Entrevista con Yasser Munif: Siria y la izquierda (Parte II)

Traducción
20 min readJan 15, 2017

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Detrás del desastre humanitario de la guerra civil siria hay una crisis política que la izquierda necesita entender urgentemente.

[Segunda parte de la entrevista de Yusef Khalil con Yasser Munif. Primera parte]

¿Cómo entendemos la génesis de ISIS y quién es responsable de su aparición y crecimiento? El gobierno sirio, Rusia, Irán, Hezbollah y la coalición dirigida por Estados Unidos están luchando ostensiblemente contra ISIS, así que ¿cómo ha sobrevivido?

Evidentemente, ISIS tiene diferentes y variadas genealogías. Creo que debemos remontarnos a la confrontación en Afganistán entre Rusia y los Estados Unidos y el flujo de los muyahidines de los afganos árabes, como se les llamó entonces, del Golfo y de otras regiones a Afganistán.

En aquel entonces, estaban obviamente apoyados por los Estados Unidos y esa no es una historia polémica. Existe mucha documentación sobre cómo los Estados Unidos y Arabia Saudita financiaron y apoyaron la lucha de los muyahidines. Solían llamarlos “luchadores por la libertad”. Fueron muy eficientes en socavar la presencia rusa en Afganistán. Ciertamente, fueron fundamentales para debilitar a los soviéticos y de alguna manera fueron instrumentales en la caída de la Unión Soviética.

Ese es el primer origen de ISIS que es el precedente de Al Qaeda. La otra dimensión es la dictadura árabe en la región. Los dictadores árabes han suprimido cualquier tipo de oposición política, han impedido el surgimiento de partidos políticos, han exiliado a cualquier tipo de figuras políticas o las han metido en la cárcel, las han torturado y muchas veces las han matado. Los únicos espacios disponibles para que las personas tuvieran cualquier tipo de discusión política significativa eran las mezquitas y otros espacios similares.

El régimen sirio y otros regímenes árabes han abierto algunos espacios a los salafistas y sufíes siempre que no interfieran en asuntos políticos. Se les permitió tener sus propias escuelas y sus propias clínicas etc. y operaban en Siria y eran bastante hegemónicos. El régimen sirio ha utilizado a los salafistas para socavar el poder de la Hermandad Musulmana. Esa dimensión de la dictadura árabe es también fundacional en cualquier tipo de comprensión de ISIS, que se compone de los diferentes grupos salafistas en la región árabe.

También está la cuestión de la ideología wahabí de los sauditas. Los sauditas han estado exportando la ideología wahabí a toda la región y más allá y son capaces de hacerlo debido a su riqueza y el petróleo en la región. También fueron capaces de socavar a la izquierda en la región árabe, que fue percibida como una gran amenaza para los intereses sauditas y estadounidenses, por lo que Occidente no se oponía a ese proyecto saudita. Los sauditas se estaban volviendo más o menos hegemónicos. Se oponían a Abdel Nasser y al nacionalismo árabe, a los partidos progresistas y al comunismo, mediante el financiamiento de escuelas, universidades y académicos a través de esta ideología wahabí.

Así que creo que es la combinación de todos estos factores, además de la marginación y la pobreza de los principales segmentos de la población en Siria e Irak. Finalmente, está la guerra de Irak y la invasión estadounidense de Irak, que es la razón más directa para la aparición de Al Qaeda en Irak y después, ISIS. Creo que deberíamos poner ISIS en ese tipo de marco lateral y entenderlo como el resultado de esas múltiples genealogías.

Con respecto a la segunda parte de la pregunta, sí, Rusia, Irán, Hezbolá, Estados Unidos y otros están luchando contra ISIS pero en muchos aspectos hay mucha evasión. Rusia, Irán, Hezbollah y el régimen sirio evitaron la lucha directa contra ISIS hasta al menos 2015. Desde la perspectiva del régimen sirio, ISIS fue muy útil en el debilitamiento de la revolución siria, detener el impulso del levantamiento y convertir la revolución en una guerra jihadista entre un régimen laico y el grupo terrorista fundamentalista ISIS. Dieron esas dos opciones a Occidente y presentaron el conflicto como terroristas contra el régimen sirio. Occidente tuvo que elegir el mal menor, siendo éste el régimen sirio.

De alguna manera, Rusia e Irán han estado utilizando el mismo tipo de estrategia, evitando cualquier tipo de confrontación con ISIS mientras no sea necesario o mientras ISIS no esté atacando directamente. Sólo más recientemente han estado luchando contra ISIS sólo por razones de relaciones públicas, para decirle al mundo que están en una guerra con ellos, pero no hubo confrontación real hasta 2015. La mayor parte de la lucha contra ISIS fue llevada a cabo por el ESL y la oposición siria y, más recientemente, por los kurdos.

¿Qué se necesita para derrotar a ISIS y su ideología reaccionaria? ¿Es Assad realmente el mal menor para ISIS?

Creo que no hay forma de derrotar a ISIS y a otros grupos jihadistas similares a menos que Assad sea removido del poder, a menos que Assad sea derrotado. Esto es cierto para toda la región y el tipo de relación orgánica entre la dictadura árabe y esos grupos yihadistas. En cierto modo son complementarias. Se necesitan mutuamente y se alimentan uno del otro. Esos grupos yihadistas o fundamentalistas no pueden ser derrotados mientras tengamos dictadores árabes en el poder.

En muchos sentidos, como sugerí antes, los dictadores árabes han utilizado el Islam político y el salafismo para solidificar su gobierno y asegurarse de que esta amenaza potencial de los islamistas esté siempre presente para enviar el mensaje a las minorías que se oponen al Salafi o a Al Qaeda de que la única manera de evitar que estos grupos tomen el poder son los dictadores árabes.

Creo que el punto de partida para derrotar a ISIS y Al Qaeda en la región es derribar a los dictadores árabes, pero también oponerse a cualquier forma de intervención extranjera, ya sea occidental o rusa, en la región porque estos grupos yihadistas muchas veces justifican sus guerras y su lucha mostrando que hay una intervención extranjera, que Occidente está luchando contra los musulmanes, que hay una amenaza occidental etc. Si no hubiera intervención extranjera ni dictadura árabe, no creo que esos grupos pudieran operar realmente. Ellos necesitan el caos. Necesitan marginalización, pobreza, dictadura, falta de espacios políticos para operar y funcionar. Sin eso no tendrían mucho impulso o poder.

¿Cómo crees que deben ser los movimientos sociales locales, regionales e internacionales necesarios para derrotar a estas fuerzas contrarrevolucionarias, desde ISIS a las dictaduras, y a fin de hacer realidad la democracia a la que aspiraban las movilizaciones árabes de 2011?

Obviamente necesitamos movimientos sociales progresistas, movimientos de base que comprendan la naturaleza de los levantamientos árabes y sean capaces de comprender la anatomía de los regímenes árabes, la forma en que éstos se construyen y el tipo de alianzas que fueron capaces de producir, y construir una estrategia para oponerse a ellos. Estos movimientos deben operar en varios frentes. Por un lado, tienen que producir un tipo más o menos horizontal de política democrática, que tome en consideración a los diferentes segmentos de la población y que no marginen a ningún grupo étnico o religioso, y también se opongan a los intereses de Estados Unidos y otros poderes en la región.

Mencionaste la intervención extranjera así que pasemos a los actores regionales y globales que presentes en Siria. Sabemos que el ejército sirio no ha podido reclutar suficientes tropas para luchar en su nombre y, en cambio, depende de la Fuerza Aérea de Rusia, de las fuerzas militares iraníes, de las unidades de Hezbolá y de las milicias chiítas de Irak y de otros lugares. ¿Cuán esenciales son estas fuerzas para la supervivencia del régimen?

Creo que hay dos razones fundamentales por las que el régimen sirio depende de los combatientes extranjeros. La primera, como he mencionado antes, es que el régimen sirio presiona por una internacionalización del conflicto con la intención de incitar una intervención extranjera. Al invitar a Hezbolá, a las milicias chiítas iraquíes y a Irán y Rusia a participar en el conflicto sirio, también estaban incitando a otros estados y regiones a desempeñar un papel importante, y tuvieron éxito al hacerlo.

Además, el régimen sirio, especialmente desde 2012 o 2013, necesitaba esas tropas y fuerzas extranjeras. El ejército sirio estaba extenuado y agotado y luchaba en diferentes frentes. Inicialmente, invitó a las milicias iraquíes y a Hezbolá a venir a Siria y proteger los sitios sagrados chiítas, pero eso fue sólo un pretexto. Más tarde, esas fuerzas comenzaron a jugar un rol mayor e Irán orquestaba todo el espectáculo.

No está claro cuántos miembros de la milicia están luchando, pero según diferentes estimaciones hay entre veinte a treinta mil miembros de la milicia iraquí, afgana y hezbolá; Además de la Guardia Revolucionaria Iraní, mas del Ejército sirio y los rusos que se involucraron mucho más directamente en septiembre de 2015.

Dos veces en los últimos cinco años, el régimen sirio estuvo a punto de caer. En 2013, cuando Hezbolá y los iraníes desempeñaban un papel importante especialmente en la batalla de Quseir, y fue entonces cuando Hezbolá estuvo explícitamente involucrado en las batallas. La segunda vez fue cuando Assad dio un discurso muy derrotista en el verano de 2015 y los rusos sentían la necesidad de estar mucho más involucrados y comenzaron una campaña de bombardeos aéreos.

Desde entonces, ha sido extremadamente violento en Alepo e Idlib y otras regiones. Así que son esenciales. No son sólo los miembros de la milicia, sino también la financiación y el equipo y las armas que Irán y los rusos están proporcionando al régimen sirio, sin los cuales no creo que el régimen pueda realmente perdurar por mucho tiempo.

¿Cuáles son los intereses de Rusia en Siria? Los partidarios de Assad en Occidente insisten en que la intervención rusa en Siria es legítima bajo la carta de la ONU porque fueron invitados por el gobierno sirio.

El régimen sirio es ilegítimo. Es una dictadura. Es un estado terrorista, no necesariamente en el sentido occidental, pero terrorista en el sentido de que ha estado aterrorizando a la población siria desde hace cinco años, por lo que es un gobierno ilegítimo y, como tal, todas sus acciones son ilegítimas, incluyendo invitar a Irán o Rusia etc. Por lo tanto, no es un argumento muy persuasivo ese que algunas personas de la izquierda y otros han intentado utilizar.

Los intereses de Rusia en la región y especialmente en Siria son múltiples. Creo que tenemos que analizar los niveles geopolíticos, económicos y políticos. Geopolíticamente, Rusia desearía tener presencia en la región. Ya estaba presente antes del levantamiento sirio. Tenía una base naval en Tartus. Considera a Siria como una región estratégica, porque le daría acceso al Mediterráneo y a toda la región.

Además, Rusia utiliza a Siria como moneda de cambio para consolidar su posición en otras regiones como Ucrania y los Balcanes, donde lucha con Occidente y teme que algunos de los países balcánicos se unan a la OTAN. Para ellos, Siria sirve a un propósito similar en otras regiones como Yemen e Irán.

También existe el nivel político. La política exterior rusa, al menos desde que Putin tomó el poder, ha sido motivada por el anti-atlanticismo y ha estado oponiéndose a la presencia de Estados Unidos no sólo en la región, sino también más allá. Siria se ha convertido en uno de esas zonas calientes donde Rusia siente que necesita hacer un punto contra Occidente y no quiere perder ese país a Occidente. También está usando Siria para oponerse a algunos grupos jihadistas porque Rusia cree que hay una conspiración contra el estado ruso después del colapso de la Unión Soviética y que hay diferentes grupos o regiones jihadistas que podrían dividirse debido a la continuación de las revueltas árabes.

Desde muy pronto, Rusia se opuso a la revolución árabe y sentía que se trataba de una conspiración occidental contra Rusia y que era una continuación de las revoluciones de terciopelo etc. Así que ha estado oponiéndose a la revuelta siria por esa segunda razón. Por último, también hay razones económicas. No son tan importantes como las políticas y geopolíticas, pero están ahí. Rusia solía tener al menos $20 mil millones de intercambio comercial con Siria antes de la revolución en 2009 y quisiera preservarlo y ampliarlo en el futuro. Creo que es importante examinar todas estas dimensiones diferentes.

Por otro lado, ¿qué papel jugaron los Estados Unidos y las monarquías del Golfo en el proporcionamiento de armas y financiamiento de ciertos grupos y cómo afectó esto la coherencia del movimiento revolucionario contra la dictadura?

Los Estados Unidos tenían una posición muy ambivalente sobre la revuelta siria. Estados Unidos bajo Obama era reacio a involucrarse demasiado en Siria porque no quería comprometer nuevas tropas ni financiar nuevas guerras en la región. Estaba más interesado en una presencia en Asia Oriental y otras regiones. Obviamente había un conflicto o alguna clase de tensión dentro de su administración. Por ejemplo, el Embajador Ford y Hillary Clinton tuvieron posiciones ligeramente diferentes.

Los Estados Unidos también estaban interesados ​​en detener el impulso de las revueltas árabes y Siria era un buen lugar para hacerlo al presionar por la militarización y por una guerra de desgaste, socavando el levantamiento árabe y enviando el mensaje a la población árabe de que las revoluciones a veces podrían terminar de una manera muy sangrienta. Creo que eso era parte del mensaje.

Además, los Estados Unidos no se oponían necesariamente a una participación creciente de Irán y Hezbolá en Siria, debilitando así a esas dos importantes potencias en la región y ayudando a Israel en ese sentido. El Golfo tuvo razones similares para socavar la revuelta siria. A menudo el Golfo se presenta como un partidario de la oposición y un partidario de la revolución, pero creo que eso es una comprensión muy equivocada de la revuelta siria.

El Golfo muy al principio apoyó al régimen sirio y siguió respaldándolo por lo menos durante seis meses hasta que sintió que era una causa perdida. Luego pasó a apoyar a los grupos más reaccionarios y conservadores de la oposición y quiso jugar un papel financiando a esos grupos y socavando a los grupos más progresistas y laicos. Jugar un rol geopolítico por lo menos para Arabia Saudita y Qatar les era importante y eso estaban haciendo en Siria.

También hubo una especie de confrontación entre Arabia Saudta y Qatar. Qatar apoyaba a los Hermanos Musulmanes en Siria, Egipto y Túnez, mientras que Arabia Saudita estaban más interesados en financiar y apoyar a los grupos más salafistas y jihadistas. Los países del Golfo también utilizaban Siria para enviar el mensaje a sus poblaciones de que la revolución podía terminar en una guerra civil, que podía ser muy violenta, que era una amenaza para sus poblaciones y que desencadenar o iniciar una revuelta podía terminar en algo similar a lo que está sucediendo en Siria. Creo que es una combinación de estas diferentes dimensiones lo que llevó al Golfo a desempeñar un creciente papel en Siria.

¿Por qué los Estados Unidos no han permitido a las fuerzas de oposición sirias adquirir las armas que necesitan para defenderse del régimen y los ataques aéreos rusos? ¿Cuál es la política de Estados Unidos hacia Siria y desea Washington realmente el colapso del régimen sirio?

No está claro si en el primer período Washington realmente quería el colapso del régimen sirio o si simplemente estaba llevando a cabo una campaña de relaciones públicas. Obviamente, los Estados Unidos respaldaron a Mubarak desde el principio y se opusieron al movimiento popular revolucionario en toda la región, por lo que quisieron llevar a cabo una campaña de relaciones públicas para mejorar su imagen en la región y enviar el mensaje de que apoyaban esas legítimas revueltas etc. Esa política cambió muy rápidamente una vez que surgieron algunos grupos islamistas y sospecharon que Irán y Hezbolá, como mencioné antes, jugarían un papel más importante. Entonces descartaron esa política y permitieron la guerra de desgaste.

Creo que desde el surgimiento de ISIS, Estados Unidos cambió su política y debido al efecto de desbordamiento, el temor de que ISIS llevara a cabo ataques terroristas en Europa y Occidente en general, Estados Unidos sintió que tenía que estar mucho más involucrado en el Norte de Siria, donde ISIS está presente, pero no ha presionado para poner fin al régimen sirio desde 2012. Hay múltiples ejemplos que lo demuestran.

Turquía bajo Erdoğan también ha sido un actor importante en Siria en los últimos cinco años. ¿Cuáles son los intereses de Turquía y cómo han influido en la situación en Siria? ¿Estamos presenciando cambios en la política turca hacia la revolución siria?

Al igual que los países del Golfo, Erdoğan estuvo apoyando al régimen sirio desde muy temprano, temía una forma de contaminación o efecto dominó en Turquía y se oponía a la revuelta siria por estas razones, pero eso ha cambiado. Al igual que la región del Golfo o los países del Golfo, Qatar y Arabia Saudita, cambió su posición al sospechar que la Hermandad Musulmana podría desempeñar un papel y derrocar al régimen sirio. Esa ha sido la política en Turquía desde el principio.

Asimismo, desde muy temprano, Erdoğan estuvo financiando, equipando y presionando a varios grupos de oposición a combatir las regiones kurdas y así evitar cualquier tipo de rol que esas regiones kurdas hubieran podido desempeñar durante ese período. Pero una vez que la Hermandad Musulmana fue marginada, cambió su política y ahora se pone del lado e intenta construir una alianza con Rusia, porque los rusos apoyan la política de Erdoğan de limitar la influencia de los kurdos en Siria y Putin ha permitido Erdoğan enviar tropas a Siria, luchar contra los kurdos y evitar la aparición de esa entidad kurda.

Ese es básicamente el acuerdo tácito entre Putin y Erdoğan. Erdoğan está principalmente interesado en construir una zona de amortiguación entre Turquía y Siria e impedir la aparición de una entidad kurda, y no en apoyar ninguna demanda legítima de la oposición o en el éxito de la revolución siria.

Quisiera ahora pasar a hablar sobre la respuesta de la izquierda a estos eventos. ¿Qué posiciones crees tú que el movimiento contra la guerra en Occidente debería adoptar con respecto al bombardeo ruso de Siria? ¿Debería un movimiento pacifista occidental formular demandas únicamente dirigidas a su gobierno?

Obviamente, la izquierda global, el movimiento contra la guerra en Occidente y más allá, debe oponerse al bombardeo ruso de Siria. Esa es la posición más racional y de sentido común y es desconcertante ver cómo algunos grupos dentro de la izquierda y algunos partidos antiimperialistas, o segmentos de la izquierda, apoyan la guerra de agresión rusa en Siria y creen que esto se trata de una guerra contra yihadistas y contra ISIS y en apoyo a un gobierno antiimperialista en Siria. Eso no puede estar más lejos de la verdad.

Así que la izquierda debe construir un frente no sólo contra la participación occidental en la región en Siria y el mundo árabe, sino también entender el nuevo desarrollo de la política mundial y el papel cada vez más agresivo y violento que Rusia está jugando y construir estrategias, políticas y tácticas en oposición a ese creciente papel. Podrían hacerlo de diferentes maneras. Algunos de ellos han sido muy creativos. Algunos movimientos de base en Occidente han sido muy creativos en la construcción de alguna forma de oposición al papel que su país está desempeñando. En cualquier caso, deben oponerse al bombardeo ruso en Siria.

Algunos en la izquierda también argumentan que los antiimperialistas no deben tomar posición con respecto a Assad y que el pueblo estadounidense no tiene derecho a determinar quién dirige el gobierno de Siria, porque eso depende realmente de los propios sirios. ¿Cuál sería, a tu juicio, una verdadera posición antiimperialista?

Ese tipo de posición neutralista es evidentemente muy contraproducente y costosa, sólo otorga más poder al régimen sirio y básicamente le permite perpetrar su violencia contra la población. Muchos grupos antiimperialistas han estado malinterpretando la situación en Siria y la naturaleza del régimen sirio y han estado argumentando que la izquierda no debería estar involucrada, pero en realidad esa posición es una forma de apoyo tácito al régimen sirio porque éste ha invitado a una serie de diferentes estados, Rusia e Irán y otros, Irak, y de alguna manera, el Líbano a desempeñar un papel importante.

Básicamente le están permitiendo al régimen de Assad utilizar fuerzas extranjeras y la intervención extranjera para aplastar la revuelta. Creo que no es una posición sostenible o defendible. La izquierda ha estado percibiendo la revuelta siria y la revuelta árabe en general como islamista, básicamente dirigida por yihadistas, y eso se debe a la comprensión orientalista de los principales segmentos de la izquierda que piensan que los árabes no tienen capacidad de acción, que sólo los grupos o partidos islámicos tienen dinamismo y desempeñan un rol en Siria y la región árabe en general, y niegan cualquier capacidad de acción por parte de la gente laica y de la izquierda en Siria.

La gente está luchando a diario, creando instituciones y reimaginando la política, la ideología y la cultura etc. Desde la perspectiva de esa izquierda antiimperialista, eso en realidad no existe. Es invisible. No lo ven porque no funciona dentro del marco con el que están familiarizados, que es geopolítico, el cual se vale del Estado como única unidad de análisis.

Creo que la izquierda en general se beneficiaría si cambiara su comprensión de la política en la región, y que debe evitar reducir toda la política a una geopolítica centrada en el Estado y en cambio intentar entender la importancia de los micro-procesos y los movimientos de base y su impulso y fuerza. Esos movimientos están operando en un nivel horizontal y a menudo son difíciles de percibir si no estás involucrado o no estás interesado en la región excepto para elaborar una “postura antiimperialista”.

Asimismo, la izquierda debe abandonar su lectura islamofóbica y arabófoba de la región y dejar de usar la política occidental como único fundamento para entender la política en la región, porque, lógicamente, la gente allí está trabajando con herramientas políticas y culturales diferentes. No están usando el mismo tipo de lenguaje. La naturaleza de las revueltas árabes y su novedad están impidiendo que una parte de esa izquierda entienda lo que está sucediendo.

Por ello la así llamada izquierda antiimperialista está reduciendo todo a la conspiración y a una guerra yihadista, a la intervención extranjera e imperialista. Eso es obviamente muy nocivo a corto y largo plazo. Creo que la revolución árabe y la revuelta siria no sólo derrocarán al régimen sirio, sino también a esa clase de ideología arcaica de la vieja izquierda que no puede reconocer la lucha siria y comprender su sufrimiento y dolor y sus políticas de dignidad.

Un tema que ha sido muy controvertido es la cuestión de una zona de exclusión aérea. ¿Cómo debería la Izquierda entender las súplicas de una zona de exclusión aérea sobre Siria? ¿Son simplemente llamamientos a la intervención imperial?

Creo que la izquierda debería oponerse a la zona de exclusión aérea. Hay una larga historia respecto a las implicaciones de la zona de exclusión aérea y la destrucción que causan, el sufrimiento, el dolor y la matanza de civiles e inocentes. No creo que haya realmente ejemplos exitosos de una zona de exclusión aérea. Ese debe ser el punto de partida para desarrollar una posición respecto a la zona de exclusión aérea.

Por otra parte, entiendo que muchos sirios que reciben las bombas de Rusia y el régimen sirio estén pidiendo una zona de exclusión aérea. Creo que es importante no demonizar a esas personas que están muriendo bajo esas bombas, y entender sus demandas. Por ejemplo, una de las cosas que debería hacer la izquierda es poner suficiente presión sobre los Estados Unidos y sobre Occidente de manera más general y creo que hay cierta tensión en ese asunto.

Estados Unidos no quiere que la oposición siria adquiera misiles antiaéreos o MANPADS, mientras que algunos países occidentales y el Golfo quieren enviar ese tipo de armas. Pero la oposición está formulando estas demandas de zonas de exclusión aérea debido al embargo estadounidense que impide que tales armas entren en Siria. Si la oposición realmente tuviera ese tipo de armas, la zona de exclusión aérea no sería necesaria, porque la gente sería capaz de defenderse y contraatacar si los jets sirios o los aviones rusos bombardean sus ciudades y pueblos. Esa es mi posición y creo que debería ser la posición de la izquierda.

Por último, ¿qué crees que puede hacer la gente de los Estados Unidos, la gente que quiere solidarizarse con los sirios?

Creo que deberían empezar por informarse y comprender la complejidad de la revolución siria, reconociendo las legítimas demandas del pueblo sirio, comprendiendo la larga historia de la dictadura en Siria, estableciendo alianzas y redes con los sirios que están en sobre terreno, pero también con los sirios en la diáspora.

Creo que los emigrantes sirios y los refugiados sirios en general deben desempeñar un papel importante en la construcción de esos movimientos en los Estados Unidos, Europa y otros lugares. Y así construir de una coalición global de base para presionar al régimen sirio y Rusia y otros actores para poner fin a la guerra en Siria y sacar al dictador sirio del poder.

Eso tiene que hacerse de muchas formas diferentes. Creo que los movimientos de base en el pasado han sido muy creativos y poderosos, y hay numerosos ejemplos; El movimiento contra la guerra de Vietnam, el movimiento contra el apartheid sudafricano, la lucha palestina más reciente y la campaña global de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), de la que deberíamos aprender.

Creo que aquí el punto de partida es tener una conversación abierta y sincera con los activistas sirios que, por la guerra y por la revolución, han sido exiliados y están presentes en casi todas las sociedades de la tierra. Muchos de ellos estaban involucrados en diferentes grados en los movimientos populares en Siria. La izquierda europea y estadounidense podría beneficiarse y aprender de los sirios, y trazar estrategias para construir una coalición que una al movimiento contra la guerra en los Estados Unidos con Black Lives Matter, los movimientos feministas y LGBT, y el movimiento BDS.

I think we need to think about Syria and the Arab world in the long term. It’s going to be a long struggle unfortunately. The counterrevolution is currently winning and the revolution is in many ways besieged, like many cities and villages in Syria. So the question is how do we break that siege and how do we make the voices of the Syrians on the ground heard? How do we translate the struggles of the Syrians to Western audiences that don’t necessarily speak the language? I don’t mean by that speaking Arabic but rather the political and cultural language and the way that people are struggling and fighting back and resisting.

Creo que tenemos que pensar Siria y el mundo árabe en el largo plazo. Lamentablemente va a ser una larga lucha. Actualmente la contrarrevolución está ganando y la revolución está asediada de muchas formas, así como muchas ciudades y pueblos de Siria. Así que la pregunta es ¿cómo romper ese asedio y cómo hacer que las voces de los sirios sobre terreno sean escuchadas? ¿Cómo traducimos las luchas de los sirios al público occidental que no necesariamente habla el idioma? No me refiero a hablar árabe, sino más bien el lenguaje político y cultural y la forma en que la gente se está defendiendo, luchando y resistiendo.

A menudo no están necesariamente familiarizados con esas estrategias, y debido a la novedad de la revuelta árabe y la especificidad de la dictadura árabe y la dictadura siria, la gente en Siria ha presentado nuevas estrategias y nuevas tácticas que no son necesariamente conocidas en Occidente . Eso está haciendo más difícil la formación de la solidaridad entre el movimiento popular de base y el pueblo sirio. Creo que debería ser el punto de partida, tratar de construir una esfera pública donde los sirios puedan hacerse oír a fin de explicar el conflicto y la revolución al público occidental.

El movimiento de base occidental debe ser más humilde al intentar entender y apoyar al pueblo sirio. No va a ser fácil, debemos pensar en el largo plazo. Debemos entender la naturaleza de los movimientos contrarrevolucionarios y evitar explicaciones fáciles a través de las teorías conspirativas o “antiimperialistas”, cuyas herramientas analíticas ya no funcionan de la misma manera que antes.

El punto de partida para construir una coalición no es hacer una serie de peticiones a la oposición siria ni a las personas que luchan en la región, sino entender la dificultad de operar en Siria y en la región árabe en general. No denigrar a los sirios porque son demasiado islámicos o demasiado religiosos o no suficientemente laicos, o no suficientemente feministas, etc., sino más bien entender cómo funciona el feminismo en esa región, sin traer los clichés orientalistas. Comprender que el Islam puede ser también emancipador y que las personas pías también tienen el derecho a una política de dignidad.

Ese es un gran proyecto y un movimiento difícil de construir, pero creo que podemos ver algo de eso emergiendo en Occidente y en Estados Unidos. Por ejemplo, hay cada vez más fragmentación en el movimiento contra la guerra. Parte del movimiento contra la guerra se opone a la intervención extranjera ignorando completamente la violencia de la intervención rusa en Siria o la violencia del régimen sirio. Es necesario hacerle frente a esa clase de política obsoleta y por eso creo que un nuevo movimiento contra la guerra debería emerger.

Del mismo modo, los sirios que están en la diáspora también deben entender y apoyar por ejemplo la lucha de Black Lives Matter, entender que la lucha contra el estado policial en los Estados Unidos es una continuación de su propia lucha, y la lucha de los migrantes en Francia contra los xenófobos Partidos es también una continuación de su propia lucha en Francia, en Gran Bretaña, en Alemania etc. Básicamente, la pregunta es cómo creamos ese tipo de movimiento global, cómo hacemos esas conexiones y nos traducimos unos a otros, y entendemos las prioridades de las diferentes luchas, para construir un movimiento horizontal de múltiples capas que aborde todas estas diferentes preguntas.

Creo que esto es necesario en el contexto de la crisis económica; De los partidos xenófobos emergentes en Occidente; También de los grupos yihadistas que han cobrado fuerza no sólo en Siria sino en toda la región. El ímpetu de algunos de los viejos discursos tales como el choque de civilizaciones y la guerra occidental contra fundamentalistas islámicos etc. debe ser rechazado. En cambio, debemos encontrar los puntos en común entre Occidente, Siria y el mundo árabe; Y hacer conexiones entre el movimiento obrero, el movimiento contra la guerra y el movimiento antirracista etc.

Yusef Khalil es un activista socialista en la ciudad de Nueva York. Yasser Munif es un académico sirio especializado en movimientos de base en Siria.

Publicado originalmente en Jacobin Magazine: https://www.jacobinmag.com/2017/01/syria-war-crisis-refugees-assad-dictatorship-arab-spring-intervention-russia/

Traducción al Castellano: Rafaela Apel

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