Pisos turísticos: cómo afectan al tejido comunitario

Carmen Alemany Panadero
5 min readMay 25, 2023

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Imagen: La Razón

Los pisos turísticos están proliferando en Madrid y en otras muchas grandes ciudades europeas. Se trata de viviendas para el alquiler destinadas a turistas, que están sustituyendo progresivamente a los hoteles y pensiones en las preferencias de muchos viajeros, ya que suelen ser más económicos, ofrecen más intimidad y suelen estar situados en zonas céntricas.

Los propietarios de estos pisos han encontrado en el alquiler turístico una operación muy rentable. Pero los vecinos de las zonas afectadas sostienen que están causando estragos en la vida de los barrios. Los residentes denuncian problemas de ruidos, circulación constante de personas y maletas, problemas de seguridad e intimidad, el aumento del precio de la vivienda en las zonas afectadas, la transformación de los comercios del barrio en establecimientos para turistas y la expulsión de muchos vecinos del barrio debido a todos los problemas anteriores.

Todo esto lleva consigo la progresiva destrucción del tejido social y comunitario del barrio. Los pisos y establecimientos para turistas van ganando terreno y van desapareciendo los comercios para residentes. La red vecinal y comunitaria desaparece y se ve sustituida por una población itinerante. Este fenómeno se conoce como “turistificación”.

Imagen: Wikimedia Commons

Gentrificación y turistificación

El proceso de “turistificación” de un barrio o de un Distrito va muy relacionado con el proceso de “gentrificación”, aunque no son sinónimos.

La gentrificación suele ser consecuencia de la renovación y regeneración urbana, la sustitución de los edificios y equipamientos urbanos originales por otros más nuevos y la sustitución de las viviendas antiguas por pisos nuevos, más pequeños, con precios más elevados. Este proceso eleva los precios de la vivienda y expulsa progresivamente a los vecinos, que se ve sustituida por nuevos habitantes de mayor nivel adquisitivo.

La turistificación, como hemos mencionado anteriormente, suele deberse al proceso de sustitución de la población original del barrio y su comercio de siempre por población itinerante y establecimientos dirigidos a turistas. En muchas ocasiones, ambos fenómenos se dan juntos.

Imagen: google Imágenes

Las consecuencias de los pisos turísticos en el tejido comunitario

La proliferación de pisos turísticos puede deteriorar el tejido comunitario de los barrios urbanos. Se calcula que en el centro de Madrid hay alrededor de 11.000 pisos para turistas. Algunos edificios de zonas céntricas ya están constituidos casi en su totalidad por viviendas para turistas. En el centro de ciudades como Málaga, los vecinos denuncian que hay más viviendas de uso turístico que vecinos censados.

Las asociaciones de vecinos y plataformas como Stop Pisos Turísticos o Stop Airbnb han denunciado las situaciones a las que se ven expuestos los vecinos. El aumento del precio de las viviendas las convierte en inasumibles para muchas familias, que tienen que mudarse a la periferia. Los ruidos constantes, el turismo de borrachera, la falta de seguridad e intimidad en unos edificios residenciales en los que entran constantemente personas extrañas sin ningún tipo de supervisión, los golpes en la puerta de madrugada, todo ello termina por expulsar a los residentes del barrio.

También desaparecen progresivamente el comercio local para residentes y los recursos educativos, sanitarios, deportivos o culturales ante la sustitución de los vecinos por población itinerante y la aparición de establecimientos chic para ocio de los turistas.

Campaña contra la turistificación, en clave de humor

Según las asociaciones vecinales, el 95% de los pisos turísticos son ilegales, por lo que deberían ser multados y precintados. En algunos casos se ha llegado al extremo de convertir Viviendas de Protección Oficial (VPO) en viviendas turísticas, lo cual vulnera la normativa reguladora de este tipo de viviendas, permitiendo la especulación con un bien que se creó y reguló como de primera necesidad.

Posibles soluciones: los casos de Toledo, Palma o Portugal

Algunas administraciones no están por la labor de poner freno a los pisos turísticos, ya que consideran que se trata de una fuente de ingresos para la ciudad, que atraer al turismo es positivo para la economía, y que frenar esta tendencia supondría una pérdida económica para la ciudad.

Sin embargo, en España, ciudades como Toledo o Palma han puesto ya freno a los pisos turísticos, con el fin de evitar la subida descontrolada del precio de la vivienda, la expulsión de los vecinos y el deterioro de los barrios residenciales. Asimismo, en otros países, como en nuestro vecino Portugal, también se ha puesto freno legalmente a la proliferación de apartamentos para turistas, con la misma finalidad. Portugal ha prohibido la apertura de nuevos pisos de uso turístico, con la única excepción de algunos proyectos rurales que beneficien a poblaciones pequeñas.

Algunas comunidades de propietarios han podido limitar en su comunidad el uso turístico de las viviendas, para lo que se requiere la aprobación en Junta de Propietarios y la modificación de sus Estatutos para que recojan expresamente dicha prohibición.

Imagen: El Independiente

Por qué es importante preservar el tejido comunitario

Las redes vecinales y sociales en los barrios son esenciales para proteger a los vecinos de situaciones de vulnerabilidad o soledad, previenen situaciones de exclusión social, crean sentido de comunidad y fortalecen los recursos comunitarios del barrio, que a su vez proporcionan servicios y refuerzan las redes entre sus residentes.

Si un barrio sufre un éxodo vecinal muy intenso y la sustitución de los residentes por turistas, se debilitan las redes y vínculos comunitarios, aumentando las situaciones de vulnerabilidad de los vecinos que aún permanecen en su domicilio, aumentan las situaciones de soledad no deseada, aislamiento y exclusión social, se reducen los recursos y dotaciones de servicios públicos (ya que se entiende que hay un número reducido de vecinos empadronados que vayan a hacer uso de ellos), y finalmente, nos encontramos ante un círculo vicioso: hay menos vecinos por lo que se reducen las redes y vínculos vecinales y los servicios y dotaciones públicas, y esto a su vez, puede provocar el éxodo de más vecinos.

La vida en los barrios es la vida de las personas que los habitan. Los vínculos entre vecinos pueden contribuir a la mejora de la calidad de vida de muchas personas: personas mayores, personas dependientes, familias con niños, personas que viven solas… No se trata de oponerse al turismo radicalmente, pero sí de construir y mantener ciudades habitables para sus vecinos.

Infografía: Elaboración propia

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Carmen Alemany Panadero

Trabajadora social en Servicios Sociales. Graduada en Trabajo Social. Licenciada en Periodismo. Opiniones propias.