La Web que tenemos

Cristina Juesas
5 min readSep 25, 2015

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Hoy, un amigo compartió el post en Medium de Hossein Derakhshan, La Web que tenemos que salvar, y me preguntó acerca de mi opinión. Además de la ironía evidente en el ensayo sobre la que aprendí en un chat privado de Facebook, el post me acarreó una serie de pensamientos.

La primera parte del ensayo me hizo pensar en mi propia experiencia blogueando — algo que llevo haciendo desde el año 2000 en unas u otras plataformas — . Con los años, la naturaleza de las interacciones ha cambiado, como la gente que ha decidido interactuar con mis escritos. A veces me he frustrado con los cambios. Otras me he deleitado con ellos.

En los últimos años formo parte de un blog religioso llamado A Sense of Place en la sección Pagan del sitio multireligioso Patheos. Como podéis ver en nuestras páginas de Facebook, Patheos lleva al dedillo estas cosas de la comunicación social. Sin embargo, nuestro sub-blog no se centró en ese tipo de cosas para conseguir muchos clics. Sólo pretendíamos escribir y compartir nuestros pensamientos en esa comunidad de personas que tenía puntos de vista religiosos diferentes y que podría añadir cosas a las conversaciones que teníamos en nuestras propias cabezas o con pequeños grupos de amigos.

Creo que hicimos un trabajo de calidad allí, pero al final todos nos terminamos sintiendo un poco mal con la publicidad de Patheos. Los anuncios sobre cuerpos vergonzosos no encajan en un blog acerca de asuntos espirituales. Forzar a los sitios a que se financien con publicidad entra de lleno en lo que escribe Derakhshan, aunque no lo dijera directamente y culpara a este virus en el núcleo de la Corriente.

La Corriente se ha creado para mantener a la gente en lugares con publicidad y así la Empresa pueda ganar más dinero con los anuncios. La infraestructura tiene que ser pagada. Los programadores, administradores de sistemas, directores y gerentes también necesitan sus sueldos. A los escritores les vendría bien una remuneración también, aunque eso es menos común. ¿De dónde va a venir ese dinero si no es de anuncios de mal gusto sobre cómo Monsanto está resolviendo el hambre en el mundo o sobre cómo puedo perder peso con este nuevo y fantástico truco?

La mayoría de los bloggers que solían publicar en A Sense of Place han dejado el sitio. Al menos un ex blogger de ASOP aún mantiene su propio blog en Patheos, y yo tampoco he abandonado aún el sitio, pero hace poco Rhyd Wildermouth se fue y empezó algo nuevo y mejor en Gods and Radicals.

Lo que me lleva a mi siguiente pensamiento. Todavía es posible atraer a una audiencia para la escritura de calidad. Gods and Radicals me lo ha demostrado. No tengo ni idea de cual es la salsa especial que hace que un sitio tan lleno de texto despegue de forma tan increíble al mismo tiempo que otros fallan, pero Gods and Radicals lo ha hecho. Escritores de todo el mundo se han lanzado a la arena. Los lectores se han involucrado profundamente con el material en los comentarios y en posts en sus propios blogs. Este sitio me demuestra que no tienes por qué formar parte de lo convencional y ni siquiera tienes que rendirles homenaje a los duendes de las redes sociales para encontrarte con una audiencia amplia. A veces lo que tratas de comunicar simplemente es capaz de traspasar la barrera del ruido y llama la atención de la gente porque es justo lo que la gente quiere.

Siempre ha sido así. Siempre ha habido ideas innovadoras inesperadas que pillaron al mundo por sorpresa. Del mismo modo, nunca en otro momento trabajos de buena calidad se han quedado sin visitas mientras que otros trabajos de menor valor son devorados por las masas. No cuando todos teníamos que ir a librerías y bibliotecas para solucionar nuestros problemas de información y no en los primeros días de Internet. La maquinaria capitalista ha encontrado montones de formas de incrementar las posibilidades en que la gente consume su contenido y por ello existen las Corrientes y las burbujas subjetivas fabricadas hoy día por los gigantes de Internet.

Pero tengo que volver al punto inicial en el tema: ¿ha dejado de ser la web lo que nosotros amábamos en los 90 y los 00? No, no lo creo. A no ser que, por supuesto, lo que nos encantara fuera que en ella no hubiera mucha gente en ella.

La Web hoy es todo lo que era en los años 90 y más. Es todo lo que teníamos en los años 00 y todavía más. Claro que algunos sitios y empresas han ido y venido.

La comunidad me encantaba en LiveJournal ya no está en LiveJournal y si quisiera empezar un diario de nuevo, tendría que conformar un nuevo grupo de amigos para que fueran mi pequeño círculo informal de terapia de grupo. Más allá de uno o dos bots, dudo que alguien haya leído mi cuenta de Blogger en los últimos años. Y sí, la web de hoy tiene mucho más vídeo que nunca antes. ¡Pero claro que queda texto! ¡Y el hipervínculo aún existe! Y seguimos teniendo contenido increíblemente rico si miramos más allá de los jardines amurallados de Facebook o Instagram o SnapChat.

Aquí hay algo que creo que ha cambiado: a medida que más personas han ido llegando a Internet, no todos llegan online con la misma determinación para buscar cosas nuevas más allá de sus narices. Algunos no tienen la educación para saber siquiera que es posible buscar más fuentes de información. A otros sencillamente no les importa y tampoco podemos juzgarlos a todos por este motivo. Después de todo, si has estado 12 horas trabajando y tienes una hora de camino a casa, estás agotado. Pero, ¿quieres investigar en temas profundos o simplemente conseguir un poco de entretenimiento ligero y quizá saludar a uno o dos amigos?

¿Cómo podemos mantener este magnífico Internet? En primer lugar, hay que seguir escribiendo. Y no sólo en Facebook. Lo siguiente, seguir luchando por leyes que protejan el acceso puro y sin filtros a Internet para los ciudadanos normales, como la Neutralidad de la Red e incluir a Internet entre los Derechos Humanos. Y por último, seguir enseñando a la gente cómo buscar en sitios fuera de la Corriente. Enseñar Google-Fu, Bing-do y Duck-Duck-Go-jitsu a cuantas personas puedas. Y recordar desconectar de vez en cuando también, porque hay un mundo maravilloso ahí fuera y es donde todas estas ideas pasan a la acción.

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Cristina Juesas

Once I pop, I can't stop! ❀ Dircom. Hub. Consultant. Blogger. Curious. Always ready for new adventures. Licensee & Curator @TEDxVGasteiz. Ikasten ari naiz .·.