Cómo escribir una historia personal

Para geeks y otros seres humanos

Natán Calzolari
3 min readAug 14, 2014

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La escritura, como la vida, es algo personal. Haz lo que a ti te funcione. Pero si necesitas una mano para redactar una historia personal, aquí te dejo algunos consejos de mi experiencia como editor de Fray.

Escribir

Primero, cuéntale la historia a alguien en voz alta. No importa a quién. Llama a un viejo amigo y dile “¡Hola! ¿Puedo contarte una historia?”. Hacer esto te ayudará a sacar la historia de tu cabeza y ponerla en palabras. Hazlo un par de veces para tener una mejor idea de la historia.

Ahora es momento de escribir. Apaga la televisión, desconéctate de Internet, y deshazte de todas las distracciones. Escucha música si te ayuda a concentrarte, pero no si te distrae (yo tengo una lista especial de música instrumental que me gusta escuchar cuando escribo). Mis sesiones de escritura más productivas se dieron durante vuelos largos. Eso no es casualidad. (Los aviones con Internet me van a cambiar los tantos.)

Comprende que el proceso de redacción es totalmente distinto al proceso de edición. Incluso se llevan a cabo en distintos lugares del cerebro. Durante el proceso de escritura, debes aprender a desactivar tus inseguridades. Sólo sacude tu cabeza y saca las palabras hacia afuera. Estarán desordenadas, mal escritas, y generalmente horribles. Pero no importa. Todo lo que importa es que salgan de tu cabeza.

Te sentirás tentado a detenerte para editar, repensar las cosas, ser perfeccionista. Los geeks somos especialmente susceptibles a hacer esto porque somos gente enfocada en los detalles. Pero no lo hagas. Cuando cambias de marcha entre escribir y editar, aumentas tu cansancio mental y te vuelves menos productivo. Evita la tentación. Sólo escribe.

Cuando hayas terminado de escribir (te darás cuenta), ponte en modo de edición. El proceso de edición es igual de creativo y doblemente importante.

Editar

Cuando estés editando, piensa en el efecto bala. ¿Has visto cómo en la película Matrix todo se mueve más lento para que puedas ver bien el zoom sobre las balas? Sería aburrido si toda la película se hubiera filmado de ese modo, ¿no? Contar historias es algo parecido. Puedes acelerar el tiempo (salteando los detalles) o hacer que vaya más lento (usando más palabras para describir un momento). Asegúrate de usar el efecto bala para darle sabor a los momentos importantes; acelera el resto.

La edición más común que yo realizo es recortar las primeras oraciones (y a veces párrafos completos). Tu historia no necesita tanta introducción como piensas. Por supuesto, escríbela para poder continuar, pero luego quítala si no es completamente necesaria.

Una técnica consiste en comenzar por la mitad de la historia. Es sabido que la gente no lee textos en Internet, sino que los hojea por arriba. Pero la verdad es que así es como la gente lee todo. Así que tienes que enganchar al lector desde el comienzo. Elige el momento más “¡guau!” de la historia y empieza desde allí. Luego vuelve atrás y explica cómo llegaste a él. (Por ejemplo.)

Una historia bien escrita es diferente a una historia verbal. Las muletillas (“Bueno, y entonces”, etc.) sólo hacen ruido en nuestra redacción. Quítalas. Cuando la gente se pone nerviosa, se vuelve verborrágica. Mientras más breve sea la descripción, mejor. No digas que estabas “feliz y eufórico”, las dos cosas significan lo mismo. Elige una.

Por último, asegúrate de terminar con algo que cierre la narrativa. Si la historia tiene un evento que concluye la historia naturalmente, genial. Si no, necesitas agregar un cierre. Termina con una lección aprendida o una línea graciosa; algo que haga que el lector se sienta recompensado por el tiempo que pasó leyendo.

Y nunca, jamás, termines con “pero esa es otra historia”.

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