P&U: Julito Alonso (Arg.)

Alvaro Liuzzi
Periodismo & Universidad
6 min readSep 22, 2023

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Una colección de entrevistas para explorar relación entre periodismo y universidad, un vínculo fundamental en la formación de futuros profesionales de los medios.

En una nueva entrega de la colección de entrevistas Periodismo & Universidadconversamos con Julito Alonso. Julio es Lic. en Ciencias de la Comunicación (UBA), Coordinador de Redes y Contenidos Digitales en la Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación (ANCCOM) en la UBA y Docente en la Carrera de Ciencias de la Comunicación en la materia Taller de Datos (UBA).

Además de todo esto Julio también es Docente del Seminario Periodismo de Datos (UMET) y me interesaba particularmente su perspectiva porque su formación le permite tener una mirada amplia sobre el periodismo, tanto desde la formación como desde la práctica profesional, remixada con una visión filosófica de la tecnología.

1 — La tecnología ha cambiado radicalmente los procesos didácticos en la enseñanza del periodismo ¿qué ventajas y desventajas encuentras en esta transformación?

J.A: Una gran ventaja es el acceso a información con baja movilidad, y tener a disposición múltiples plataformas, formatos y herramientas para poder enseñar o dinamizar los encuentros con los estudiantes. En sentido contrario, la desventaja es sacarlos de la pantalla para investigar, cubrir un evento y pensar estos hechos periodísticos-noticiables.

En sentido similar podemos hablar del trabajo con fuentes. Tenemos la ventaja al poder encontrar o intervenir a las personas-usuarios en la red para producir notas escritas y/o audiovisuales. Pero la desventaja es el chequear esas fuentes para entender cómo operan en la realización de la nota, de igual forma cuando se realiza una entrevista y el vivo de la presencialidad puede otorgar una respuesta inesperada. Las entrevistas virtuales dan tiempo y lugar a la corrección.

En estas dos claves, la curación de la información y el trabajo con fuentes es donde deberíamos repensar y expandir el aula con las pantallas a disposición y en contra.

2 — Comprendiendo estos cambios, ¿cuáles son los mayores desafíos en la enseñanza del periodismo en la actualidad de cara al futuro cercano?

J.A: Siguiendo la respuesta anterior, un punto de tensión lo encuentro entre considerar al periodismo como oficio o como profesión. En estos años donde tuve la suerte de participar en ANCCOM en la sección de Redes y Contenidos Digitales, una de mis prioridades fue no sólo brindar elementos técnicos vinculados a las plataformas y su funcionamiento, también buscar que aprendan procesos de trabajo al vincularse entre ellos y con las otras áreas (Redacción, Foto, Audiovisual y Podcast) en términos de las transformaciones que la digitalización de las redacciones provoca al perder parcial o de forma intermitente la presencialidad.

Por otro lado, intento seguir el lineamiento de Diego Rosemberg (Director de ANCCOM) de darle la voz a los que no tienen voz, y en este ejercicio es donde podemos encontrar uno de los desafíos más importante del periodismo. En este punto se pone en juego el salir de las pantallas, de trabajar las fuentes que hacen al hecho noticioso y de evitar la inmediatez de la publicación. Esto no lo va a reemplazar un programa de inteligencia artificial, quién podrá definir y/o decidir será el/la periodista.

3 — ¿En qué medida crees que la academia debería estar en sintonía con los cambios en la industria periodística? ¿Puede existir un balance?

J.A: Siguiendo a José Luis Fernández (UBA), creo que debemos buscar la #SintoníaFina entre ambas. Es necesario impulsar esta articulación en pos de llevar a la industria las reflexiones y/o aprendizajes de la academia y, de igual forma, adecuar nuestros métodos y contenidos a las transformaciones tecnológicas que suceden en los medios periodísticos.

En ese sentido, el caso de ANCCOM es interesante porque es una práctica pre profesional que funciona como un medio periodístico universitario digital de intervención diaria sobre hechos noticiosos a partir de una agenda clara. Esto les permite a los/as estudiantes entender de primera mano cómo funcionan los medios, los tiempos de entrega de una nota, las dificultades de realizar una cobertura de un evento y su transformación a las plataformas digitales donde deben conocer a la audiencia y adecuar su práctica a partir de las transformaciones de las plataformas en donde circulan las notas y producciones de los practicantes.

4 — Aplicar procesos de innovación en la Universidad puede ayudar a los estudiantes a aprender de manera más efectiva y eficiente, ¿cómo fomentas la creatividad y la innovación en la enseñanza del periodismo en medios y universidades en las que has dictado clases?

J.A: Por un lado creo que la innovación puede repercutir en el aprendizaje de forma más eficiente y efectiva en términos más técnicos, pero también podemos aplicarlo en una búsqueda más ontológica de quien estudia periodismo: ¿por qué querés ser periodista?. Esta tensión entre profesión y oficio (que se pueden llevar en paralelo) creo que revela diversas posibilidades de abordaje sobre los/as estudiantes a la hora de trabajar los contenidos y ejercitaciones.

Un ejemplo lo encuentro en el Seminario Periodismo de Datos que damos en la UMET con Agustina Ramos e Ian Werbin, dos jóvenes periodistas de la UBA que trabajan en Télam, le hemos dedicado varias clases a que los/as estudiantes trabajen en cómo hacer una buena pregunta usando de guía a Rosana Gubern (antropóloga) y a David McCandless (diseñador de información) para salir de los enfoques ligados estrictamente al periodismo. En este cruce podemos pensar(nos) a la hora de abordar un hecho desde nuestro enfoque y además encontrar la mejor forma de narrarlo usando las herramientas visuales a disposición.

Finalmente, hablamos mucho de creatividad como una demanda que queda en el plano discursivo, pero la enseñamos poco. Personalmente para fomentarlo trato de buscar el encuentro de los estudiantes con profesionales del medio, que estén al día con las distintas actualizaciones del mundo periodístico / tecnología, y que traten de asistir a eventos o capacitaciones disponibles en cada semestre para generar nuevas conexiones.

5 — La Inteligencia Artificial tiene la potencialidad de transformar radicalmente nuestro enfoque para la resolución de problemas y la búsqueda de respuestas, ¿qué impacto creés que tendrá esto en la educación universitaria?

J.A: Si bien afecta de forma general a la enseñanza, veo un foco particular para la enseñanza del periodismo. Enseñar solamente técnicas o herramientas no es suficiente de cara a las posibilidades que ofrecen programas como ChatGPT donde el reemplazo para la redacción de noticias de actualización es evidente.

Pienso que una enseñanza activa es la que ubica al estudiante frente a lo que enfrentará cuando ingrese a un medio u organización periodística. Justamente en este proceso de disrupción que nos propone la inteligencia artificial nos apela a preguntar quiénes somos, qué hacemos, porque estamos acá y cuál es (será) el diferencial frente la automatización de los procesos.

Allí retomo otra frase de Diego Rosemberg que palabras más, palabras menos dice “no hacemos academia, hacemos periodismo”, y allí encuentro un camino para pensar esta especificidad del registro que debemos adoptar en la enseñanza universitaria del periodismo. Actualizarnos y adoptar de forma crítica los avances tecnológicos para sacarles el mejor provecho y entender los procesos que hay detrás de las distintas transformaciones que promueven estas tecnologías en términos de continuidades y rupturas: ¿hay redundancia o subvierte la forma en que nos vinculamos y producimos en red?, creo que es una historia en desarrollo.

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Alvaro Liuzzi
Periodismo & Universidad

Periodista | Consultor en Medios y Proyectos Digitales | Profesor en la UNLP (entre otras) | Editor del newsletter #Redacciones5G