10 cosas que las mujeres no saben sobre llegar a los 40

1. Te saldrán líneas de expresión en la cara por sonreír, pero te tendrá sin cuidado pues significa que sonríes mucho, lo cual es señal de llevar una vida fabulosa.

2. Después de haber criticado cada parte de tu cuerpo durante varios años y sentido que no valías la pena porque eras muy gorda/flaca/baja/alta/extraña, das un giro y empiezas a sentirte cómoda contigo misma. Ahora tratas de bailar break dance en las bodas y no te importa qué tan loca te ves. En las noches de karaoke cantas canciones de tus bandas femeninas favoritas de los años 80 enfrente de un grupo de desconocidos. Te importa poco si cantas horrible porque la vida es muy corta, ¡carajo!, y así es que se forman los recuerdos.

3. Te vas a la cama cuando estás cansada. Realmente disfrutas de un sueño reparador, de la comodidad de una manta/cobija caliente y de tener un techo sobre tu cabeza. Sabes que no todos cuentan con estas cosas y te sientes agradecida.

4. Adquieres resiliencia. Te ha tocado lidiar con mucha mierda y has salido adelante. Sabes qué constituye una crisis verdadera y has vivido trauma real. Sabes cómo manejar todo tipo de situaciones difíciles y has estado ahí para los demás cuando han atravesado malos momentos.

5. Nunca se te olvida decirle a las personas que las quieres. Cuando llegas a los 40 es posible que hayas perdido seres importantes en tu vida. Reconoces la importancia de decirle a las personas qué sientes por ellas mientras tengas la capacidad de hacerlo. Empiezas a dar más abrazos.

6. Tienes un grupo muy sólido de amigas/os increíbles. Puede que te haya tomado algún tiempo, pero has logrado eliminar a los manipuladores, los desalentadores y a quienes atraen el drama. Lo que te queda es un grupo de gente maravillosa que te conoce verdaderamente y te quiere por la persona que eres. Ellos son tus verdaderos amigos. Te animan cuando tienes éxito y no te dan la espalda cuando estás sufriendo.

7. Ya no te importa ser padre/chévere/guay y por esta razón te conviertes en la persona más padre/chévere/guay que alguna vez haya sido. Esto puede significar lucir prendas de los años 90 (o de antes) o escuchar música que te avergonzaba admitir que te gustaba. Te importa un culo lo que piensen de ti y es lo mejor.

8. Adquieres temple. No comprometes tus principios. Luchas por lo que es importante. Le haces saber a la gente si te han lastimado. Pides disculpas cuando lastimas a los demás. Sigues con tu vida.

9. Dejas de actuar como una idiota. Cuidas más de ti misma, pero te haces menos egoísta. Sabes apreciar la belleza de lo que te rodea. Dejas de tomarte autofotos y empiezas a deleitarte con los atardeceres. Aceptas cumplidos sin contestar con un comentario negativo sobre ti misma. Te das cuenta de que, en la mayoría de los casos, tienes más opciones de las que crees. Dejas de desperdiciar tu tiempo haciéndote la víctima de circunstancias que tienes el poder para cambiar.

10. No te dejas engañar por el bombardeo de mensajes culturales sobre el envejecimiento. Todos son mentiras. Llegar a los 40 es extraordinario.