La era del emprendedor introvertido

Contrariamente a la creencia popular, no necesitas ser una persona extrovertida para ser un empresario exitoso.

¿No me creen?

Echa un vistazo a la enorme cantidad de empresarios de éxito sobre los que la gente habla todos los días. Zuckerberg. Ev Williams. Kevin Systrom. David Karp. Si los nombres no te suenan familiares, tal vez reconozcas éstos: Facebook. Twitter. Tumblr. Pinterest. Instagram. ¿Qué tal ahora, te suena alguno? Ya lo creo. Si bien no puedo hablar personalmente con cada uno de ellos para que se auto-identifiquen como introvertidos, yo sé con absoluta certeza que no son la clase de personas que al toparse contigo en una fiesta van a comenzar hablar (como yo, por ejemplo).

En el pasado, en los eventos de redes de contacto o en las conferencias era donde se lograba una gran cantidad de conexiones. O tu conexión establecía una reunión para ti. Esos escenarios hicieron absolutamente necesario que los jóvenes empresarios fueran extrovertidos si querían sobresalir. Si no eran extrovertidos, tal vez consideraban necesario llevar a alguien en su equipo que sí lo fuera. Pero ahora, es diferente. Estamos en los días de gloria del empresario introvertido. Gracias a la tecnología, ahora hay muchas maneras de construir una compañía, hablar con la gente y hacer conexiones en el mundo de los negocios; todo ello sin moverte de tu escritorio.

Ahora, el cara a cara ya no es la norma. Si bien con el tiempo va a ser necesario cuando estés construyendo un gran negocio, la persona que expones al mundo puede ser determinada por tus interacciones en línea y tu presencia.

La tecnología ha cambiado el juego.

Soy un empresario extrovertido. Eso no es ningún secreto. Mis niveles de energía suelen subir casi al límite cuando estoy al frente de multitudes dando conferencias o discursos. Yo doy lo mejor de mí mismo y me rodeo de un montón de gente.

Pero debido a todo eso, yo nunca trataría de fingir otro lado de mí mismo. Nunca me encontrarás sentado detrás de un ordenador todo el día y haciéndolo todo en línea, porque sé cuáles son mis puntos fuertes. Sé que una reunión me beneficiará porque puedo exponer de mejor manera mis puntos de vista y llevar esa energía a la mesa.

Los empresarios introvertidos tienen que pensar de la misma manera. No lo finjas. Apuesta por tus puntos fuertes. Si necesitas sentarte todo el día en tu escritorio y concentrarte, hazlo. Si es lo que te funciona, trabaja de esa manera. Pero nunca pienses que tienes que hablar más fuerte, ser más extrovertido, tener una personalidad más grande; como la de este servidor, por ejemplo. Este es el momento oportuno para construir tu compañía, y la pelota está en tu cancha.

Los medios sociales, la tecnología y el precedente actual ponen las cosas a tu favor. La escala se ha inclinado. Apuesta por tu personalidad. No lo finjas.

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