Eh, internet: deja de tratar de inspirarme

Jamie Varon
4 min readJul 30, 2015

--

Crédito de la foto: jessica zollman

Creo que cuando la gente es ultra positiva y tiene esa incomparablemente feliz disposición hacia el mundo, me apago. Hay muchas cosas por ahí que intentan hacerte sentir inspirado, pero terminan haciéndote sentir avergonzado de ser humano. Para mí sería fácil decir:

«¡Todo pasa por algo!»

«¡La vida es una aventura!»

«¡El amor lo soluciona todo!»

«¡La felicidad es una opción!»

Son palabras fáciles de decir. Cosas fáciles de pensar. Fáciles, fáciles, fáciles. Pero sus significados se secan en el momento en el que transcurre la vida.

He pasado demasiadas noches sintiéndome avergonzada de no poder ser más positiva, feliz, mejor, más fuerte. Miro a estas personas sonrientes, pegadas a tanta positividad que me pregunto qué he hecho mal. ¿Por qué me afecta tanto el mundo? ¿Por qué no siento cada día como una aventura? Esta gente, ¿no tiene que pagar facturas y tener conversaciones incómodas y levantarse, a veces, con dolor de cabeza? ¿No tienen vidas rutinarias? ¿Por qué me parece que soy la única persona a la que le afecta tanto la experiencia humana?

No quiero estar inspirada nunca más. La inspiración es barata. Es fácil. Es decorativa. Está empapada en promesas que nadie puede cumplir.

Quiero sentirme comprendida. Quiero sentirme escuchada. Quiero sentir cómo mis pensamientos, extraños y sinuosos y oscuros, y mis temores y mis sentimientos no me son exclusivos. No necesito que nadie me niegue mi experiencia y me la facilite con palabras dulces y mullidas como las nubes, e igual de transparentes. Quiero valentía, realidad y crudeza y prefiero ver a la gente hecha un lío que intentando actuar como si nunca estuvieran hechos un lío.

Estoy cansada de la gente que trata de inspirarme para tener una vida mejor, más grande, más feliz. Dejadme existir. Dejadme experimentar. Dejadme encontrar el punto de luz en el largo túnel de oscuridad. Dejadme averiguar cosas por mi cuenta. Yo digo que en este mundo necesitamos menos inspiración falsa y más realidad. Menos fin del mundo. Menos felicidad falsa. Más mierda real. Menos oración. Más narración. Menos consejo. Más comunidad.

Me encantaría que la gente dejara de tratar de perfeccionar mi vida. Todo el mundo está vendiendo la píldora mágica de la felicidad. ¿Por qué tengo que ser tan feliz a todas horas? ¿PUEDO VIVIR?

Quiero que sepas que no tienes nada que arreglar si no estás sonriendo a cada momento del día. A veces no tienes nada que agradecer y está bien. A veces es difícil reunir energía para ser feliz con lo que tienes cuando quieres mucho más del mundo. Eso está bien. Está bien enfadarse y ser un poco oscuro y extraño y no ser una bola de energía positiva en cada momento. A veces está bien aburrirse y pensar que la felicidad es un poco aburrida porque, de algún modo, lo es. A veces está bien estar de mal humor y triste y contemplativo y solucionar los problemas con una copa de vino o una pizza o buen sexo. Ya ni sé, simplemente está bien no tenerlo todo resuelto, no tener respuestas, solo ser, como es el punto de nada.

Está bien sentir que el suelo tiembla bajo tus pies. No pasa nada porque todo es temporal. Puedes perder el equilibrio un día y estar en la cima del mundo al día siguiente. Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. La felicidad es tan efímera como cualquier otra cosa. Estos vendehumos que actúan como si tuvieran la cura de la humanidad me matan. Para lo único que sirven es para que te sientas avergonzado por no tenerlo todo resuelto. Te venden tu propia experiencia aspiracional y hornean en ella tu vergüenza.

Sólo prométeme que lo último que vas a hacer es avergonzarte de dónde estás en tu experiencia como ser humano. Nada bueno viene de la vergüenza. Se trata del lugar de vibración más íntimo desde el que puedes obrar. Evita la vergüenza y cualquier cosa o persona que te causen esta vergüenza. Sácalo todo fuera de tu campo de energía. La vergüenza no te va a motivar. Te va a secar.

Si hay una promesa que te puedes hacer a ti mismo, que sea esta: no me dejaré avergonzar por mi experiencia de ser humano. Olvida la mierda del pensamiento positivo: esa promesa, ese mantra, ese estado mental es lo que puede realmente cambiar tu vida. Una persona incapaz de ser acobardada hasta la vergüenza es un héroe, teniendo en cuenta las muchas razones que nuestro mundo nos da para avergonzarnos. Renunciar a esta sensación de vergüenza es un acto de resistencia radical. Déjate llevar. Déjate ser verdaderamente tú. Qué libertad.

Traducido por Cristina Juesas.

Si te ha gustado este post, no dudes en recomendarlo. También puedes hacer me gusta en mi página de Facebook o seguirme en Twitter.

Para más historias como esta, sigue nuestra Publicación Medium en español. También puedes seguirnos en Facebook, Twitter, y en nuestro blog.

--

--

Jamie Varon

Author in LA. Radically Content (out now) + Main Character Energy: A Novel (fall '23). My Newsletter: jamievaron.com