“La gente las llama ‘canarios’, trabajaban por los chicos al otro lado del mar”

Fany S. Vasconcellos
Periodismo y otras plagas
2 min readJun 13, 2016
‘Canary girls’ en la fábrica nacional de municiones de Chilwell (Nottingham), que explotó en 1918.

Mrs. Lottie Meade murió en la batalla de Somme. No luchaba en Francia, sino en el llamado «frente doméstico», elaborando explosivos en una fábrica de Londres. Durante 1916, las munitionettes trabajaron sin descanso para suministrar supositorios de muerte al ejército británico durante la mayor masacre de su historia.

Lottie falleció el 11 de octubre en un hospital. Al menos lo hizo cerca de casa, no como los 420.000 compatriotas caídos entre el 1 de julio y el 18 de noviembre de aquel año. Su certificado de defunción decía lo siguiente: «Coma debido a la enfermedad del hígado, corazón y riñones como consecuencia de la intoxicación por trinitrotolueno. Muerte accidental».

[…] Tenía veinticinco años y síntomas de ictericia. El término inglés es jaundice, del francés jaune, amarillo, que es el color del que se pone la piel y el blanco de los ojos cuando el nivel de bilirrubina en sangre se dispara por, digamos, el mal funcionamiento del hígado causado por la inhalación de trinitrotolueno. A las mujeres que se ponían amarillas se las llamaba Canary girls. Pero el TNT, que además de tóxico es ambarino, no era la única causa.

Los proyectiles también se preñaban con ácido pícrico (TNP), un polvo pálido y volátil que se pegaba al cuerpo y a la ropa de las trabajadoras como si la propia tela tuviese ictericia. Provocaba dermatitis, dolores de cabeza, náuseas y en casos extremos lesiones hepáticas y renales. Su uso fue menguando durante la guerra debido a que era un material inestable.

El artículo completo, en Jot Down.

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