¿Que es un feminicidio?
Cuando un asesinato es más que eso
No es una frivolidad que exista el término «feminicidio». Su existencia revela la necesidad de su uso y de su distinción. ¿Pero por que no es lo mismo un «homicidio» que un «feminicidio»?
La palabra está compuesta de dos partes: femenino y homicidio. Cada una de estas palabras tiene complejidades. El homicidio implica una diferencia letal de poder entre la víctima y el victimario. Es la acción mediante la cual se priva de la vida a otra persona, mediante la cual se produce la muerte, se elimina completamente a una persona dejando un cuerpo inerte.
Si bien, cada asesinato es un crimen terrible, no son iguales los asesinatos de hombres que de mujeres. Para empezar, es mucho más común que las mujeres mueran en su casa (es raro que un hombre lo haga en la suya). Por otro lado, entre menor es la educación entre los hombre es mayor la probabilidad de morir asesinado, mientras que las mujeres con grado universitario tienen una mayor probabilidad de ser asesinadas.
Ta vez el dato que mejor ilustra la diferencia entre ambas muertes es el tipo de violencia. El 70% de los hombres asesinados lo han sido por arma de fuego, no así las mujeres cuyo 60% fueron sometidas a muertes dolorosas como la asfixia, la tortura, las quemaduras, las golpean, las acuchillan, las envenenan, etcétera… y si se estudia la relación de la víctima con el victimario nos lanza una clara señal de que a muchas mujeres las mataron por el simple hecho de ser mujeres (de ahí la violencia, a diferencia de las muertes de los varones que son por otro tipo de circunstancias).
Es por eso que es importante la primera parte de la palabra «feminicidio». Femenino, en primera instancia, implica una dualidad: femenino, masculino. Esta dualidad, sin embargo, no es sólo una simple distinción, sino que implica también toda una historia social de relaciones de poder, de dominación y sometimiento. Hay que darnos cuenta de que la mitad de la población mundial en la historia de la humanidad,el grupo social conformado por mujeres, ha sido el grupo social más discriminado, más fuertemente sometido y más cosificado (tanto por hombres como por las mujeres mismas). La historia es tan larga que hemos llegado a creer que las diferencias sexuales son algo natural en vez de darnos cuenta de que son históricas y que han cambiado en el tiempo y el espacio.
Ahora, tendiendo en cuenta esto, el término «femini-cidio» devela su complejidad y su singularidad. El feminicidio es un homicidio, pero un tipo singular de homicidio, es la privación de la vida de una mujer producido como efecto del sometimiento, la discriminación, la cosificación y dominación de la víctima.
¿Cómo se le ha sometido a las mujeres?
- Es un grupo social ausente en la Historia, en cualquier ámbito.
- Se le ha reducido en muchos lugares del mundo y en muchos tiempo a la figura de esposa o compañera del hombre, es decir, se le ha identificado sólo en función del hombre.
- Se le ha excluido históricamente de los grupos de decisión política, grupos religiosos, educativos y del trabajo pagado. Es decir, han sufrido la anulación social y jurídica durante una buena cantidad de siglos.
- Las mujeres han sido despojadas e impedidas para tener propiedad. La propiedad privada estuvo privada antes de las mujeres que de los trabajadores. Es más, la mujer fue también propiedad del hombre.
La partícula «femenino» en la palabra «feminicidio» es compleja, concreta e importantísima y denota relaciones de poder muy antiguas.
Diana Russell, la primera persona que usó el término, definió feminicidio como
«asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de la mujer.»
El Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género elaborado por la ONU define feminicidio como:
«la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión.»
El feminicidio es el límite de la violencia que implica la relación dominante de poder entre géneros, es violentar a una mujer y acabar con su vida por el hecho de ser mujer. Es el acto que lleva al límite la violencia ejercida por siglos contra este grupo social, la desaparición de un miembro de ese grupo. Además, muchas veces, estos asesinatos se producen de manera humillante, son vejaciones al cuerpo. Constantemente un feminicidio se produce luego de violencia sexual y con formas aberrantes de violencia consciente. Se puede vislumbrar que no sólo se asesina, sino que se humilla a la víctima mediante la previa, paulatina y dolorosa destrucción del cuerpo y la dignidad.
La necesidad de nombrar a los feminicidios por su nombre es también una necesidad revolucionaria. Señalar concretamente las acciones concretas pueden llevar al respeto a la vida de las mujeres, a su cuerpo, a su intelecto y sus relaciones sociales. Pero esa conciencia no termina ahí, sino que es extensiva. Con ello también se hacen conscientes los aspectos aborrecibles de las relaciones sociales. El comportamiento puede y debe cambiar para terminar con siglos de dominación y sometimiento. Para eliminar cualquier tipo de relaciones sociales discriminatorias, dominantes, de sometimiento y cosificación se debe comenzar por revolucionar las relaciones sociales entre todos los miembros de la sociedad.
Por Pablo Cruz
