La importancia de hacer testamento digital
Una amiga, cuyo marido murió hace dos meses, me preguntó recientemente cómo hacer para convertir el perfil de su marido en un perfil conmemorativo en las redes sociales. Ella no quiere que lo que él ha escrito desaparezca. Lo que simplemente no quiere son notificaciones cuando llegue su cumpleaños o preguntas molestas de conocidos mal informados, porque sí, estas cosas pasan.
Lo que es innegable para todos nosotros es que algún día todos vamos a morir. No queremos pensar en ello, pero ahí está. En los últimos años he vivido dos muertes de personas cercanas; en un caso, tuve que lidiar con la intendencia digital de la difunta, y en el otro recibí la noticia del (triste) hecho a través de Internet.
Seguramente todos conocemos a alguien que ha muerto y que tenía perfiles en las redes sociales que todos podíamos seguir viendo — con esa sensación de que alguien tendría que estar ocupándose de estas cosas — algún anuncio del estilo «a tu amigo XX le gusta tal cosa».
Tus allegados te lloran cuando te mueres y, del mismo modo que vacían tu armario, se tienen que hacer cargo de tus cosas digitales. Está en tu mano decidir qué hay que hacer con ellas cuando no estés más aquí.
Así que aquí están algunas cosas básicas que hay que tener en cuenta si quieres dejar este mundo con los deberes hechos:
Contraseñas
En otras palabras, las llaves de su casa. Puedes dejar tus contraseñas en el testamento a tus herederos o a un albacea que gestionará tus cosas antes de que los archivos se distribuyan a las personas que tú quieras.
Los correos electrónicos son las cartas de hoy en día. Entre los cientos de notificaciones diarias, aún se pueden encontrar algunos correos personales, largos, preciosos, que tal vez quieras que tu hija conserve, o que tal vez no quieras que vea tu pareja, quién sabe. También en este caso, un albacea podía hacer el cribado para tus herederos.
Redes sociales
Algunas redes sociales, como Facebook, ofrecen convertir tu perfil en una página conmemorativa. Sin embargo, en otras redes, puede llegar a ser una pesadilla para tus herederos, que tendrán que lidiar con certificados de defunción y otros temas administrativos y que les llevará mucho tiempo para lograr que tus cuentas desaparezcan.
Si eres un blogger y eres dueño de su dominio, una vez que dejes de pagar por el, todo lo que has escrito desaparecerá para siempre. Tal vez alguien debería hacer copias de seguridad de tus artículos y guardarlos para tus herederos o quizá tengas alguna voluntad diferente.
Archivos
Abre tu disco duro (o discos, afortunado si solo tienes uno). ¿Cuántos documentos, fotos, canciones, películas, libros, juegos... tienes? El síndrome de Diógenes ha llegado a lo digital, pues tendemos a acumular cosas que, supuestamente, no ocupan un lugar físico.
Ten en cuenta que no se puede mantener todo; algunos productos, como el iTunes de Apple o Amazon Kindle, son los dueños de tus canciones y libros a pesar de que hayas pagado por ellos. Básicamente te prestan sus productos a de por vida, pero, cuando te mueras, tus herederos no serán ya los propietarios. Piensa, no obstante, en el resto de sus cosas.
Una página conmemorativa
Es triste llamar a la gente para decirles que alguien se ha muerto. Por lo general, hacemos esto con nuestros círculos más cercanos, pero ¿y con el resto de la gente? Quizá sería una buena idea abrir una página conmemorativa en la que todos puedan compartir un recuerdo, una imagen o un mensaje con la familia. Por algún extraño motivo estos sitios funcionan bien en Norteamérica pero (todavía) no en Europa.
Es evidente que debemos cuidar más nuestra huella digital y también pensar en el futuro de vez en cuando. Elige un día en el que estés de buen humor y dedica un tiempo a decidir lo que quieres hacer con tus cosas digitales, de la misma forma que lo harías con tus cosas físicas.
Publicado originalmente en www.linkedin.com el 16 de marzo de 2015.
