Inspección de puentes en el Pacífico Sur, setiembre 2014.

Cuanto más hacemos, más podemos hacer.

Jose Porras
Nexus FEITEC
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6 min readFeb 25, 2016

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Artículo anterior: LuTEC, la Magia detrás del Proyecto, por Laura Alvarado

Me pareció muy acertada la frase del escritor inglés William Hazlitt como título de este artículo y a continuación les explicaré el porqué. Al ingresar al TEC la mayoría no sabemos qué esperar de esta nueva etapa y puede llegar a ser una experiencia aterradora, luego de que nos logramos acomodar un poco, usualmente nos ponemos a pensar en terminar la carrera lo antes posible y ponernos a trabajar. Por supuesto que este pensamiento no está mal, pero yo les pregunto ¿Por qué nos quedamos sólo con eso?.

Como muchos, yo ingresé al TEC con el único objetivo de estudiar, graduarme y salir de la misma manera que entré, en ese momento no tenía idea de las personas y experiencias que me esperaban en el camino, ambos factores cambiaron muchísimo mi perspectiva respecto a lo que significa ser estudiante de una universidad estatal.

Al llevar cada vez más cursos de mi carrera comencé a notar la pasión que sentían ciertos profesores por lo que hacían, por enseñarnos y por motivarnos a salir del molde del estudiante común; lo anterior sumado a personas que más que compañeros se convierten en amigos de carrera y que además compartían las mismas ganas de crear.

Mi primera experiencia fuera de mis obligaciones estudiantiles, se me presentó cuando se publicó que el proyecto de puentes e-Bridge necesitaría de estudiantes de la carrera interesados en trabajar con ellos en la parte de inspección de puentes, me anoté de inmediato. A los interesados que cumplíamos los requisitos necesarios nos convocaron a una entrevista para finalmente elegir a los que serían los asistentes de tan importante aporte al país.

Al recibir la noticia de que iba a ser parte del proyecto, me sentí una gran satisfacción y dispuesto a dar lo mejor de mí.

En el mismo año que ingresé al proyecto me pidieron formar parte de la asociación de estudiantes de Ingeniería en Construcción, a lo que sin dudar acepté, inclusive ya había estado ayudando un poco desde “afuera” y ya había rondado mis pensamientos la idea de formar parte como miembro oficial. Si me gustaba mi carrera, ese año simplemente me sentí completamente parte integral de ella, estar realizando labores que además de ser enriquecedoras, servirían para ayudar a la escuela y a los demás estudiantes de la misma.

Representantes de la asociación de estudiantes de Ingeniería en Construcción en el evento InspiraTEC, agosto 2015.

Entonces logré entender que como estudiante se puede hacer más que aprobar cursos, y eso me llenaba como persona.

Días antes de la matrícula y sabiendo que ese semestre iba a iniciar labores con el proyecto, empecé a caer en cuenta de que debía encontrar un equilibrio con mis estudios y vida personal, las preguntas empezaron a inundar mi cabeza, ¿tendré tiempo para todo?, ¿esto afectará mi rendimiento académico?, ¿valdrá la pena todo esto?. Finalmente, luego de dejar ir los miedos, tomé una actitud positiva e hice mi horario normalmente, al mismo tiempo que observaba los tiempos libres que dispondría para trabajar en el proyecto.

Recuerdo que ese semestre, al igual que muchos de los anteriores, tenía varias mañanas libres donde solía aprovechar para descansar durante más tiempo, así que me propuse esta vez utilizar ese tiempo para ir a trabajar al proyecto, fue duro al principio acostumbrarme a madrugar los días que sabía que no tenía clases sino hasta tarde, sin embargo en poco tiempo llegué a acostumbrarme e inclusive me sentía con mas energía.

Como labores del proyecto de puentes, Inicié con labores básicas como por ejemplo desarrollar esquemas de los puentes, llenando formularios y tabulando datos; al tiempo pude empezar con las inspecciones en campo de los puentes donde se le asignan varios puentes a un ingeniero que coordina una gira con alguno de los asistentes del proyecto para que ayude en la inspección. Trabajar en el campo junto a un ingeniero experto en el tema, quien mientras cumplía con sus responsabilidades siempre estaba dispuesto a tomarse un par de minutos para explicarnos conceptos que aún como estudiantes no manejábamos era algo que me llenaba de entusiasmo y muchas más ganas de aprender.

Este será mi tercer año trabajando en el proyecto de puentes y el conocimiento obtenido en ese tiempo ha sido realmente valioso para mí como estudiante. Sabemos que no todo se aprende en las aulas, sin embargo el hecho de ingresar a un proyecto como este donde se aplica lo aprendido en clase (lo que quizás veíamos tan abstracto en una pizarra o como un conjunto de fórmulas que debíamos aplicar) empieza a tener mas sentido al verlo aplicado trabajando en casos reales.

Estar debajo de un puente por más incómodo o cansado que fuese, era una experiencia emocionante que me hacía sentir ya como un ingeniero, sin importar que tanto faltara para que eso fuera una realidad.

Inspección Quebrada Máquina, julio 2014.

Una vez adquiridas buenas experiencias en actividades aparte de los cursos y sin indicios de querer detenerme, se me presentó otra oportunidad y esta vez mediante la participación de una competencia estudiantil a nivel nacional, un reto completamente nuevo para mí. La competencia se basaba en realizar cilindros de concreto permeable donde se calificaría la resistencia y la permeabilidad de estos.

En el momento que se anunció dicha actividad, llamó mucho mi atención y sumado a eso me acompañaban los compañeros cercanos de los que les he comentado, aquellos con la misma mentalidad de hacer cosas distintas guiados por un profesor que creía en nosotros y que estuvo siempre apoyándonos en todas las etapas. Todos juntos tomamos la decisión de participar y crecer en nuevas experiencias a nivel de representación estudiantil de la carrera y del Tec.

Cuando nos inscribimos en la competencia naturalmente queríamos tratar de ganarla, pero también lo hacíamos porque sabíamos que sería de mucho provecho para nosotros. El día de la competencia, y sinceramente para nuestra sorpresa nos presentan con la noticia que los dos primeros lugares habían sido equipos del TEC, equipos que ahora debían representar a Costa Rica en una convención internacional en Denver, Colorado.

Realización de mezcla al costado del CIVCO, julio 2015.

Ahora con la responsabilidad de representar esta vez no sólo al TEC, sino también a Costa Rica. Nos pusimos a trabajar con muchas más ganas, esta vez la competencia caía justamente en semana 17 (sí la semana “colchón”, sí la semana de preparación para exámenes finales), además de los cursos y las mezclas por realizar teníamos también que organizar todo lo referente al viaje y la convención como tal. Ese segundo semestre del año 2015 fue el semestre más duro que había tenido, sencillamente todo se juntó y casi sentía que no lo iba a lograr, al final de cuentas todo salió bien con los cursos del TEC, hicimos un buen trabajo en la competencia e inclusive logré presentar con éxito mi propuesta de proyecto de graduación.

Universidades que participaron de la competencia, noviembre 2015.

No les voy a mentir, como ya lo habrán pensado todo esto requiere de mucho esfuerzo y sacrificios que algunas personas simplemente no estarían dispuestas a hacer, uno se encuentra con personas que le preguntan el porqué de “estar metido en tanta cosa” algunas de mala manera a como otras inclusive con cierta admiración. Finalmente me encuentro con la pregunta de que si me arrepiento de haberlo hecho, por supuesto que no. ¿Lo haría de nuevo? Claro, inclusive hubiera empezado desde mucho antes.

Jose Porras es Estudiante de Ingnieria en Construcción y participa en el proyecto e-Bridge.

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