Peso 83

Laura Celeny
Pensamiento
Published in
11 min readAug 1, 2022

El discurso actual que se promulga para las personas que no cumplen el estándar físico exigido por la sociedad, está incentivando a que millones de personas lleguen a perder la vida, buscando encajar en las normas establecidas. “El concepto viralidad, tal como lo entendemos hoy, surgió en los años noventa en el ámbito del marketing. De la biología pasó entonces a la retórica corporativa: a partir de ese momento el objetivo de una campaña de publicidad o de un nuevo producto fue propagarse, contagiar, infectar las conciencias del máximo número posible de compradores” Jorge Carrión, Lo viral (2019). Los comerciales respecto al tipo de dietas estrictas que debe seguir una persona son muy comunes; además, hoy en día, con todo el auge de las redes sociales, recibimos diariamente constantes mensajes de influencers y marcas, respecto a iniciar “la dieta milagrosa” que además de efectiva, debido a que acelera el resultado deseado, es benéfica para la salud, porque estaría compuesta de ingredientes naturales, pero no brindan la garantía ni previenen a quien compre estos productos de los daños que puede ocasionar. Por lo tanto este ensayo buscará definir mediante un diario de experiencias cuales son las consecuencias de las presiones ejercidas por la sociedad al ser una persona gorda y como las representaciones de iguales permiten la aceptación de la corporalidad.

El vestido perfecto

Iniciaré este escrito con el comentario que marcó el resto de mi vida, se acercaba la fecha de mi cumpleaños, iniciaba las preparaciones de mi fiesta de quince años, pero no sabía cómo iba a conseguir un vestido para el cuerpo que tenía. Así que, junto a una de mis mejores amigas emprendí esa búsqueda dolorosa, para encontrar el vestido perfecto, con las medidas perfectas y el color de mi preferencia.

Al entrar a la primera boutique, tenía la idea de cómo se debía ver el vestido. La señora que nos atendió buscaba los diseños, al tiempo que mi amiga y yo vimos un vestido que nos gustó, por lo tanto me emocioné y decidí ponérmelo. Al verme el vestido puesto, me sentía muy linda, pero a los pocos segundos ingresa el diseñador de la boutique, me observa de pies a cabeza y me dice “se te ve horrible” y empezó a regañar a la señora por permitirme medir el vestido, alegaba que los vestidos de su boutique no estaban diseñados para mí. Inmediatamente me cambié de ropa y me fui del lugar.

Esa edad fue difícil para mí, porque los cambios hormonales que experimentaba me hacían sentir muy mal e inconforme con lo que veía en el espejo, además se le sumaban los comentarios de las personas a mi alrededor. El dolor se intensificó cuando mi círculo familiar rechazó mi corporalidad, porque debido al cambio constante de peso, mi cuerpo producía estrías.

- ¿Qué es eso?

- Estrías- dije orgullosamente porque significaba que en algún momento, había enflaquecido.

- Qué feas se ven, no se vuelva a poner blusas que no se las oculten.

En ese momento a la lista de inseguridades que tenía le sumé las estrías. Además sentía que todas las personas me miraban diferente o que hablaban de mí a mis espaldas, “ahí va la gorda, qué pesar”.

Altibajos

“Sobrepeso” es un término médico de connotación negativa (Fikkan y Rothblum, 2012, cómo se citó en Herrera 2019), que describe a los cuerpos que han transgredido un límite culturalmente determinado de peso (Jutel, 2005, p. 121; Wann, 2009, cómo se citó en Herrera 2019), y que por ende, implica una condición de fracaso respecto a los cuerpos que se mantienen dentro de la norma (Brown, 1989, cómo se citó en Herrera,2019) Por temas laborales tuve que asistir al médico, él realizó un examen clasificatorio para poder obtener el empleo y desde que llegué recalcaba mi belleza y lo mucho que me debía cuidar, comentarios que yo no entendía y que me hacían sentir nerviosa. Casi al finalizar la consulta, realizó la prueba de peso, en este caso debía ser únicamente en ropa interior -esto no me hubiese incomodado si el señor no me hubiese atiborrado con todos los comentarios desde que llegué- al subirme a la pesa su expresión cambió, y me dijo que realmente le había parecido muy bonita, pero que le hiciera el favor de bajar 10 o al menos 5 kilitos desde ese día para diciembre porque me encontraba en nivel 1 de sobrepeso.

Me retiré del lugar convencida de que definitivamente debía realizar cambios en mi cuerpo, porque no podía creer que en ese momento pesaba 73 kilos, entonces me uní a una de mis amigas para empezar a realizar ejercicio a través de videollamada. Estábamos muy emocionadas, incluso cambiamos los hábitos alimenticios y cuadramos horarios para reunirnos. Fue chévere pasar tiempo con ella y era una forma de entretenimiento, además me sentía saludable.

Al tiempo de estar entrenando, me miré en el espejo, hacía mucho no me miraba, porque no me interesaba o porque quizá quería ignorar la verdad que me perseguía, había engordado notoriamente y no podía entenderlo, si me estaba cuidando y realizaba ejercicio, por qué razón mi cuerpo había decidido no corresponder a mis esfuerzos. Me sentí impotente, ¿acaso era fea sólo por mi peso? seguramente sí, y algo debía hacer para lograr que todas las personas notaran mi belleza.

Tragedia corporal

La presión hacia un ideal delgado se produce en torno a un discurso que defiende la búsqueda de la superación personal, la felicidad y el éxito individual (Rodgers, 2016, cómo se citó en Águila, 2021). Aunque esta apariencia es poco realista, el discurso social defiende que todos podrían lograrla mediante el esfuerzo personal y el consumo de servicios y productos especializados. Por ende las redes sociales fueron el escenario ideal para las marcas en pro del mundo fitness para ofrecer productos que insten a cumplir con el ideal de belleza socialmente aceptado.

En diciembre, seguía en Instagram a varias influencers que promovían unas cápsulas ideales para la pérdida de peso, así que empecé a averiguar más de este producto; pensaba que debían ser benéficas dado que el consumo de estas se convirtió en moda y muchas personas las recomendaban. Busqué mucha información sobre las pastillas e incluso entré en foros que mencionaban las consecuencias de consumirlas, pero aún así, con los riesgos de insuficiencia cardiaca, efecto rebote y daños permanentes intestinales, tomé el riesgo e inmediatamente decidí comprarlas. Estaba muy emocionada porque me iba a convertir en la mujer que todas las personas querían que fuera.

De acuerdo con la teoría de la discrepancia, hay tres dominios básicos del yo (Higgins, 1987, cómo se citó en Herrera, 2019 ): en mi caso nos enfocaremos en el yo cómo debería ser, que es la representación de los atributos que alguien (uno mismo u otro) cree que debería poseer; porque en el círculo social que me desenvolvía habían unas normas muy precisas de cómo debía lucir mi cuerpo y un sinfín de rasgos que si bien no definirían quien soy como persona me harían merecedora de mi lugar en este, pero con la condición de cumplir el estándar corporal de la ciudad de Medellín que es tener un cuerpo delgado, pero con las suficientes curvas para agradar a los hombres, porque al final ese es el pensado, estar lo suficientemente “buena” para poder posar como trofeo en los brazos de un hombre.

Entonces como mi cometido era ser merecedora de halagos, muy juiciosa inicié el procedimiento y me emocioné mucho cuando vi el primer resultado, la ropa se me veía diferente y me elogiaban las personas a mi alrededor, incluso me sentía distinta, otra persona. El tratamiento estaba diseñado para que lo utilizara por tres meses, pero al faltar tres días para acabar el primer mes, empecé a experimentar fuertes dolores de estómago y picadas en el corazón, sentía que me ardía, así que inmediatamente suspendí el consumo de las cápsulas.

Y ese sería el inicio de una temporada difícil, porque los dolores estomacales se incrementaron en un 100% y el corazón no dejaba de arder, pero el síntoma más doloroso para mí, fue notar como poco a poco aumentaba de peso, cómo me veía muy diferente, así que empecé a odiarme no sólo por estar gorda sino por ser la responsable directa. Había caído en esa trampa ¿Cómo pude hacerme eso? aún resuena esa pregunta en mi.

Por lo tanto, durante todo 2020 y parte de 2021 me castigué violentamente, comía en exceso incluso si estaba muy llena y después de comer me sentía muy culpable. Al ver el resultado de dicha ingesta, me alejé de todas las personas a mi alrededor, dejé de salir, me encerré en mí, no podía permitir que nadie viera el monstruo en el que me había convertido.

Esta experiencia fatídica y dolorosa me llevó a preguntarme la razón por la cual me hacía ese daño, y si las personas que lo promocionaban en algún momento reflexionarían sobre los posibles daños que habrían causado a las personas que habían consumido esas cápsulas.

Primavera

Un día conocí a Manuela Ruiz Florez, quien cambió mi forma de ver el mundo y de verme en él. Ella se autodenomina como mujer activista GORDA, esa palabra a la que tanto le huía, la que incluso me generaba miedo. Pero Manu me pintó un panorama distinto, me motivó a amar y apreciar mi cuerpo. La importancia de tenerla como referente de vida aumentaba cada vez más, me animaba a tomar mi lugar en el mundo, porque como ella dice en uno de sus videos: “ Sé que por aquí amamos ver mujeres gordas rompiendo moldes … Pero, ¿ya pensaron en el trasfondo de toda esa alegría que nos produce?… Ese sentimiento nos habla de cuánto nos ha querido esconder la sociedad, nos habla de la cantidad de espacios dónde nos han dicho que no cabemos, donde no nos han ni nos hemos permitido entrar… Pero ya no más mis cielas, es hora de sentirnos merecedoras de habitar el mundo, y hacerlo felices, sin taparnos… Porque aquí estuvimos, estamos y seguiremos estando…” (Manuela Ruiz, 2019)

Manuela es una pelada de 30 años, y poco a poco ha construido una comunidad en sus redes sociales, sentarse a hablar con ella es un parche porque suele ser muy chistosa, pero sobre todo es aprendizaje porque sus palabras son muy sabias, ella desde el activismo ha promulgado la cultura del amor, pero no a una corporalidad pasajera, sino a lo que somos. Las mujeres de su comunidad a diario le escriben para agradecer, pedir un consejo o preguntar que deben de hacer con una situación en específico, es impresionante la cantidad de mujeres que temen realizar actos normales por miedo a ser juzgadas, como salir a rumbear, ir a la playa, pedir empleo incluso estudiar. Por eso es que admiro tanto a Manu, porque alzó la voz, tomó su lugar en el mundo y ahora inspira a otras mujeres para que lo hagamos, ella se convirtió en nuestra gurú, es la hermana mayor que ha cometido errores y los cuenta para que no caigamos en la misma.

El activismo gordo que realiza Manu y personas más, visibiliza las problemáticas que como humanidad dejamos pasar, es que aún me parece increíble que algo tan básico como el cuerpo impide que muchas personas sean felices, ¿Esta es entonces la sociedad de la inclusión? Porque hoy día vemos comerciales en los que incluyen a mujeres plus siz, para atraer un público para el cual no piensan sus productos.

Decidí empezar a cumplir sueños y me convertí en modelo, inspirada por La Red 4G, que es una colectiva de mujeres Gordas, Gritonas, Guerreras y Globales que citando uno de sus lemas, me recuerda lo gratificante de este autodescubrimiento : ¡Somos rebeldes y estamos hartas! (Red 4g, 2020). En una de esas ocasiones me inscribí a un casting de una marca de ropa plus, y así empecé a aceptar lo grandiosa que era, participaba en cuanto evento fotográfico al que me invitaran y me sentía feliz, ya no podía más estar encerrada y no ocultaba mi corporalidad gorda.

Peso 83

Durante mi adolescencia los comentarios que me acompañaban crearon en mi inseguridades respecto a una corporalidad inexistente, en ocasiones reviso fotos del pasado y me llevo la sorpresa que mi cuerpo no era lo que las otras personas me hacían ver, era una mujer delgada, pero tanto calaron en mí todas esas palabras, dejando consecuencias irreversibles.

Cuando entré en depresión pensé que la solución sería terminar con mi vida, para apaciguar el tormento de mi ser, durante el proceso de aceptar, cuidar y valorar mi corporalidad, comprendí que las normas sociales, sólo deberían ser aceptadas en pro de beneficiar a todas las personas de la comunidad, y me prometí ser una voz, o al menos no quedarme callada nunca más, ni tener miedo de disfrutar cualquier actividad por el miedo a ser juzgada.

Empezaré el final de mis memorias, haciendo énfasis en lo orgullosa que me siento de lo que he construido, en una de mis conversaciones con Manu, me comentaba que no podría dimensionar lo difícil que había sido para mí, ser una mujer gorda y afro en esta sociedad; lo que me hizo reflexionar y caer en cuenta de esa frase, pero haber posado un día en el mismo lugar fue la fuente para recuperar mi vida y mis sueños. Por consiguiente, hoy mis agradecimientos son para ella, por su valentía, por alzar la voz en contra de las injusticias hacia las mujeres gordas y por abrirnos camino.

En palabras de letras gordas, una cuenta de Instagram dedicada a relatar las experiencias y sentires de una mujer gorda: “Soy gorda. No me avergüenzo y ya no estoy tratando de cambiar” (Letras gordas, 2021). En el camino he tambaleado, a veces quisiera ser diferente, y llego a exigirme versiones propias que no existen, así que acepto esos comentarios conocidos como autosabotaje, que si bien se perciben como aspecto negativo de la humanidad, a mi me permite valorar los instantes en los que me siento hermosa.

Amador Fernández-Savater en la Nota sobre la supresión general de las redes sociales menciona el papel de estas en la sociedad, que al igual que los partidos políticos, las redes sociales ejercen presión uniformizadora sobre todos y cada uno de sus perfiles a través del chantaje del “reconocimiento”. Si no gustas, quedas relegada y borrada. Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria; es común observar en las redes sociales cómo las influencers promueven estas conductas alimenticias, producto de la normalización de las mismas, aunque sería pertinente determinar si tal vez es un acto consciente o ellas también pasan a ser víctimas de el sistema heteronormativo.

Te invito a ti, que lees este escrito a generar conciencia para evitar caer en la red de violencia en la que hemos convertido nuestra sociedad y a dejar de replicar conductas destructivas que entorpecen el ejercicio de libertad de las otras personas. También es un llamado a que incentives en ti procesos de sanación, seguro la sociedad en algún momento te ha juzgado por ser quien eres, esta es la señal que estabas esperando para alzar la voz y hacer lo que desees. Porque ese es tu deber en el mundo, ser tú de la manera en la quieras hacerlo.

Con amor, Laura C.

Referencias

-Águila, C., Sicilia, Á., & Segovia, L. (2021). El ideal de cuerpo delgado y la formación del sujeto neoliberal: Un estudio de caso. Movimiento, 26.

-Alonso, J. (2020). Lo viral: de Jorge Carrión. Revista Argentina de Comunicación, 8(11), 399–405.

-Associació, B.(2020).¿Qué son los TCA? https://www.acab.org/es/los-trastornos-de-conducta-alimentaria/que-son-los-tca

-Fernández-Savater, A. (2022). Nota sobre la supresión general de las redes sociales. ctxt.es | Contexto y Acción. https://ctxt.es/es/20220201/Firmas/38750/filosofia-Amador-Fernandez-Savater-redes-sociales-Simone-Weil-partidos.htm

-Herrera, B. O. (2019). Elementos teóricos y conceptuales en torno a la estigmatización social de las corporalidades gordas: un análisis desde las dimensiones de la salud y la apariencia (Doctoral dissertation, Pontificia Universidad Católica de Chile (Chile)).

-Letras gordas[@letras gordas]. (30 de junio de 2021). No me centro en promover este cuerpo, no me importa si estás de acuerdo con el, pero estoy segura de que merezco respeto [Fotografia]. Instagram. https://www.instagram.com/p/CQwEUw2JjXe/?hl=es-la

-Manuela Ruiz[@manuelaruizflorez]. (4 de mayo de 2022). Sé que por aquí amamos ver mujeres gordas rompiendo moldes, ¿por qué lo sé?… Porque ustedes todos los días me envían videos [Video]. Instagram. https://www.instagram.com/p/CdKCQ42gx2q/?hl=es-la

-Red 4G (2021). Manifiesto Gordx — Red 4G [Vídeo]. Vimeo. https://red4g.org/2021/06/29/manifiesto-gordx/

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