P&U: Pilar Sánchez-García (Esp.)

Alvaro Liuzzi
Periodismo & Universidad
7 min readAug 1, 2023

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Una colección de entrevistas para explorar relación entre periodismo y universidad, un vínculo fundamental en la formación de futuros profesionales de los medios.

En una nueva entrega de la colección de entrevistas Periodismo & Universidad conversamos con Pilar Sánchez-García. Pilar es profesora Titular de Periodismo en la Universidad de Valladolid. Doctora en Periodismo por la Universidad de Valladolid y Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Pontificia de Salamanca. Imparte clases de Ciberperiodismo, Periodismo de Datos y, próximamente, de Inteligencia Artificial aplicada al Periodismo a nivel de Máster.

Pilar, además, es autora de una treintena de artículos académicos y ha participado como conferenciante en diversos congresos. Sus líneas de investigación se centran en la evolución de las narrativas multimedia, perfiles periodísticos y aplicación de la Inteligencia Artificial en los medios de comunicación.

1 — La tecnología ha cambiado radicalmente los procesos didácticos en la enseñanza del periodismo ¿qué ventajas y desventajas encuentras en esta transformación?

P.S.G: Efectivamente la tecnología cambia la enseñanza de Periodismo de la misma manera que la profesión ha ido cambiando sus procesos de creación con los sucesivos avances tecnológicos. Nada tienen que ver esas redacciones que conocimos con los fotógrafos revelando a mano y periodistas con máquinas de escribir y sin teléfonos móviles. La tecnología nos ha traído grandes ventajas y, por supuesto, las tenemos que integrar en la formación que ofrecemos a nuestros alumnos.

Podemos decir que el principal cambio se ha extendido especialmente a principios del siglo XXI, en la primera década de los años 2000, con la transformación del entorno digital de los medios de comunicación que ha sido progresivo y acumulativo, siguiendo un proceso de ‘Mediamorfosis’, como lo denimina Fidler, con cambios periodísticos y mediáticos profundos que en las Universidades, por supuesto, hemos incorporado a través de un aumento exponencial de la investigación de este entorno digital y a través de cambios paulatinos en los programas periodísticos más enfocados a las prácticas tecnológicas con nuevas narrativas y también fomentando una mayor escucha a las audiencias digitales que han cambiado tanto.

En definitiva, hay muchas ventajas en la transformación por la que me pregunta, pero sí quiero añadir una importante desventaja y es que, como hemos podido comprobar en algunas de nuestras investigaciones, en la formación de los periodistas se detecta una ‘tecnoeuforia’ excesiva en la que incluimos la tecnología en el centro de la formación periodística, en lugar de enseñarla como un complemento para hacer periodismo. Quiero decir con esto que corremos muchos riesgos cuando nos centramos en enseñar manejo de herramientas y nos olvidamos de enseñar qué es y qué nos es periodismo -en un momento en el que se difumina mucho la línea que le separa de todo tipo de contenidos-, cómo redactar mejor y como desarrollar con fortaleza el criterio periodístico que nos permite diferenciar los asuntos de relevancia pública de los que no lo son. La tecnología cambia la formación, pero debemos seguir enseñando que las funciones del periodista no deberían cambiar, si no estamos enseñando otra cosa, no Periodismo, con mayúsculas.

2 — Comprendiendo estos cambios, ¿cuáles son los mayores desafíos en la enseñanza del periodismo en la actualidad de cara al futuro cercano?

P.S.G: Bueno, podemos decir que en la enseñanza del periodismo tenemos muchos retos por delante, pero podríamos resumirlos en dos grandes desafíos. En primer lugar, que las universidades asumamos, de una manera más decidida e innovadora, los cambios que se producen en la profesión, de manera que estemos más conectados a las transformaciones comunicativas y periodísticas del entorno digital e incorporarlos con una mayor agilidad no solo a la investigación, que sí lo hacemos, si no en la manera en la que esos cambios se introducen en los programas y llegan al aula, que ocurre de manera más lenta; y, al mismo tiempo, incorporarlo con una visión más interdisciplinar.

En segundo lugar, el gran desafío es conseguir un mayor equilibrio entre la enseñanza teórica y la práctica, entre la enseñanza humanística y la tecnológica, porque no debemos olvidar la importancia de formar a nuestros alumnos en disciplinas de Humanidades y Ciencias que ayuden a conformar un equipamiento intelectual sólido y maduro como para poder ejercer una de las principales funciones del periodista que es la de comprender la realidad que le rodea para ejercer con profesionalidad y rigor de intérprete de la actualidad y analista de posibles consecuencias. Necesitamos, más que nunca, periodistas altamente formados con visión interdisciplinar, no solo tecnológicamente hábiles.

3 — ¿En qué medida crees que la academia debería estar en sintonía con los cambios en la industria periodística? ¿Puede existir un balance?

P.S.G: El ámbito académico, efectivamente, debe mostrar una mayor sintonía con el sector profesional del Periodismo y la Comunicación. La verdad es que, al menos en España, no podemos presumir de una estrecha relación porque es difícil conectar nuestras necesidades y flujos de trabajo. Aun así, es justo también señalar que cada vez encontramos más espacios de intercambio a través de foros, seminarios e intercambios formativos por ejemplo en Másteres más profesionalizantes y también se detecta más colaboración e interés de la profesión en nuestras investigaciones, especialmente ahora con el entorno de la Inteligencia Artificial.

Esta sintonía es necesaria, si, y estas relaciones deberían, desde luego, fortalecerse y ser bidireccionales: desde el ámbito académico que debe integrar mejor a los profesionales en sus aulas y desde los medios que pueden estar más atentos a las investigaciones académicas de muy alto nivel y con hallazgos relevantes y actuales.

Igualmente diría que, a pesar de reivindicar esta sintonía, conviene añadir matices. Por un lado, la Universidad debería ir aún más por delante en la innovación para dar más respuestas a los medios de comunicación, especialmente en este momento de profundos cambios e incertidumbre, como, por ejemplo, sí se hace en otras áreas de conocimiento como las Ciencias de la Salud o las Ingenierías, que ofrecen respuestas a través de patentes y procesos innovadores de producción. ¿Por qué no en el Periodismo? Y, aunque parezca contradictorio, al mismo tiempo, hay que señalar o reivindicar, que la Universidad no debe hacer seguidismo de todas las necesidades inmediatas y demandas perentorias del mundo laboral y empresarial porque eso nos convertiría en una formación más de ‘saber hacer’ que del ‘saber ser’ y ‘saber pensar’. Sería un error olvidar que el nivel universitario está considerado una enseñanza superior que implica fomentar el equipamiento intelectual y el espíritu crítico de nuestros alumnos como ciudadanos y futuros profesionales.

4 — Aplicar procesos de innovación en la Universidad puede ayudar a los estudiantes a aprender de manera más efectiva y eficiente, ¿cómo fomentas la creatividad y la innovación en la enseñanza del periodismo en medios y universidades en las que has dictado clases?

P.S.G: La innovación docente debe estar incorporada en el ADN de la formación universitaria y esto implica que los profesores estemos bien actualizados ofreciendo las últimas tendencias del sector, pero además promoviendo innovación en metodologías docentes. De esta forma es como se puede fomentar la conexión con los intereses de nuestros alumnos y ayudarles mejor en procesos de autoaprendizaje.

Precisamente, la pregunta incluye la idea de la creatividad que es un aspecto que trato de reforzar en la enseñanza periodística como una competencia lateral propia de las llamadas ‘soft skills’ que se hacen cada vez más necesarias en el Periodismo. Un periodista riguroso y formado, será mejor periodista si es creativo a la hora de encontrar fuentes, temas y narrativas novedosas. Esto es lo que yo trabajo en mis clases de Ciberperiodismo, con narrativas multimedia donde prima la creatividad una práctica que prima la autonomía y formación autodidacta de los alumnos a la hora de realizar reportajes multimedia con resultados que sorprenden, en conjunto, por su calidad, la verdad.

Igualmente, coordino un medio informativo donde los alumnos trabajan en los que llamamos un ‘aula de ensayo y error’ y que les permite realizar prácticas periodísticas desde la web InformUva.

Además, otra de las prácticas que he aplicado a través de un ‘Proyecto de Innovación Docente’ (PID LabcomUVA), premiado por nuestra Universidad de Valladolid, ha sido la creación de un equipo interdisciplinar entre las áreas de Periodismo e Ingeniería que, en los últimos 5 años, nos ha permitido fomentar una ‘formación dual’ entre ambos y una experimentación tecnológica en el aula creando aplicaciones conjuntas –como la APP para universitarios UVaNow- la docencia e investigación en Big Data y, desde hace tres años, la formación e investigación que publicamos juntos en torno a la Inteligencia Artificial, que nos está dando muchos resultados en seminarios, renovación de los programas e investigaciones impulsadas ya por los propios alumnos. Creo que es la curiosidad y las ganas de formación las que nos llevan a querer innovar. Van unidas.

5 — La Inteligencia Artificial tiene la potencialidad de transformar radicalmente nuestro enfoque para la resolución de problemas y la búsqueda de respuestas, ¿qué impacto creés que tendrá esto en la educación universitaria?

P.S.G: La Inteligencia Artificial va a tener bastante impacto en la educación en general. En la Universidad, por ejemplo, puede resultar un recurso tecnológico que impulse la renovación de metodologías docentes que, nos hace mucha falta, al tiempo que también nos ayude a conectar mejor con la mentalidad cambiante de los estudiantes, sin perder calidad formativa.

Creo que no debemos preocuparnos tanto por cómo combatir, por ejemplo, el plagio del que tanto se habla, sino que destinemos las energías en cómo incorporarla para innovar y cómo, a cambio, podemos crear metodologías que eviten procesos repetitivos. Soy partidaria de utilizarla para fomentar técnicas como el aula invertida y otro tipo de prácticas que se centren en la creatividad y el análisis crítico. Y, aunque la IA requerirá limitaciones y regulaciones en diferentes aspectos formativos, creo que, más que un peligro en el aula, representa una oportunidad para impactar de manera positiva en la innovación docente.

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Alvaro Liuzzi
Periodismo & Universidad

Periodista | Consultor en Medios y Proyectos Digitales | Profesor en la UNLP (entre otras) | Editor del newsletter #Redacciones5G