Trabaja mejor
Me han dicho que saco un montón de trabajo muy rápidamente. Tanto por los trabajos de cliente que realizo, como por el gran número de proyectos paralelos y aficiones que tengo en un momento dado.
Aquí están algunas de las cosas que he descubierto que me funcionan a mi.
- Date de baja de cualquier newsletter que no quieras devorar inmediatamente. Cuanto más vacío esté tu bandeja de entrada, menos cosas tendrás que atender y no tendrás que filtrar tanto cuando llegue el próximo email.
- Si un e-mail no necesita respuesta o que realices alguna acción, archívalo. Una bandeja de entrada vacía es una cosa maravillosa. Utiliza tu bandeja de entrada cómo una lista de tareas, y archiva los emails que no necesites.
- Usa sólo un programa a la vez. Si no estás usando las redes sociales, mantenlos cerrados. Si has terminado de mirar tus emails, cierra eso también. Si no estás navegando la red, cierra tu navegador. No dejes nada abierto en el fondo. El multitasking hace que sea complicado centrarse y hace que las tareas lleven más tiempo (porque estás constantemente distraído).
- Apaga todas las notificaciones. Esto incluye las notificaciones de e-mails nuevos, nuevos «me gusta», nuevas menciones. Todo. Si sale en tu pantalla, apágalo mientras trabajas.
- Céntrate en pequeños incrementos. Espacios de tiempo de 30–45 minutos del tirón. Luego toma un descanso, estira, mea, bebe agua, mira por la ventana distraídamente, comprueba tus redes sociales. Después de un minuto o dos, déjalo y vuelve a la tarea.
- Si estás frustrado, vete. Respira aire puro, come algo, medita durante 10 minutos. Vuelve con la mente fresca.
- Dona tu televisión. Es increíble la cantidad de cosas que puedes lograr en un día si no estás pasivamente sentado en el sofá con la mirada perdida en imágenes en movimiento.
- Mantén una bitácora de lo que comes durante el día y cómo te sientes después. Te sorprenderías de cómo la comida afecta nuestro estado mental. Te puede hacer sentir cansado, acelerado o incapaz de concentrarte. Averigua que tipos de comida te producen ese efecto y evítalos. Probablemente veas una relación entre comidas frescas y saludables y la capacidad de centrarte mejor.
- Sigue a menos gente en las redes sociales. Elimina a gente que no te aportan nada. No es nada personal, y puedes seguir pensando que son gente genial. Céntrate en relaciones y valor, y menos en el juego de los números.
- Trabaja durante tus momentos más productivos. Todos tenemos un momento del día dónde parece que nos concentramos mejor y conseguimos hacer más cosas. Durante esos momentos, apaga tu teléfono y el email, nunca programes reuniones y elimina las distracciones.
- Apaga los e-mails de redes sociales. ¿Realmente necesitas saber cuando alguien te añade como amigo? ¿Cuándo te menciona? ¿Cuándo sugiere un libro? ¿Cuándo te invita a un evento? No dejes que esas redes sociales bombardeen tu bandeja de entrada con notificaciones. Puedes acceder a estas redes sociales y comprobar tus mensajes, menciones o «me gusta» cuando estés en el momento de realizar esa tarea.
Es curioso como las horas dedicadas a una tarea pueden ser utilizadas como una insignia de honor. No trabajes duro, trabaja mejor, porque estar atareado no es lo mismo que ser productivo. Haz que las tareas tarden menos, para que puedas lograr más y luego tener tiempo para otras cosas, cosas mejores.
Sepa que la eficiencia no funciona (ni debería) para todo o cada situación. No sea eficiente con: pasar tiempo con tus seres queridos, reír hasta que te duela el estómago, abrazarte con tus mascotas o pasear por el bosque. Cosas como esas no necesitan plazos, metas u objetivos. Cuanto más te pierdas en estas cosas, mejor serán.
Este artículo apareció originalmente en mi ‘newsletter’, The Sunday Dispatches.
