El Agua y el Fuego
Tienes el Mar en tu cuerpo, eres Él. Y yo quisiera con envidia de quinceañero acercarme a cada rincón de tu piel para derramar allí mis más oscuros deseos. Rodeándote, como agua salada que sanara tu ansia de frescura, de placer al encontrar la calma entre el Agua y el Fuego.