Sobrehumano

Por qué DEBES dejar tu zona de confort para encontrar la felicidad

Evelyn Wittig
6 min readJan 7, 2015

Mira alrededor de dónde estás ahora mismo.

Supongo que estás leyendo esto en la gran pantalla de tu ordenador en el trabajo, sentado en tu silla de oficina que se ajusta a tu altura, con una taza de café junto a ti.

O tal vez estás en la biblioteca, revisando Facebook, utilizando su WiFi gratis durante un descanso de estudio.

A menos que estés ya en casa finalizando el día, acurrucado en pijama en el sofá con tu iPad, con una pizza recién entregada, aún caliente en su caja sobre tu regazo.

Dondequiera que leas esto, apuesto que estás sumergido hasta las rodillas dentro de tu zona de confort.

Yo he estado allí. Muchas veces todavía sigo allí. Pero entonces recuerdo que tengo que dejarla.

Antes de convencerte que la dejes también, me gustaría que hicieras una cosa.

No te preocupes, no tendrás que levantarte (todavía). Sólo quiero que te hagas unas cuantas preguntas. Mira hacia las áreas importantes de la vida:

Motivación: ¿Estás emocionado de salir de la cama por la mañana? ¿Te despiertas 1 minuto antes de que suene la alarma y dices: «¡Hagámoslo!»?

Ejercicio: ¿Estás entrenando con regularidad? ¿Caminas mucho durante el día? ¿Usaste las escaleras o el ascensor esta mañana?

Dieta: ¿Qué comiste en tu última comida? Si incluía «glaseado», «endulzado», «McAlgo» o «frito», es posible que necesites reconsiderar tus opciones de comida.

Iniciativa: ¿Es tu cerebro rápido e ingenioso? ¿Hiciste el crucigrama de esta mañana? ¿Puedes resolver una integral a mano? ¿Cuándo fue la última vez que encontraste una solución creativa para un problema en el trabajo? ¿Refleja tu cuenta bancaria tu trabajo en un número adecuado?

Calma: ¿Estás libre de ansiedad? ¿Tienes miedo de lo que el lindo compañero de trabajo de la oficina de al lado le dijo a su amiga sobre ti en la cocina? ¿Te despiertas por la noche, preocupado por el mañana?

Trata de asignarle un número a cada una de esas categorías. Súmalos, divídelos por 5, y así obtendrás la media.

Una estimación aproximada de tu felicidad.

Ahora: Dime tu número.

(En serio, ¡dímelo!)

Si es un 7 o más alto, ¡felicidades! Te sentirás como en casa aquí, ¡tal véz podamos reunirnos un día e intercambiar ideas!

Si la puntuación es menos que 7, entonces tienes muchas más razones para quedarte.

Porque aquí va un secreto:

Así de maravillosas y útiles como son todas estas comodidades modernas en las cuales nos apoyamos, éstas algunas veces realmente nos impiden que seamos felices.

Un buen ejemplo:

Mientras, de acuerdo con Wikipedia, las sillas de oficina son en realidad ‘ajustables para proveer el máximo confort’, ¿a quién crees que se le ocurrió esta idea?

A Charles Darwin.

Él le colocó ruedas a su silla para poder trabajar más rápido e investigar muchas más especies. El tipo pasó 5 años en un barco, enfrentando terremotos y mareos, estudiando historia natural y geología —temas por los que nadie lo recuerda hoy en día— y trabajo tanto que en algunas ocasiones casi se mata.

A mí me suena muy incómodo. Aquí una cita de este hombre:

«Un hombre que se atreve a perder una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida».

¿Y qué hay de Facebook?

Inventado por un tipo que aprendió programación cuando tenía 10 años. La única cosa que aprendí cuando tenía 10 años es cómo lograr que Charmender evolucionara a Charizard. El tipo tampoco permitía a la gente comer durante los maratones de trabajo.

Demasiado incómodo.

¿Y el iPad? El trabajo de un hombre que batalló contra el cáncer con todas sus fuerzas en muchas ocaciones, con el objetivo de empujar hacia adelante a la raza humana. El habló públicamente hasta que le fue posible.

Su última presentación se llevó a cabo a sólo 122 días antes de su muerte.

Ellos salieron fuera de su zona de confort diariamente, para que tú puedas quedarte en la tuya.

¿Estuvo su vida llena de arco iris y malvaviscos?

Por supuesto que no.

¿Dejarán este mundo con una sonrisa en sus rostros?

Lo puedes apostar.

¿Pero cuál es su lección? Yo creo que es la siguiente:

No es cuando abrimos el agua caliente en la ducha en la mañana por la 1423 vez el momento en que estamos más felices, sino cuando llegamos hasta nuestros límites, aprendemos a lidiar con algo nuevo, sentimos el ardor de nuestros músculos a medida que crecen y hacemos todo lo posible y más por ayudar a otros.

La incomodidad conlleva al crecimiento. Y el crecimiento conlleva a la felicidad.

La buena noticia es que eso hace que la felicidad sea muy fácil de encontrar. Literalmente, todo lo que tienes que hacer, es buscarla.

Si empiezas a dejar tu zona de confort el día de hoy, te garantizo que te convertirás en un sobrehumano —con el poder de sanarte a ti mismo, a tu salud, a tu riqueza, a tu vida amorosa, y, lo más importante, a tu felicidad.

No importa en que te quedes corto en las áreas antes mencionadas, cambia una sola, una pequeña parte, y te prometo que por eso serás más feliz mañana. Porque saliste fuera de tu zona de confort y eso hizo que crecieras.

Ahora no estoy sugiriendo que saltes de un avión, o que corras una maratón, o que resuelvas el problema del Premio del Milenio ahora mismo.

Pero pregúntate lo siguiente:

¿Cuándo fue la última vez que tomaste una decisión consciente para dejar tu zona de confort?

Decisiones, como:

  • Tomar la ruta un poco más larga cuando te fuiste caminando a tu trabajo.
  • Caminar o coger la bicicleta para ir al trabajo en lugar de ir en auto.
  • Tomaste tu café sin leche ni azúcar.
  • Aumentaste 5 kg el peso en tu rutina de pesas, solamente para probar si podías levantarla.
  • Comiste papas fritas sin salsa de tomate, o la hamburguesa sin las papas fritas, o incluso te volviste vegetariano o vegano por un día completo.
  • Leíste un libro sobre genética o física nuclear.
  • Descubriste la fórmula con la cual tu banco genera los intereses en tu cuenta.
  • Escribiste una página completa a mano, sin importar cual fuera el tema.
  • Pensaste una manera inteligente de invitar a salir a la chica que se ha sentado a tu lado toda la semana.
  • Llamaste a un viejo amigo con quien no hablabas hacía años, y le diste las gracias por todos los buenos momentos que pasaron juntos.

¿Qué puedes hacer hoy, para dar ese pequeño paso fuera de tu zona de confort?

No hay nada de malo en comenzar con algo pequeño, Roma no se hizo en un día, según el dicho. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que no te guste, y entonces regresas a lo que estabas haciendo antes. Y algunas veces lo harás. Sin embargo algunas veces no lo harás.

No importa el resultado que obtengas, tu cerebro te recompensará con dopamina, endorfinas y oxitocinas y alguna que otra hormona de la felicidad. Será la forma en que tu cerebro te dirá:

«Gracias por intentar algo nuevo, gracias por dejar tu zona de confort y aprender algo nuevo hoy».

Si Darwin, Zuckerberg y Jobs hubieran coincidido en una oración para dejarte, seguro que dirían esto:

Cada paso que das fuera de tu zona de confort es un paso más cercano a la felicidad.

¿Quieres aprender como dejar tu zona de confort, paso por paso? ¿Mejorar tu vida construyendo hábitos significativos y duraderos? Registrate en Coach.me. ¡Estoy aquí para ayudarte! (Mándame un correo a niklas.goeke91@gmail.com y recibe un cupón con una semana de coaching gratuito.)

Originalmente publicado en niklasgoeke.com el 28 de septiembre de 2014.

--

--

Evelyn Wittig

God, family, friends...music, books, traveling, writing, love translating Medium stories ....marketing, communication Thanks for reading! Gracias por leer :)