza funcionan como pagos
Que te regalan a ti,
Dándote permiso para:
Ser libre de hacer lo que quieras.
Buscar aventuras.
Seguirte la corriente de “amistad.”
Tú ya tienes todo planeado,
Ya que las llamadas entre nosotros están prohibidas,
Me recomiendas que nos encontremos en el barrio,
Acurrucarnos con pláticas íntimas cuando nos vemos en el café,
Ofrecerte a comprarme otro refrigerio cuando me acaba,
Dar paseos hasta la madrugada.
Me haces sentir incómoda
Te di permiso de invadir mi espacio,
Yo lo hice con un entusiasmo sutil
a primera vista,
Pero de repente,
Quiero irme.
Yo no quiero tu amistad.
Por fin, mi cafecito está preparado,
Me pongo de pie,
Recibo la bebida de la barista.
Yo como tú tengo una excusa sincera
Para abandonar ésta conversación.
No puedes invitarme a tomar un cafecito,
No puedes invitarme a tomar un té,
No puedes entablar una conversación cuando me veas aquí trabajando,
No, no conozco la cantina a la vuelta de la esquina.
Y no, no quiero ser tu amiguita.
