Manifestantes queman efigie de un policía en una marcha donde se conmemora el Halconazo. (AP Photo/Marco Ugarte)

¿Qué es el Halconazo? Un hecho que los ciudadanos debemos recordar

2 de octubre no se olvida; ¿y el 10 de junio?

Pablo Cruz
Panorama Noticieros
4 min readJun 9, 2017

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Las protestas de 1971 fueron una consecuencia de los movimientos estudiantiles en México durante los años anteriores, principalmente el de 1968, donde, y como es sabido, hubo una brutal y letal represión contra los estudiantes que se reunieron el 2 de octubre en la Plaza de las tres culturas en Tlatelolco.

Gracias a una supuesta política que permitiría una libertad de expresión mucho más marcada, un gran número de líderes estudiantiles salieron de la cárcel después de 1968 y volvieron de un auto exilio a la actividad política, continuando con la lucha que se había estado gestando tiempo atrás. Las exigencias eran concretas: democratización de la educación, el control del presupuesto universitario, libertad de expresión y política para estudiantes, obreros y campesinos, así como el apoyo político-sindical para la clase trabajadora.

La respuesta del gobierno fue contundente y agresiva. El 10 de junio de 1971, el Jueves de Corpus o el Halconzo, según algunas cifras, 120 estudiantes fueron asesinados. El ataque ubicado principalmente en las inmediaciones del Metro Normal fue propiciado por el Gobierno Federal —bajo la administración de Luis Echeverría Álvarez — contra las manifestaciones estudiantiles y echando mano de un grupo paramilitar llamado Los Halcones, una organización fuera del marco institucional que existía desde la década de 1960 y que se había encargado desde su inicio a reprimir y eliminar manifestaciones políticas a través de represión violenta en su forma más brutal. Palos y macanas fueron las primeras armas para contener a los estudiantes quienes, al responder a las agresiones propiciadas por Los Halcones, fueron violentados de manera aún más contundente con armas de alto calibre.

Los estudiantes de la Ciudad de México habían salido a las calles a manifestarse en contra del recorte presupuestal del gobierno a la Universidad Autónoma de Nuevo León. La razón fue la instauración de una ley orgánica que proponía una democracia partidista para la adminsitración universitaria. El Gobierno Federal, al no estar de acuerdo con las resoluciones estudiantiles y magisteriales, redujo el presupuesto de la Universidad. Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional decidieron marchar en apoyo a las decisiones de sus compañeros neoleoneses. Sin embargo, la marcha se convirtió rápidamente en una mancha en la historia de nuestro país.

Los responsables de la matanza del Jueves de Corpus fueron Los Halcones, un grupo paramilitar entrenado por la CIA y la Dirección Federal de Seguridad. A pesar de no pertenecer formalmente a las fuerzas armadas institucionales el grupo realizó acciones violentas y fatales impunemente y fuera de toda legalidad.

¿Por qué no se recuerda con la misma importancia esta fecha? Los culpables son grupo no identificado con el que no hay una asociación directa, ¿quiénes eran los Halcones?, ¿cómo señalarlos hoy en día? La historia es tan oscura que, aunque se sabe quién es responsable de la muerte de estos estudiantes, la memoria colectiva sigue sin guardar con suficiente fuerza este momento doloroso en el que se violentó ilegal y criminalmente a la ciudadanía.

Luis Echeverría Álvarez. (AP Photo)

Hay un distanciamiento conceptual respecto a grupos paramilitares. Se sabe que nacen la mayoría de las veces por órdenes del gobierno pero son un fuerza invisible y anónima, casi siempre con una apariencia civil, camuflada, que al final de cuentas no tiene un rostro específico o un elemento identificable. Una constate en los grupos paramilitares, siendo obvia esta, es que sirven al poder, a los grupos o personas que pueden mantener una propiedad de la violencia de manera ilegítima, pasando por encima del monopolio de la violencia que ostenta el Estado.

Quince días después de esta matanza, el entonces regente de la Ciudad de México, Antonio Martínez Domínguez, entregó su renuncia el presidente Echeverría, aunque no asumió la responsabilidad de las acciones hechas por los grupos de choque. Como sucede aún hoy, la versión oficial fue el desconocimiento de la existencia de Los Halcones y la hipótesis de que grupos estudiantiles dentro del movimiento se habían radicalizado a tal punto de ser capaces de atacar a sus propios compañeros. A falta de rostros o de institución culpable, la personalidad más visible del país fue acusado en 2006: Luis Echeverría. Tres años después, sin embargo, fue exonerado por insuficiencia de pruebas.

El 10 de junio es un hito en la historia de México. Después de este día los movimientos sociales se apagaron o se radicalizaron. Algunos integrantes de movimientos estudiantiles fueron luchadores activos en guerrillas urbanas y rurales.

El Halconazo es un momento borroso en la memoria colectiva de la ciudadanía mexicana, pero es por eso que debemos trabajar para que esté más presente, sólo así podríamos comenzar a hacerle un poco de justicia a aquellos estudiantes cuyo único delito fue salir a apoyar a otros estudiantes del otro lado del país.

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