Ariadna Arbelo
7 min readMar 31, 2015
Nunca confíes en una empresa para hacer el trabajo de una biblioteca

Al tiempo que Google abandona su pasado, los archivistas de Internet dan un paso adelante para intentar salvar nuestra memoria colectiva

En 1999, un año antes de su lanzamiento, Google redactó su misión, marcando el curso de la compañía para la década siguiente:

«La misión de Google es organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil».

Durante años, la misión de Google incluía la conservación del pasado.

En 2001, Google hizo su primera adquisición: los archivos Deja, la colección más grande de archivos Usenet, relanzada por Google con el nombre de Grupos de Google y complementada con mensajes archivados desde 1981.

En 2004, Google Libros mostró la intención de la compañía de escanear todos los libros conocidos, asociándose con librerías y desarrollando sus propios escáneres de libros capaces de digitalizar 1.000 páginas cada hora.

En 2006, se lanzó el Archivo de Google Noticias, con noticias históricas que datan de hace 200 años. En 2008, se expandieron para incluir sus propios documentos digitalizados: periódicos escaneados que nunca habían estado en línea.

En los últimos cinco años, empezando allá por el 2010, las cambiantes prioridades de la dirección de Google dejaron estos proyectos de archivo en el limbo o completamente abandonados.

Después de una serie de rediseños, los Grupos de Google se han vuelto totalmente inútiles para propósitos de investigación. No hay forma de buscar los archivos por fecha, aunque aún se encunetran en línea.

El archivo de Google Noticias, que está muerto, asesinado en 2011, ahora redirige a los usuarios al uso de Google.

Google Libros aún se encuentra en línea, aunque, en los últimos años, ha limitado sus trabajos de escaneado, desanimado por una década de peleas legales que aún continúan. El blog oficial dejó de actualizarse en 2012 y la cuenta de Twitter permanece inactiva desde febrero de 2013.

Incluso la búsqueda de Google, su buque insignia, ha dejado de centrarse en la historia de la web. En 2011, Google eliminó la vista cronológica (Timeline), quedando como alternativa el que los resultados de las búsquedas se filtraran por fecha; mientras que una serie de grandes cambios en su algoritmo de posicionamiento de búsqueda ha favorecido a las páginas nuevas sobre las más antiguas de conocidas fuentes (en detrimento de otras).

Hace dos meses, Larry Page dijo que la compañía ha dejado atrás la que, durante 14 años, ha sido su declaración de misión. Su ambición ha crecido y sus prioridades han cambiado.

En 2015, Google se ha centrado en el presente y el futuro: esfuerzos en las redes sociales y los móviles, experimentos con robótica e inteligencia artificial, vehículos autónomos y fibra óptica.

Parece ser que organizar la información mundial no siempre es rentable. Los proyectos que mantienen el pasado por el bien común no son, realmente, un gran centro de negocios. El viejo Google lo sabía, pero no parecía importarle.

El deseo de conservar el pasado murió junto con el «20% time», con Google Labs y con el espíritu de experimentación casual.

Puede que Google haya tirado la toalla en lo que al pasado se refiere, pero, afortunadamente, hay alguien ahí para recogerla.

El Archivo de Internet (Internet Archive) es conocido, principalmente, por archivar la web, una tarea llevada a cabo sin descanso desde 1996, dos años antes de que se fundara Google, por una organización sin ánimo de lucro con sede en San Francisco.

La Wayback Machine indexa, a día de hoy, cerca de 435 mil millones de páginas web, remontándose, incluso, hasta hace caso 20 años. Es el mayor archivo de la web.

Para la mayoría de la gente, todo acaba ahí. Pero eso es apenas arañar la superficie.

La mayoría no sabe que en el Archivo de Internet también se pueden encontrar:

Este último punto, la colección de software, puede cambiar la percepción pública y el conocimiento del Archivo de Internet.

Pantalla de título de Neuromancer (1988). Banda sonora de Devo. Sí, en serio.

Los trabajos de conservación de software, iniciados por el archivista/cineasta Jason Scott, empezaron en 2004 desde su propia página web, con una masiva colección de CDs de shareware de la época de la BBS.

Tras unirse al Archivo de Internet como trabajador, empezó a recopilar en sus servidores todo el software antiguo, así como software recuperado de sitios históricos de FTP, páginas de shareware, archivos grabados y todo lo que pudiera encontrar.

Pero, hoy en día, utilizar software antiguo puede ser complicado incluso para cerebritos experimentados, siendo necesario, a menudo, un montón de utilidades de archivo desfasadas, extraños formatos de archivo y emuladores para que funcionen.

En octubre de 2011, Jason Scott escribió una llamada a las armas en la que pedía que la historia de la informática fuera accesible y alcanzable — mediante el uso de los sistema clásicos a los navegadores.

«Sin querer sonar demasiado superlativo, creo que esto cambiaría la historia de la informática para siempre. La habilidad de recuperar software y utilizarlo desde la ventana del navegador permitirá, al instante y a millones de personas, que recuerden y revivan su experiencia con la informática.»

El proyecto empezó con un intento de port de MESS en Javascript, el increíble proyecto de código abierto que trata de emular a cerca de 900 ordenadores, consolas y plataformas de hardware, desde una Atari 2600 y un Commodore 64, hasta tu viejo Speak & Spell y la calculadora gráfica de Texas Instruments.

Dos años después, era real.

En octubre de 2013, el Archivo de Internet tanteó el terreno con la Colección histórica de Software, 64 juegos y aplicaciones de la historia de la informática, utilizables desde el navegador. No es necesaria su instalación — solo un clic y puedes probar el Spacewar! de la PDP-1, VisiCalc del Apple II o Pitfall para la Atari 2600.

En Navidades lanzaron The Console Living Room, cerca de 3.000 juegos de una doce de consolas diferentes. Se presentaron sistemas populares como ColecoVision y Sega Genesis, pero también otras consolas más desconocidas y difíciles de encontrar como la Channel F de Fairchild y la Watara SuperVision.

Un año después, lanzaron Internet Arcade — cientos de clásicos juegos arcade emulados mediante JSMAME, parte del paquete JSMESS.

A principios de este mes, el Archivo llenó los titulares con el último añadido a su colección: cerca de 2.300 juegos vintage de MS-DOS, jugables desde el navegador.

Un logro técnico: los juegos se juegan en el popular emulador DOSBox, llevado a Javascript por un brillante y talentoso ingeniero.

La experiencia de hacer clic en un enlace y jugar a un juego que no has visto en 25 años es mágica y muchas otras personas han sentido lo mismo.

Las noticias sobre la Colección de juegos de MS-DOS tuvo una amplia cobertura mediática, incluyendo a The Washington Post, The Verge y The Guardian, con cientos de personas visitando el sitio cada minuto.

Millones de personas están descubriendo software que nunca antes habían conocido o están jugando nuevamente a juegos de su pasado. Se están grabando vídeos de Cómo jugar a juegos de hace 30 años en una ventana de Chrome.

Cuando se lanzó, hubo docenas de comentarios confusos de gente preguntándose que qué tenían que ver los viejos videojuegos con la historia de Internet.

En mi opinión, esta confusión radica en la percepción errónea de que el Archivo de Internet es solamente una institución para salvar páginas web.

Pero su misión y lema son mucho más amplios:

Acceso universal a todo el conocimiento.

El Archivo de Internet no es Google.

El Archivo de Internet es un caótico y hermoso desorden. No está bien organizado y sus herramientas para navegar y buscar la riqueza del material aún son rudimentarias, pero está mejorando.

Sin embargo, este proyecto de emulación de software me recuerdan, al menos a mí, al tipo de cosas que Google habría probado en 2003. Grande, atrevido, técnicamente desafiante y por un bien mayor.

Este esfuerzo es la perfecta muestra de lo que hace al Archivo de Internet grandioso, con repercusiones para el futuro que no lograremos apreciar del todo hasta dentro de algunos años.

Pero hemos visto un destello de ello: la semana pasada uno de los desarrolladores de JSMESS logró que funcionara Netscape en Windows 3.1 con conexión funcional de redes. Toda la historia de la informática está al alcance de nuestras manos, accesible con un solo clic y este es el primer paso.

Jugué al solitario mientras esperaba a que Trumpet Winsock conectase a Internet. Desde una pestaña de Chrome.

No se trata solo de juegos, esto es solo la punta del iceberg.

Se trata de preservar nuestra historia digital, que como sabemos ahora, es tan fácil de borrar como 15 años de GeoCities.

No podemos esperar que las compañías con ánimo de lucro se preocupen del pasado, pero podemos apoyar a las organizaciones independientes, sin ánimo de lucro, que sí lo hacen.

Pantalla de título de Abandoned Places: A Time for Heroes, un RPG de 1993 del que nunca había oído hablar, pero al que empecé a jugar a los diez segundos de ver su título por primera vez.