Cargo, descargo y estructura

alicari
Palabras que salen de una taza
2 min readMay 6, 2020

En los tiempos que van desde mi cero hasta el momento en que rozo estas lineas, me he detenido sobre algo que incomodaría a cualquier dichoso de la libertad plena. Esa libertad que solo se concibe cuando uno cristaliza los momentos vivido y los hace añicos al dejarlos caer. Ese sentimiento que según la absorción de cada individuo puede ser una simple anécdota o bien un equipaje.

“- Nunca lleves mas de lo que puede cargar tu ser…”

Que ingenuos los simples mortales, en querer acarrear con todo lo obtenido es este lapso de tiempo que nos toco para vivir. Que ignorantes hemos sido, al querer guardar cada rastro de nuestros días, de nuestras horas, de nuestros momentos.

Como puede una persona cargar con todo, siendo que el todo, excede las posibilidades de ser cargadas por uno?El sentido de superioridad que acarrea el ego humano, se adentra en la tempestad de muletillas vagas de notación, donde un simple esbozo de superioridad, nos hace los mas inmunes, los mas débiles.

La experiencia, lo sucedido, lo vivido y encarnado, debería encontrarse fuera de nuestra maleta. Cargar con fantasmas, pesa mas, que mil elefantes…

Las estructuras a las que nos hemos encontrado inmersos, son ideas. Ideas de sociedad, de rumbos y rutas bien establecidos, con parámetros del bien, bastante bien definidos, aunque de muy poca libertad.

Cuando uno se somete a lo que detesta, no se da cuenta cuanto es lo que realmente se detesta a uno mismo, por haber sido parte de esa elección.

Sin olvidar de que somos fauna, dejamos el juego abierto a que cualquier otro, nos diga quien somos, donde estamos parados, como debemos vestirnos, como hacer nuestras vidas, y como desempeñarnos día a día para alcanzar la tan preciada felicidad. Al ser fauna, erramos.

¿Como puede una idea, formada en tiempos distantes a este hoy, regir nuestra forma de actuar?

La pregunta rebota en mi cabeza una y otra vez, sin encontrar un escape.

La sociedad desea tener una columna vertebral, un pilar, un sostén donde refugiarse, y así, desligar cualquier preocupación a la existencia personal.

Sin embargo, aquel que invento la estructura de una sociedad limitada, fue aquel, que inventó, la queja.

Siempre existió un momento para elegir, y fue cuando se presentó la duda. La duda, puede causarte una mala o buena elección sin parámetro alguno de lo que esta bien o esta mal.

Solo resta mirarse a un espejo. Mirarse realmente, y no superficial.

Si realmente uno goza de la vida, que la retorica no nos ahogue a la hora de la queja. La elección existió.

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