Así que, quieres ser un emprendedor…

Nicolás Galdámez
2 min readMar 5, 2015

Si estás aquí, significa que quieres ser un emprendedor, ¿verdad? Eso es lo que insinuaba el título.

Bueno, no puedes. Lo siento.

¿Confundido? Tal vez no estoy siendo claro. No se puede querer ser un emprendedor. O eres o no eres. ¿Ahora me entiendes?

La mejor manera de convertirte en algo es haciendo algo.

El título de este artículo es lo que la gente no entiende acerca de ser un emprendedor. Hay un par de cosas que ocurren cuando te das cuenta que eres un emprendedor. Es inherente a tu personalidad, tus aspiraciones, tus metas, y, a veces, no puedes ni controlarlo.

Primero: querer ser un emprendedor y ser realmente un emprendedor son dos cosas muy diferentes. Es posible aspirar a serlo, pero hasta que no empiezas a hacer realidad el trabajo, no lo eres. La mejor manera de convertirse en algo es hacer algo. Vender, vender, vender. Comprender lo que se necesita para proporcionar valor a alguien. Aprender a comunicar tu propuesta de valor para que el «cliente» la registre, para lograr lo que te has propuesto hacer.

Ponte en los zapatos para ganar.

Dos: si tienes un trabajo full time, no eres un emprendedor. Si eres un verdadero emprendedor, no puedes sobrevivir con un trabajo normal. Si no estás por ahí intentando que suceda y llevando a cabo un negocio, no eres un emprendedor, eres una persona con tendencias emprendedoras. Ahora, eso está bien. Mientras seas feliz, que es lo que importa. Pero si realmente sientes que necesitas ser un emprendedor, no puedes estar trabajando para alguien más.

Si yo fuese todavía un aspirante a emprendedor, saldría y mostraría mi cara de todas las formas posibles. Busca mentores. Trabaja de forma gratuita y ponte a cargo de gente con influencias. Luego te servirán como punto de contacto cuando lo necesites. Aprende el ajetreo y el gusto del juego. Ponte en los zapatos para ganar. Puedes leer tantos libros como desees, pero no te van a convertir en emprendedor. La única manera de convertirse en algo es haciendo algo.

Y, por cierto, esto se aplica a todo tipo de aspiraciones. Si quieres ser un artista, haz arte. Deja de decir que quieres hacer algo y haz que suceda. ¿Quieres abrir una pizzería? Excelente. Averigua exactamente lo que necesitas para hacerlo y empieza inmediatamente. No esperes más momentos decisivos o a que Mashable escriba mágicamente sobre tu aplicación. Haz el trabajo duro.

Conclusión: muévete. Comienza a hacer lo que sea necesario. Incluso si eso significa vender la camisa que llevas puesta.

¡Gracias por leer! Si tu Facebook está repleto de amigos lanzando sus nuevas startups, comparte ésto con ellos.

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Nicolás Galdámez

Co-fundador de @unagi. Me gusta el cine, la lectura, y la ensalada de frutas.