Ya tenía fotos de Paula de fondo de pantalla y de portada y de todo cuando murió. No he cambiado nada.
Me caga mucho cuando pienso en el paso del tiempo. Tendré 88 años como mi abuelo y tú 23.
Ahora me hago mucha autocomplacencia muy cínica. Como me pasa esto, puedo hacer lo que me dé la gana. A veces la lío, pero me permito tener las energías que tengo.
¿Hasta cuando?
Ya respondió el poeta (los teólogos son poetas y lo dijo San Agustín): ama y haz lo que quieras.
Quiero empezar a ver más allá de mi ombligo, eso sí. Lo necesito. Aún gateo. Pero amaré y haré lo que me dé la gana.
Sin miedo — y menos de mí mismo.