Bedelia Suárez López
3 min readOct 18, 2014
Instagram @lovethesearch #dontdateagirlwhotravels

Ella es esa que tiene el pelo despeinado y teñido por el sol. Su piel ya no es lo clara que fue una vez. Ni siquiera tiene una piel acariciada por el sol. Su piel está ahora quemada, con múltiples marcas por el sol, heridas y picadas por aquí y por allá. Pero por cada imperfección en su piel tiene una historia que contar.

No salgas con una chica que viaja. Es difícil complacerla. La usual cita de cena y peli en el centro comercial va a aburrirla. Su alma busca nuevas experiencias y aventuras. No se mostrará impresionada por tu coche nuevo y tu reloj caro. Prefiere escalar una roca o tirarse de un avión antes que escucharte alardeando de lo que tienes.

No salgas con una chica que viaja porque insistirá en que compres un billete cada vez que vea alguna oferta de viaje. No va a salir de fiesta a Republiq y tampoco va a pagar 100 dólares por ver a Avicii porque sabe que una semana de fiesta equivale a una semana en otro sitio mucho más apasionante.

Lo más probable es que no acepte un trabajo fijo o al menos soñará con dejarlo. No quiere dejarse la piel para que otro cumpla sus sueños. Ella tiene sus propios sueños y tiene que luchar por ellos. Es autónoma. Consigue dinero diseñando, escribiendo, haciendo fotos o con algo que requiere creatividad e imaginación. No malgastes tu tiempo quejándote sobre tu trabajo con ella.

No salgas con una chica que viaja. Lo más seguro es que no haya acabado su carrera o que haya cambiado varias veces. Ahora es monitora de buceo o profesora de yoga. No tiene ni idea de cuándo va a cobrar, pero tampoco trabaja como un robot todo el día; ella sale al mundo para ver lo que le ofrece y te va a desafiar a que hagas lo mismo.

No salgas con una chica que viaja porque ha elegido una vida de incertidumbre. No tiene un plan ni tampoco una dirección fija. Fluye y sigue a su corazón. Baila con el ritmo de su propio tambor. No lleva reloj. Sus días están gobernados por el sol y la luna. Cuando siente la llamada de las olas, la vida se detiene y permanece distraída a todo por un momento. Ha aprendido que lo más importante en la vida no es surfear.

No salgas con una chica que viaja porque siempre va a darte su opinión. Nunca va a tratar de impresionar a tus padres o a tus amigos. Sabe lo que es el respeto, pero no tiene miedo de ser parte de un debate sobre problemas mundiales o responsabilidad social.

Nunca va a necesitarte. Sabe cómo montar una caseta y cómo colocarse las aletas sin tu ayuda. Cocina bien y no necesita que le pagues las comidas. Es tan independiente que le va a dar igual que viajes con ella o no. Se va a olvidar de facturar contigo cuando llegue a su destino. Está ocupada viviendo su presente. Habla con extraños. Conocerá a muchas personas interesantes y con ideas afines de todo el mundo que compartirán su pasión y sus sueños. Se aburrirá contigo.

Así que nunca salgas con una chica que viaja a menos que puedas seguirle el ritmo. Y si te enamoras accidentalmente no pienses que vas a quedarte con ella. Déjala ir.

Muchos viajeros se han sentido identificados con este artículo, que se ha traducido a treinta idiomas.

Échale un vistazo a mi página web www.lovethesearch.com para las versiones traducidas.

Bedelia Suárez López

Translator and Interpreter, English teacher and writer. Gran Canaria, Spain