Día de caos
Desde hace poco menos de dos meses en Venezuela hemos estado viviendo un estado de recesión e involución que se ha intensificado mucho más desde la vez que usted quiera sacar ese dato. Nos tienen sometidos a racionamientos de electricidad por cuatro horas diarias y al sector público, sólo dos días «laborables». No hay que pertencer a algún organismo observatorio para darse cuenta y medir las consecuencias que tales regulaciones ocasionan. En pocas palabras, para no extender lo que todos sabemos; así, no progresa nadie, y he aquí mi ejemplo:
A las 6:00 am aún no tenía luz, pues a mi bloque le correspondía mayor oscuridad y calor desde las 04:00 am hasta las 08:00 am. Para pasar ese amargo y empezar a alistarnos, hicimos café. Con la manga. Sin azúcar. Nos dimos cuenta de que no había.
A las 7:45 am, cerca de 90 personas en la urbanización, la mayoría sin bañarse, llevábamos una hora y media esperando transporte para irnos a nuestras labores. Tampoco había transporte.
A las 08:30 am entré a mi colegio y noto a todos fuera de sus aulas. No hay luz. Devuélvete. La profe dejó todo para el miércoles. Al bloque del colegio le tocaba desde las 08:00 am.
Seguí así el resto de la mañana. Esperando mi segundo turno de clases que empezaba a la 1:15 pm. Al menos el almuerzo no tuvo inconvenientes.
A la 1:15 pm estaba otra vez en el colegio, esta vez ni siquiera me dejaban entrar. El vigilante gritaba que no había clases. Las calles estaban solas. Habían contenedores de basura volteados por todos lados. Voy a hablar en coordinación —mentí—. Quedaban unos pocos estudiantes hablando, vacilando, jugando fútbol. Pregunté qué coño pasaba. Esa mañana después de yo alejarme un grupo de manifestantes convocados por los azules se dirigía al CNE del estado y los verdes/rojos, aburridos, arremetieron contra los estudiantes de los 5 colegios que están cerca de la oficina electoral. Los jodieron con perdigones. Suspendieron las clases. Como consecuencia, perdí cinco materias en el día. Materias importantes. Materias que tiene aplazados y cagados al 90% de quinto año. Un profesor llegó a decir impotente que pasaría como en el liceo de al lado. Que el año escolar se extendería hasta septiembre. ¿No te gusta? Reclámale a tu presidente. Lo peor es que le creí.
A las 4:00 pm ya en casa, directo a Twitter. Mejor no lo hubiese hecho. En el CNE de Caracas a Diego Hernández un comandante de la GNB le arrancó un cartel que decía «Revocatorio Ya». Después se lo llevaron detenido. Adivina que será de él, ya que no puedes hacer nada por su integridad. Más temprano a Capriles le rociaron gas pimienta en el rostro. En el mercado mayorista de Maracay unos grupos enardecidos saquearon varios galpones. Se robaron ellos mismos. Y eso sólo lo que fue registrado.
Día de caos, de represiones, de apagones, de asentamiento, de involución, sin progreso ni avances. Así… así no progresa nadie.
