3 de diciembre

Panjemajo
Panjemajo?
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2 min readJan 15, 2019

¿Te has fijado hoy en la Luna? ¿Has notado cómo crece? Hace días que vengo con ella bajo el brazo, con un montón de pasteles y dulces para guardar y saborear contigo, cuando menos te lo esperes.

¿Hoy estás libre? Si no podíamos volver al sueño calmado que nos vio nacer, y disfrutar casi hasta la antropofagia de nuestros cuerpos desnudos, sazonados únicamente con el sudor que nos provocan las idas y venidas, el vaivén, el ritmo caliente que hay en ti. Esa llama que adoro, a la que alimento de tiernos bocados, de caricias de terciopelo que no terminan, que se perpetúan. Quizás esta caricia de hoy fuese la de ayer, o quizás el viento no quiera ser testigo del fuego mutuo que nos profesamos, simplemente, no lo sé.

A cuatro manos, a seis, tu cuerpo crece, en lugar de reducirse se engrandece otorgándonos un hueco a cada uno para guiarte despacio ante la marea inminente. Tan rico, sabor dulce, sabor salado, con los ojos como platos recogiendo el momento como un regalo. Para ti, para tu deseo, para que a la vez que mandas mis prejuicios al infierno, eleves tu Ser y tu Alma al Sol más ardiente.

De las paradas en tus dedos, a los sueños en tu mente. Antifaz, no hay figuras para ti más allá de tu tacto, ese, ese que no te miente, que roza con suavidad un presente, para mí, para ti. Sin desprenderme del aire que me dan tus besos privados, lacrados a mi nombre como un pacto de dos que se sienten. Esos son míos, los guardo como reliquias que exponer un 3 de diciembre, por ser indulgente.

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