Luchar, construir la Reforma Agraria Popular

Relato del VI Congreso Nacional del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra del Brasil (MST) en Brasilia

Oliver Kornblihtt
12 min readFeb 19, 2014

Pasé una semana cubriendo el VI Congreso Nacional del MST en Brasilia para Midia NINJA. Fue una de las experiencias más impactantes y movilizadoras en las que me haya tocado trabajar. Aquí un resumen de los relatos y fotos que hice en estos 5 días.

Rumbo a Brasilia

Parada intermedia del omnibus de la delgación de Rio de Janeiro.

Hace 2 días me enteré de que el lunes arrancaba un congreso nacional del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) en Brasilia, que pensaba reunir 15.000 representantes de la organización política popular más importante de Brasil. Me dijeron algo sobre un micro saliendo de Rio para Brasilia que probablemente ya tuviera su cupo completo. En seguida pensé: “Quiero estar ahí! Quiero vivirlo!” Se me vino a la cabeza la imagen de las celebraciones religiosas de la India con cientos de miles de personas pero con contenido político.

Todos los contactos que moví para que me consigan un lugar en el ómnibus que salía de Cinelandia respondían que ya era tarde y que las listas estaban cerradas hasta que uno, por fin, me dijo que si quería podía intentar ir a la salida del micro a ver si se liberaba un lugar a último momento. Eso hice y ahora estoy sentado escribiendo en el Ginasio Nilson Nelson de Brasilia.

Miembros de la delegación de Rio de Janeiro rumbo al Congreso Nacional del MST

Me tocaron 16 horas de ómnibus junto a una parte de la delegación de Rio que no paró de cantar en toda la noche. “Reforma agraria popula a a a ar… mudar o congreeeessoo” Los cantos de brasil se pegan. La militancia en Brasil se hace con alegría (obvio), con música, con baile. La comitiva que me tocó es más bien intelectual, carioca y de clase media. Hay mucha expectativa y también mucho cariño entre la gente del Omnibus. Nos organizamos en brigadas para el campamento: cocina, seguridad, enfermería, limpieza, entre otras. Yo me anoté en comunicación.

Entrada de representantes de todo brasil en el predio del Estadio Nilson Nelson en la ciudad de Brasilia.

Llegando a Brasilia me encuentro con un mundo de carpas, con familias campesinas de todo el país acomodándose. odo se está preparando para el gran arranque de mañana. Dentro de grandes estructuras tipo circo estamos instalados en carpas chicas y colchones. Cada estado o región tiene su lugar. Doy una vuelta y hago unas primeras fotos, un gaucho de Rio Grande do Sul me invita un Chimarrao, no es lo mismo que mi mate pero, como me lo olvidé en Rio de Janeiro, acepto feliz. A la noche las cocinas se organizan por estado. (Ceará se lleva todo los premios!!! )

Cocinera del estado de Pará
Campesino del sudeste del Brasil toma un Cimarrão.

“Lutar, construir reforma agrária popular!” Ese es el lema. Me siento feliz de estar trabajando para el campo popular, en argentina mi fuerza de trabajo suele ir para los monopolios mediáticos. Afuera resuenan las batucadas y los cantos. Esto es un encuentro, es una lucha y es una fiesta!

Cinco días de congreso me esperan. Listo para ver y escuchar, listo para aprender.

En el primer día

Reveo mis fotos del día, pienso en los comentarios patéticos y racistas de algunos usuarios de Facebook en los posteos sobre el congreso que estamos haciendo con Midia Ninja. Adentro de este mundo la lucha es posible, la lucha es real. Adentro de este mundo hay dignidad campesina, hay compañerismo, hay discusiones, hay reflexiones sobre la historia del movimiento, hay organización y trabajo en conjunto.

Asamblea de la delegación de San Pablo a primera hora de la mañana.
Militantes del MST en la apertura del VI Congreso Nacional.
Delegado del MST cantando en la apertura del VI Congreso Nacional.

Me sorprende el nivel de participación de las delegaciones en las actividades de discusión del congreso, todas las columnas están dentro del estadio durante las charlas que duran horas. Muchos toman notas, casi todos escuchan atentos. Me sorprende el nivel de formación que tiene el general de los militantes del MST.

Fue un día largo que arrancó temprano, a las 6 ya está todo el mundo desayunando. El encargado de la sala de prensa me está echando, ya se quiere ir a dormir. Le pido unos minutos más para terminar de escribir mi crónica de hoy, cuando termine me voy a tomar una cerveza.

Me quedo con la imagen de la asamblea de las juventudes del MST: cientos de adolescentes y jóvenes saltando en el mejor pogo que vi en mucho tiempo. A los dos minutos, todos sentados discutiendo su lugar en la lucha por la reforma agraria, planificando sus acciones para el 2013 y empujando las consignas del movimiento un poquito más a la izquierda (nao vai ter Copa!!!)

Ceará tiene fuerza!

Concentración de la delegación del estado de Ceará en la puerta del Estadio Nilson Nelson.

Entrando al estadio para la apertura del Congreso me encuentro con la delegación de Ceará. Son muchos, una de las columnas más grandes. Desde lejos los cantos con música de forró me atraen: “Essa luta e nossa, essa luta e do povo do Ceará”. Las consignas son de lucha pero la música y el baile son los tradicionales del Nordeste del Brasil. Ceará tiene fuerza, tiene presencia. Me emociono hasta las lágrimas entre campesinos, acordeones y parejas bailando. Es que este congreso reúne mucho de las diferentes tradiciones culturales del Brasil. Cada delegación viene con sus consignas y su lucha a cuestas, pero también con sus músicas, sus comidas, sus costumbres, sus formas de sonreír y de mirar.

Militante del MST de la delegación de Ceará cantando

A panela de pressão

Asamblea matutina de una de las delegaciones del MST antes de entrar al estadio

Me levanto a las seis de la mañana y esta vez consigo desayunar. Voy para el estadio. Todos los días la actividad curricular arrancan a las 8 am con las místicas: teatralizaciones grupales acerca de la historia del MST o algún tema en particular. Me doy cuenta de que no hice ni una sola foto de las místicas en estos días… no las entiendo, me parecen actos escolares. Una amiga de NINJA, militante del MST me dice que los argentinos nunca entendemos lo que son las místicas. Me pregunto por qué será? Hay algo de la dinámica religiosa en las Místicas, pero con contenido político en lugar de sagrado.

Sigue a la mística un largo debate sobre la Reforma Agraria Popular con representantes de diferentes organizaciones agrarias combativas y de las regionales del MST. Casi 4 horas de intervenciones largas con reflexiones sobre la situación actual, sobre las condiciones de posibilidad de una reforma agraria, sobre el avance del Agronegocio (me entero que en el Brasil el 85% de las tierras pertenecen a grandes empresas, muchas de ellas de capitales transnacionales). Todos los que participan en el debate coinciden en la importancia de una alianza entre las organizaciones campesinas populares y también con los trabajadores de la cuidad. El programa impone la necesidad de la reforma agraria, pero también la necesidad de la reforma judicial, de la reforma de los medios de comunicación, de la reforma tributaria. El discurso Agoecológico pisa fuerte, la manera de llegar a la ciudad y que la Reforma Agraria vuelva a ser tema de debate nacional es hacer entender que hay que defender la soberanía alimentaria, defenderla de la utilización indiscriminada de agrotóxicos, de Monsanto, de BASF.

Militantes cantando el himno del MST

Las intervenciones de los representantes de las regionales tienen un tono más militante, Bahía pone a todo el estadio de pie aplaudiendo cuando grita “Tenemos que radicalizar la lucha con más ocupaciones y con movilización!”, San Pablo, por su parte, deja bien en claro: “La tierra, el agua y la minería del Brasil pertenecen al pueblo brasileño!”

La lucha acá se proclama por la tierra, por la reforma agraria y por el socialismo. Me pregunto qué posibilidad real de lucha hay frente a un avance arrollador del agronegocio en la última década, con gobiernos progresistas (en el mejor de los casos) atados de manos por sus alianzas con los intereses de los explotadores, de las grandes empresas, de las transnacionales o por su propia composición.

Brasil parece una gran olla a presión, lista para estallar y con un Mundial que se acerca y tensa todas estas contradicciones.

Sem Terrinha reclamando por el cierre de 35.000 escuelas en Brasil.

Para despejar un poco la cabeza me escapo del estadio a la “Ciranda”, especie de guardería / jardín / escuela de formación para que los chicos también participen de este congreso. En la lucha por la reforma agraria la toma de conciencia de clase arranca desde el nacimiento, los niños del MST se llaman lo Sem Terrinha.

Llego y me encuentro con cientos de nenes y nenas de 0 a 12 años, maestros y muchos voluntarios ayudando a cuidar a los chicos con un amor impresionante. Los cantos son los típicos de un jardín maternal, pero las letras hablan diferente:

“Para sonreir hay que ser feliz, para ser feliz hay que luchar.”

Ya es de noche, escucho la programación de bandas internacionales desde lejos. Mañana es el gran día: movilización de los 15000 participantes al Congreso Nacional.

Las venas de Brasilia

Marcha Nacional del MST avanzando por las avenidas de Brasilia

Siempre quise conocer Brasilia, siempre quise conocer la plaza de los tres poderes, obra maestra del urbanismo de Lucio Costa y la arquitectura de Oscar Niemeyer. Nunca imaginé que iba a conocerlo marchando con 20.000 militantes del MST. Un río de sangre roja corriendo por las arterias del eje monumental, dandole vida a esas ideas arquitectónicas.

Fui a muchas marchas en mi vida pero creo que esta fue la más potente, la más hermosa y la más conmovedora. La organización de la marcha, todas las banderas y remeras rojas, la cantidad de gente, las consignas cantadas y gritadas, la fuerza de los militantes…

20.000 personas en la manifestación del MST en la Plaza de los Tres Poderes

Columna del MST pasando frente al edificio de la cámara de diputados de Brasil.

Me importa muy poco todo el lugar que se le está dando al incidente de enfrentamiento con la policía, los heridos, si hay o no presos… Hay algo mucho más fuerte y más importante que pasó este miércoles y que está pasando esta semana en Brasilia.

Lutar! Construir a Diversidade Sexual!

Josué Vasconcellos: militante del MST de Trememblé, Estado de San Pablo.

Hace tres días conocí a Josué. La primera pregunta que me surgió cuando lo vi fue: Cómo es ser gay en el campo en Brasil? Cómo es ser gay en el MST? Cuando se lo pregunté me dijo: “Porra cara, es una historia muy larga.” Estuve tres días persiguiéndolo para que me cuente su historia. No es que a Josué no le guste hablar, le encanta contar su historia con todos los detalles, hoy nos pasamos 2 horas charlando. Más bien, el contando y yo escuchando.

Josue vive asentado en Tremembé, una región rural del Valle de Paraiba en el estado de San Pablo, milita en el MST hace 5 años. No fue fácil llegar hasta ahí, pero siempre tuvo muy claro que su objetivo era conseguir su tierra y también siempre tuvo en claro que no iba a renegar nada de lo que era él era para conseguirlo. En uno de sus primeros campamentos de ocupación de tierra fue expulsado por la dirección regional. Nunca nadie le dio un motivo pero Josué sabía que era porque una vecina del campamento lo había “denunciado” por su sexualidad. Lloró de rabia en el camino cuando un auto del movimiento vino a buscarlo para llevárselo del campamento. Esa misma noche habló con una dirigente de la coordinación nacional que le dijo “Esto no puede pasar en nuestro movimiento” pero que también al mismo tiempo le dijo “El movimiento es como una madre, cuando se equivoca corrige y compensa”. Sin embargo nadie enfrentó el tema, nadie lo denunció en el MST y tuvo que irse a otra región para volver a empezar de cero en un nuevo campamento.

Josue pasó dos años lejos de su familia en Iaras. En ese tiempo entró a la escuela estadual de formación de dirigentes del MST, consolidó su militancia y se perfiló como líder local a base de trabajo y discusión. Sus compañeros de Iaras sabían sobre su sexualidad y no hacían problema, pero era un tema del que no se comentaba ni se hablaba. Irónicamente, después de este tiempo en que fue consolidando su lugar en Iaras, una vez que estaba visitando a su mamá en Tremembé fue llamado para hablar con los mismos dirigentes regionales que lo habían expulsado. Amablemente lo invitaron a asentarse en una tierra que había quedado vacante, el sueño de su vida: tener su tierra. Del motivo de su expulsión dos años atrás…ni una palabra (Una madre que compensa pero no acepta sus errores con palabras, ni pide disculpas.) Josué construyó su casa en el campo que trabaja en Tremembé cerca de su familia.

Cuando le pregunto si lo que le pasó a él es común en el MST me contesta que en todos estos años de militancia lo charló con varios compañeros, muchos de ellos gay y nadie vivió nada parecido, o por lo menos nadie lo cuenta. Cuando le pregunto por qué no abandonó el movimiento cuando fue expulsado del primer campamento me dice que él tenia un objetivo mayor que era conseguir la tierra, que todo lo que le pasó lo obligó a enfrentar dentro del movimiento lo que no había podido enfrentar afuera en la ciudad. Josué es hoy uno de los líderes de la juventud del MST de San Pablo, todos sus compañeros saben de su sexualidad y nadie hace tema por eso. Sin embargo no es algo que se manifieste explícitamente. Le pregunto si se imagina conviviendo con un hombre en el terreno de Trememblé, me contesta que tiene una pareja de mujeres vecinas viviendo juntas, me dice que él todavía no encontró al compañero con quien compartir su casa y me guiña un ojo… gatinho.

Vuelta al mundo “real”

Saliendo de Brasilia en Omnibus, el atardecer de nubes tormentosas del planalto pone un clima místico la partida. “Sabe gente , o que cantar, como andar, onde ir. O que decer, o que callar, a quien querer.” Yo me pregunto…cómo contar todo esto que me llevo en la cabeza, en los ojos, en el pecho y en el corazón. Fueron días movilizadores, fueron días emocionantes, fueron días de mucho trabajo, de mucho aprendizaje.

Tienen que estar muy orgullosos los brasileños de tener una organización como el MST, un ejemplo de lucha, un ejemplo de construcción colectiva, un ejemplo de militancia en cada uno de sus militantes. Haber podido participar en estos días de este mundo aparte que fue el congreso es un lujo, es una de las experiencias más revolucionarias que viví.

Mística final del Congreso Nacional del MST

Mirando la mística de cierre final con ese corazón rojo gigante latiendo se me venía todo el tiempo la pregunta a la cabeza: Por qué el mundo tiene que ser un lugar tan choto? Por qué si existe esto, si existe otra forma de ser en el mundo, de pensar, de trabajar, de mirar, de pelear, de amar… Da bronca… dan ganas de salir a cambiar el mundo.

Desfile en la mística final del Congreso.

Estoy en una parada de micros en el camino a Rio, vuelta a la realidad de un solo golpe! La gente se agolpa contra el mostrador, miran con cara de culo a la pobre chica que atiende que no da abasto, protestan porque su salgado no está caliente… Qué difícil volver al mundo “real”!!!

Para ver el informe de Midia Ninja sobre el VI Congresso Nacional do MST entre aquí.

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