Mi hija está en peligro
La semana pasada saqué a jalones grandes trozos de mi barba. Un par de pelos a la vez. Se veía tan horrible que tuve que afeitarme y empezar de nuevo. Había espacios grandes y evidentes. Extraño. Nunca había hecho eso antes — eso, o tener un hijo en este tipo de peligro.
Si sólo este peligro tuviera la forma de un hombre, acercándose a mi hijo con un cuchillo. Entonces podría ser útil y me tiraría frente al Peligro y lucharía entre cortes. Con nada más que la adrenalina, pulverizaría la cara de Peligro en el pavimento hasta que la policía llegara.
Pero no tengo poder para luchar contra ésto, y es por eso que he estado enojado con Dios. Yo no puedo ser el héroe y arreglar ésto. Él no me deja ser el héroe.
Múltiples médicos nos han dicho a mi esposa y a mi que nuestra hija aún por por nacer, Everly, no vivirá más de dos semanas después del nacimiento. No importa cómo un médico te lo diga, yo oigo “Muerta. Su bebé está muerta.”
Una semana está muerta. La semana siguiente se ve prometedor. Un par de semanas más tarde, ella es declarada muerta de nuevo. Esa segunda vez es cuando me saqué la barba a jalones.
Everly ha sido diagnosticada con lo que comúnmente se llama enfermedad de los huesos de cristal, u Osteogénesis Imperfecta. Abreviada se le llama OI. Esto significa que sus huesos se rompen con facilidad. Everly ya se ha roto las dos piernas y varias costillas solamente al estar en el útero.
Muchos bebés con OI sobreviven y crecen sanos. Algunos no lo logran. Nuestros médicos piensan que Everly tiene la más grave y letal— El tipo 2. (El Tipo 1 no es tan grave. Así es, alguien las ordenó equivocadamente.)
Anoche en Olive Garden, unos nuevos amigos nos contaron cómo les dijeron lo mismo. Su hijo con OI se va a morir. La cosa es que, mi mujer tuvo entre sus brazos a ese bebé, por lo que sabemos que los médicos se han equivocado antes.
Cuando escuché a este bebé llorar, me di cuenta de algo. Siempre he sentido pena por los padres que tienen un niño que llora en un restaurante lleno de gente o en un avión. Yo no. Si mi hija llora en momentos inconvenientes, voy a dar gracias a Dios que esta pesadilla ha terminado. Voy a dar gracias a Dios que Everly está viva.
Mientras tanto, esta pesadilla está sentada en la parte inferior de mi estómago y a la espera de una oportunidad para brotar en mi garganta. O tal vez pasará maravillosamente.
Le he estado leyendo a Everly por las noches, a pesar que todavía está en el útero de su madre. El libro que estamos leyendo tiene este subtitulo: Toda historia murmura su nombre. Éste es un pasaje del capítulo basado en las profesías de Isaias.
¡Él será un héroe! […] Él hará todo de la forma en que estaba predestinado. […] Todo lo triste se convertirá en incierto. ¡Incluso la muerte morirá! Y Él borrará cada lágrima de cada ojo.
Dios es el héroe. No yo. Y Él alejará la desolación y las pesadillas de este mundo. Él sanará el mundo, pero no tengo idea cuando.
Mi oración es que el cielo venga a la tierra más temprano en este caso. Everly nacerá en, diciembre de 2014 o enero de 2015. Estamos muy agradecidos por sus oraciones.
Se requieren agallas para confiar en Dios cuando no sabes como termina la historia. Pero ese es un error común. No sabemos que nos traerá el siguiente capítulo, lo que sí sabemos es cómo terminará la historia.
