En estos tiempos todos somos escritores pero, ¿lo soy yo?

Cristina Juesas
4 min readSep 10, 2015

por Grey Drane, traducido por Cristina Juesas

Del mismo modo que, aproximadamente, una de cada dos personas con las que te topas en estos tiempos, llevo unos cuantos años aspirando a ser escritor. La realidad es que soy bastante bueno haciéndolo, tanto técnica como lingüísticamente hablando. También me he ganado la vida durante 15 años como traductor profesional, así que tengo mucha práctica escribiendo (en el sentido más estricto de la palabra). La cuestión, sin embargo, es que siempre «fallo» en esos test de «Sabes que eres un escritor si…» y nunca me reconozco en más de uno o dos de los rasgos que un escritor se «supone» que debe tener.

Así que últimamente me he estado preguntando: si no soy un escritor, ¿qué soy? O ¿soy un escritor y únicamente no encajo en el molde de lo que se «supone» que debe ser un escritor?

Podría decir que «soy» un traductor. Vale, parece razonable. Después de todo, es lo que soy. Y soy bastante bueno traduciendo, si se me permite decirlo. Pero no puedo decir que me encante. Al menos no el tipo de traducción con la que me gano la vida, que es sobre todo financiera, económica, administrativa y otro tipo de textos relacionados con el mundo empresarial. Disfruto traduciendo un poquito de ficción cuando aparece en mi camino, más que áridos temas de negocio.

Pero luego está el hecho de que a mí, en realidad, no me gusta el italiano (el idioma que traduzco). No porque sea difícil (que no lo es) o porque suene mal (que tampoco). No me gusta el italiano porque me suena siempre tan obligado, tan forzado. Hay un dicho aquí que dice que solo la gente de Florencia habla realmente italiano como lengua materna y tengo la sensación de que hay un poco de verdad en eso. Sí, las personas más jóvenes no hablan sus dialectos locales tanto como las generaciones anteriores (o quizá es más exacto decir que hablan italiano mejor que las generaciones anteriores), pero todavía se aprecia una clara diferencia en la facilidad y comodidad con la que una persona joven habla (aunque sólo sea en parte) en su dialecto y cuando están haciendo un esfuerzo consciente para hablar bien italiano. Antes de irme demasiado por la tangente, con todo lo anterior quiero decir que no me veo a mí mismo «encontrando mi felicidad» traduciendo italiano, independientemente del tipo de texto. Quizá si pudiera traducir del dialecto veneciano, pero ¡¿quién escribe ya en veneciano?!

Uno de los rasgos que siempre encuentras en esos «Sabes que eres un escritor si…» es un poco una variación sobre el hecho de que siempre le estás corrigiendo la gramática a alguien y este es uno de los únicos que siempre se puede marcar la casilla correspondiente. Así que si no soy un escritor o traductor, tal vez soy un editor. Me gusta la edición y la idea de ser editor pero ¿cómo podría alguien como yo abordar el convertirme en un editor? Esto no es como la escritura. No puedo ponerme «simplemente a editar». Tiene que haber alguien que me permita editar su obra. Tienen que querer que yo lo haga y (lo ideal) sería que quisieran pagar por hacerlo. Pero yo no estoy graduado en filología inglesa. Sólo tengo una licenciatura en Administración de Empresas. Sé que sería bueno editando, pero ¿cómo puedo probárselo los demás? Si edito algo que no me han pedido, lo más probable es que haga enfadar a alguien.

Así que vuelta a escribir, ya que es algo que puedo «hacer sin más». Pero el hecho es que no lo hago. No demasiado, al menos. Y, desde luego, no de forma compulsiva. A todas horas se me ocurren esbozos de ideas sobre cosas para escribir (tanto de ficción como de no ficción), pero o no las anoto inmediatamente y luego me olvido de ellas o, si por alguna razón me acuerdo, luego decido que no sé demasiado sobre ese tema como para escribir con algún tipo de autoridad, o encuentro cualquier otra razón — todas debidas esencialmente a mi falta de confianza, creo — para no escribir sobre ello.

Hablando de esto y de las cosas que soy, «soy» algo introvertido, así que prefiero expresarme por escrito (por contraposición a hablar) porque me proporciona tiempo para procesar mis propios pensamientos a mi ritmo. Solía perder mucho tiempo en terminar de escribir mensajes en foros de temas que me interesaban, pero casi siempre eran temas que habían empezado con las ideas de otros y respondiendo a sus posts, y no tanto ofreciendo mis propias ideas como punto de inicio. De hecho, esta propensión a construir sobre las ideas de otros también me ha llevado en la dirección de la edición o algo similar pero, de nuevo, ¿cómo empezar?

Mientras tanto, voy a aprovechar Medium para comprobar si es el tipo de plataforma que necesito «solo para escribir». Desde hace muchos años he tratado de bloguear de vez en cuando y nunca he tenido mucho éxito, pero puede que Medium sea lo suficientemente distinto de los blogs como para encontrarme con que soy, después de todo, un escritor.

Quizá si recomiendas esta historia (¡haciendo clic en la cosita verde con forma de corazón de ahí abajo!), me convencerás de que realmente ¡soy un escritor!

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Cristina Juesas

Once I pop, I can't stop! ❀ Dircom. Hub. Consultant. Blogger. Curious. Always ready for new adventures. Licensee & Curator @TEDxVGasteiz. Ikasten ari naiz .·.