Kings of Queen

Brian May y Roger Taylor hablan sinceramente de la poderosa química de la banda y los últimos días de Freddie Mercury

Cuepoint en español
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Por Alan Light. Traducido por Daniel Arbelo.

Nunca ha habido otra banda como Queen. Partiendo del hard rock y del heavy metal, del rock progresivo y el glam, sus estilos acabarían extendiéndose al vodevil, disco, gospel y rockabilly. Un variopinto grupo de universitarios, uno de los grupos que menos posibilidades tenía de llenar estadios.

Queen llegando en helicóptero para un concierto en Hertfordshire, Inglaterra, en la gira de ‘Kind of Magic’ de 1986

Aún así, Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor fueron uno de los mayores exponentes en la historia musical. Con ventas mundiales certificadas de más de 100 millones, Queen acumuló dieciocho álbumes número uno y dieciocho singles que también alcanzaron el número uno. (Cabe destacar que la banda es el único grupo en el que cada miembro ha compuesto más de un tema que ha alcanzado el número 1.) Su álbum Greatest Hits es el disco que mejor ha vendido en la historia de Reino Unido — sí, aún más que cualquier disco de los Beatles — siguiéndole de cerca Greatest Hits II. La actuación en directo Live Aid de Queen es considerada la mejor actuación en la historia del rock, y en el 2009, «We Are the Champions» fue elegida como la canción favorita en una votación mundial.

El guitarrista May y el batería Taylor se han reunido de forma ocasional bajo el nombre de Queen tras la muerte de Mercury por causas relacionadas con el SIDA en 1991, primero con Paul Rodgers de Bad Company como vocalista principal, y recientemente, con el antiguo concursante de American Idol, Adam Lambert. A pesar de las evidentes preocupaciones de que nadie podría reemplazar el vacío que había dejado Mercury, cada configuración de la banda ha llenado arenas e incluso estadios alrededor del mundo. El bajista John Deacon se retiró en 1997; «Él apoya nuestros esfuerzos», dice Taylor, mientras May añade «aún tiene un ojo en lo financiero, porque siempre ha sido al que se le daba bien eso, pero no escuchamos nada de él — y es una pena, porque era un gran bajista».

Roger Taylor y Brian May reciben el premio The Heritage en el Imperial College London en marzo de 2013

Hace unos años, me reuní con May y Taylor sobre la hora del almuerzo en la estatua del siglo XIII del jardín de Taylor, un antiguo priorato del sudoeste de Londres. La ocasión era el lanzamiento de su último álbum de estudio, The Cosmos Rocks, y alguna de nuestras conversaciones aparecieron en las noticas sobre la grabación en la revista Rolling Stone. El resto fue planeado como un trasfondo para una amplia disertación sobre Queen de otro escritor, que, finalmente, apareció hace unos pocos meses. Pero la mayoría de nuestra entrevista, que incluye alguno de los comentarios más sinceros sobre los últimos días de Freddie Mercury, no se había publicado nunca.

Con el nuevo lanzamiento el pasado mes de Queen Forever (que incluye tres canciones nuevamente completadas, siendo una de ellas el dueto con Michael Jackson que tanto se rumoreó), y el éxito de su actual gira alrededor del mundo con Lambert, parecía un buen momento para revisar esta extensa discusión. Lo que destaca, aparte del continuo afecto que May y Taylor tienen por su incomparable vocalista, es el espíritu abierto con el que Queen — alternan de forma divertida y pomposa, de tipo duro y sentimental — se acercaron al mundo de la música.

«La verdad es que nunca tuvimos un método», dice May, «nunca tuvimos un modus operandi. Han habido tantos procesos diferentes durante los años. Y era todo exploratorio: algunas veces tienes que levantar los brazos y decir, No, eso no funcionó.»

Alan Light: ¿Hay algo que defina la esencia del sonido de Queen?

Brian May: Supongo que Roger y yo, históricamente, y Freddie y John, íbamos siempre a por todas en todo. Éramos conocidos por ser exagerados a veces, pero era como llevar la pasión al límite en todos los sentidos. Tan alto como pudieses, tan rápido como pudieses, tan lento como pudieses — en sintonía con las emociones de la gente, que era lo que nos hacía llegar a ellos.

Roger Taylor: Y es algo extraño, pero algo se enciende, normalmente en directo. Si todo está sonando bien, algo prende, es una especie de química.

May: Das lo que te gustaría recibir. Roger y yo solíamos ir a los conciertos de los Who, y tenías ese sentimiento de peligro temerario, ira, pasión. Y eso era lo que buscábamos. Pete Townshend, en pleno vuelo, es una experiencia peligrosa.

¿Cuál es la canción definitiva de Queen? Mucha gente probablemente dirá «Bohemian Rhapsody», pero, ¿cuál es la especial para ustedes?

Taylor: Siempre nos vimos a nosotros mismos como eclécticos, así que esa es una buena respuesta, porque tiene tantos estados de ánimo en ella. Y fue todo un éxito, así que probablemente sería la mejor respuesta para mí. Pero tenemos un montón de cosas que no fueron un gran éxito global que también tienen mucho de nuestra esencia.

May: Hay una canción llamada «Millionaire Waltz», en A Day at the Races, que realmente resumiría todo lo que éramos. Es algo que muy rara vez tocamos, pero pienso que es casi el sucesor de «Bohemian Rhapsody». Es tan increíblemente complejo que no sonó en la radio, o eso supongo. Pero, chico, hay mucho ahí. Es una de mis favoritas: ¡es tan extrema!

El guitarrista May y el batería Taylor se han reunido bajo el nombre de Queen por un buen número de apariciones

Brian, eres uno de los pocos músicos al que se le puede identificar por el tono de sus instrumentos. ¿Fue una ambición tuya, o algo que sencillamente ocurrió?

May: No creo que sea algo por lo que me esforcé. Tengo una guitarra casera, la hice con mi padre, así que hay un cierto tono y sonido en ella. Pero habiendo trabajado con todo tipo de gente desde Hank Marvil a Steve Vai a quien sea, me he dado cuenta de que la mayoría está en los dedos.

Tengo esta teoría de que mucho de lo que haces con una guitarra está calculado, pero un gran porcentaje de eso sencillamente pasa instintivamente debido a tu forma de ser y en cuánta fuerza le pones, el cómo tus manos reaccionan a tu cerebro. Es algo inconsciente. Me gusta escuchar todo el coraje y todo el calor, todas las cosas que la voz humana tiene, la articulación, el sonido de las vocales, el estrés, la pasión, los agudos y graves, todo eso es lo que intento poner en la guitarra.

¿Es también de donde vienen los armónicos, las capas y los acoplamientos de las guitarras?

May: Eso viene de un viejo sueño, en serio, que compartíamos en nuestros primeros días. Teníamos esta visión en nuestras cabezas de algo realmente duro en el bassline y, sobre eso, todo tipo de hermosos armónicos de guitarra y armónicos de voces. Aprendí mucho de gente extraña como Mantovani y the Temperance Seven. Cada tema que escuchaba, me preguntaba como ponía todo eso junto — los armónicos de los Everly Brothers, los Crickets, las cosas de Motown — y siempre me fascinó cómo los armónicos creaban emociones. La primera vez que escuché «Love Me Do», que es la cosa más simple del mundo, los armónicos que eligieron fueron esos duros quintos y cuartos. Y me quité el sombrero inmediatamente y pensé: ¡Sí! Sé de donde viene, entienden cómo funcionan las cosas. Aprendíamos de todo. Tiene que ser duro para los jóvenes hoy en día porque tienden a escuchar en una dimensión solamente, donde estamos expuestos a todo.

Taylor: Porque ahora escuchas emisoras de radio que solo ponen un tipo de música. Nosotros sólo teníamos una radio, que ponía todo tipo de música. Doris Day, ¡crecí con ella!

May: Hice un tributo a Doris Day cuando consiguió un premio. Me escribió una cariñosa carta en respuesta. Es una heroína total — Dios, no habrá nadie con mejores agudos — . Peggy Lee es bastante guay, pero Doris Day, ella se lleva mi voto. Hay una herencia tan rica, si eres capaz de abrir tus oídos.

Roger Taylor, John Deacon, Freddie Mercury y Brian May

Han hablado de cómo el éxito y la fama han jodido de verdad a todo el mundo.

May: Creo que me estaba refiriendo a la época de Múnich, donde todos estuvimos cerca del desastre. Fuimos ahí e hicimos una buena grabación la primera vez, con «Crazy Little Thing» y «Another One Bites the Dust». Y luego volvimos una segunda vez, y por alguna razón entramos en la vida social, nos alejamos de la música. Y pienso que rozamos una frontera extremadamente peligrosa en aquel momento, y no nos hizo ningún bien. No sé si nos tomamos un tiempo para arreglar las cosas, pero ahí es cuando los matrimonios empiezan a derrumbarse. No habíamos sido carne de presa hasta ese punto, y de repente nuestras vidas eran realmente interesantes y bastante difíciles de llevar.

Taylor: Las bandas de rock nunca interesaron a la prensa. En los 60 y los 70, las bandas de rock no salían en los periódicos, porque no eran consideradas importantes, no venderían nada. Esto se había vuelto algo horrible que nació en los 80 y fue in crescendo durante los 90, simplemente era raro.

Los últimos álbumes de Queen, como The Miracle e Innuendo, en gran parte parecen tratar de hacer las paces, cerrando círculos.

May: Éramos conscientes de eso, porque sabíamos que íbamos a perder a Freddie en algún punto. Así que éramos nosotros tratando de encontrar el final antes de llegar ahí, y eso de alguna manera nos unió, nos galvanizó. Pienso que parte de nosotros no creía que fuésemos a perder a Freddie, pero la espada estaba colgando… y se dijo en cierta medida. En el mismo final, Freddie estaba diciendo: Sólo escriban más letras para mí, chicos — quiero cantar, quiero cantar todo lo que pueda antes de irme, y luego podéis acabarlo.

Algunas veces él era incapaz de vocalizar, y en algún sentido — esto va a sonar muy extraño, pero pienso que Roger y yo vocalizábamos un poco por él, mientras escribíamos algunas de las letras — . Porque él estaba casi más allá del punto donde él podía ponerlo en palabras. Así que cosas como «The Show Must Go On», en mi caso , o «Days of Our Lives», en el caso de Roger, eran las cosas que le dábamos a Freddie como método para que él siguiese trabajando en cosas con nosotros.

¿Dirías que fue un tiempo de reconciliación? Porque obviamente había muchas emociones diferentes y reacciones que podían salir.

Taylor: Sí, estoy realmente encantado de que nos diésemos cuenta de qué estaba pasando, y que no malgastamos el tiempo. Porque esa sería la última cosa que él hubiese querido. Sabía que el tiempo era limitado, y que sus reservas eran muy pocas, así que hicimos el mejor uso de él que pudimos. Estábamos determinados a estar juntos hasta el final. Había muchísimas emociones sobreentendidas, sobre que todo estaba acabando.

May: Hubo mucha alegría, lo que era bastante extraño, porque Freddie estaba sufriendo mucho, y estaba siendo perseguido por la prensa y cosas de fuera, así que su vida estaba siendo bastante dura. Pero en el estudio, había una especie de escudo alrededor nuestro, y él podía ser feliz y disfrutar haciendo lo que mejor hacía. Tuvimos muchas risas, y una gran cantidad de diversión porque era un lugar seguro para él. Algunas veces solo duraba unas pocas horas del día, porque se cansaba muchísimo. Pero durante ese par de horas, chico, lo daba todo. Cuando no podía estar de pie, se solía apoyar contra la mesa, con el micro aquí, bebiendo vodka…

Taylor: ¡Un trago de Stoli!

May: Y hacía una vocal deslumbrante. Le encantaba, definitivamente le encantaba — ¡Lo cantaré hasta que sangre! Recuerdo que haciendo la demo para «The Show Must Go On», con la guía vocal, algunas en falsete porque no podía alcanzar las notas más alta, y dije: Fred, no sé si esto va a ser posible cantar. Y él salió en plan, Joder, lo haré yo, cariño, bebió vodka, fue y lo remató de golpe, completamente machacó esa voz. Estaba en muy mal estado físico por aquella época, le costaba muchísimo caminar, pero en cuanto a la voz, todavía podía traer toda esa pasión.

Freddie Mercury

Cuando Freddie estaba enfermo, pero no hablaba de la enfermedad, ¿fue duro para el resto de vosotros?

Taylor: Realmente lo anunció antes de morir. Pero básicamente estaba siendo acosado por nuestra hermosa, gloriosa, y peor que la mierda, prensa. No podía ni siquiera comprar comida, le fotografiarían — eran como una banda de buitres.

May: Ellos pegaron objetivos a la ventana de su baño una vez.

Taylor: Y él solo quería que lo dejasen solo. No quería ser un objeto de culpa, y no hizo ningún comentario indiscreto. Solamente quería privacidad en sus últimos días. Y nosotros respetamos eso, creo que era lo justo.

May: Recuerdo la primera vez que nos lo dijo. Dijo: «Solo voy a hablar de esto una vez. Voy a contarles lo que está ocurriendo, y después de esto, no quiero hablar sobre ello nunca más. No quiero nadie comprando nuestros discos por simpatía. Esto es lo que hay, y punto, y ahora vamos y hacemos música, es lo que hacemos».

¿Cuál creéis que es la mayor confusión sobre Queen?

Taylor: Pienso que la gente pensaba que éramos conservadores o algo, y realmente no lo somos. Creo que cogieron la idea equivocada de los videos, que éramos un estilo de banda neo fascista. Es algo que escuché mucho.

May: Es difícil ser irónico en la música, es una cosa que he aprendido con los años. Desde el principio, «Keep Yourself Alive» tenía intención de ser irónica — como, si mantenerte vivo es todo lo que hay en la vida, quizás no tiene mucho sentido vivir — . Pero lo entendiendo como un «Ey, ¡sigue viviendo!» Y en «Radio Ga Ga», de la que Roger está hablando, utilizamos una antigua película de Fritz Lang, Metropolis, en el video, donde todos eran militares, todos haciendo lo mismo, y el significado se centra en que las cosas se están volviendo muy estructuradas y la gente está perdiendo su individualidad. Desgraciadamente, no todo el mundo lo pilló.

Taylor: ¡Es sobre el video conquistando la radio! Realmente estaba titulada «Radio Ca Ca», y decimos esto en la grabación, si escuchas. Mi hijo, que es medio Francés, se le ocurrió este título, teniendo unos dos años.

May: Definitivamente hay gente que no entendía a Freddie, que no entendieron que era muy irónico, y la primera persona en reírse de sí mismo. Pienso que Freddie fue incomprendido por mucha gente — pero por otro lado, millones de personas le comprendieron perfectamente — . Pienso que hay gente que nos odia porque piensan que nos tomamos a nosotros mismos seriamente, para resumirlo. Cuando la verdad es que no lo hacemos — algunas veces nosotros nos tomamos en serio lo que estamos diciendo, pero no nos tomamos en serio a nosotros mismos — . Porque se trata de entretener, y la inmensidad y la grandeza que recibimos de nuestros ídolos, y que hemos querido corresponder.

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