Alfabetización mediática — Media and Information Literacy (MIL)

Periodismo: valores, principios y método

Any Pérez
Periodismo CR
Published in
15 min readAug 6, 2019

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  • Al exigir su derecho a la información, las audiencias son vitales para la transparencia de la prensa
  • Nuevos espacios y generaciones de emisores y audiencias compiten con la visión aspiracional de la prensa pero creo que el método todavía es garantía válida

Un conjunto de valores, principios y métodos ha servido de moldura para el quehacer periodístico como defensor del interés público. En la era digital, el periodismo se realiza en un amplio espectro de prácticas y compite con flujos de información de todo tipo e intencionalidad, entre ellas la desinformación y la información errónea.

Por eso la primera distinción que hay esclarecer es la de noticia vrs lo que no es y parto de la que aporta el manual de UNESCO:

Noticias” significa información verificable de interés público, y la información que no cumple con estos estándares no merece la etiqueta de noticias. En este sentido, las “noticias falsas” son un oxímoron que se presta para socavar la credibilidad de la información que de hecho cumple el umbral de verificabilidad e interés público, es decir, de noticias reales”: UNESCO

En ese manual contra la desinformación y la información errónea la Unesco recomienda que un sólido periodismo ético es “alternativa y antídoto contra la contaminación del entorno de la información”. “Es el momento para que los medios de comunicación se acerquen más a los estándares y la ética profesional, eviten la publicación de información no verificada y se alejen de la información que puede interesar a parte del público pero que no es de interés público”.

Estoy convencida de que esa es la mejor vía para ayudar a las audiencias a distinguir el periodismo profesional de las sofisticadas campañas de propaganda que activistas políticos lanzan en Internet para confundir a la gente. Ya había abordado el tema antes pero este año ha demostrado el volumen al que han llegado. Por ejemplo, durante las elecciones en España, una red de 3 mil cuentas falsas en Twitter, que operaba desde Venezuela, promovió a Vox con “una media de 152.907 tuits al día en 2019 (una media de 53 por día”) Es imposible para un departamento de factchecking de cualquier medio periodístico desenmascarar o desmentir a ese ritmo y volumen sin terminar siendo justo la “caja de resonancia” que buscan los manipuladores y quitándole recursos a la agenda propia, que es la que hará la diferencia a la audiencia.

Sigamos con las distinciones ¿De dónde el manido concepto de “objetividad” que ha dominado tanto la autopercepción como la valoración de las audiencias desde el siglo XIX? Proviene de su origen pues el periodismo es heredero del positivismo, como marco de reproducción de la realidad.

Indira Lakshmanan, del Instituto Poynter ha estudiado la evolución de los marcos éticos en prensa y explicó a Michael Blanding que “las publicaciones han renunciado a la idea de objetividad en favor de otras palabras como “imparcialidad” o “precisión” para reflejar mejor la idea de que los periodistas siempre abordan los problemas con un punto de vista basado en sus antecedentes y experiencia”.

En lugar de los términos del inglés “ objectivitye “ impartiality” prefiero el de equidistancia. Es bueno que las audiencias comprendan que los periodistas no podemos separarnos de nuestra integralidad como individuos pero que, como en un proceso científico, en la práctica cotidiana aspiramos a contrarrestar la subjetividad aplicando un método basado en la verificación y la transparencia, columnas de la credibilidad que sostiene nuestra sobrevivencia y cualquier modelo de negocio en prensa.

Digo aspiración, porque no conozco un solo medio de prensa que no haya cometido errores y la historia tiene registrados casos en que esa prensa que se decía profesional y que miraba por encima del hombro a otras prácticas no era más que órgano divulgativo de intereses de grupos de presión de todo tipo.

La prensa perdió el lugar de intermediario privilegiado entre las audiencias y las figuras públicas que tuvo en los siglos anteriores pero no es desde la soberbia si no desde la humildad para reconocer errores y pedir disculpas que podremos trabajar por el futuro del buen periodismo.

“El periodismo industrial se ha basado en ideales profesionales para reforzar los límites, porque el periodismo digital constantemente los ignora y difumina. El periodismo ha reaccionado con una mezcla de desconfianza y cautela hacia los ejércitos de recién llegados que producen noticias y que sirven como fuentes de noticias … Las salas de redacción insisten en afirmar la diferencia entre hechos y verdad, géneros y formatos periodísticos, noticias reales y falsas, noticias y propaganda de la gran cantidad de impostores y wanna-bes (aspirantes) periodísticos que inundan Internet”. Waisbord

El futuro sigue estando allí donde estuvo el éxito de antes: en dar respuesta a las necesidades informativas (no solo a los intereses) de las audiencias. Es decir, en crear el balance entre las noticias que la gente debería saber y la que le gustaría saber. Para ello debemos comprender la relación específica entre emisor y audiencias porque esta define la selección de lo noticiable, el enfoque, tono, código, mensaje, formato, género, soporte y todos los elementos en el modelo digital de comunicación.

No existe el llamado “público general” porque las audiencias están formadas por personas con toda su complejidad. Por ejemplo, un hecho que interese a una audiencia que busca espectáculos no será “noticia” automática para un emisor especializado en finanzas, a menos que, se defina algún enfoque acorde con su especialización como las ganancias de la industria del entretenimiento.

En contexto de altas tasas de homicidios y de accidentalidad, las audiencias estarán atentas a noticias de “última hora” sobre estos temas porque temen por su entorno y por sus cercanos. Si un medio no cubre esa temática, buscará otro para suplir ese faltante.

Derechos de las audiencias

Cuanto mejor conozcan las audiencias sus derechos y los valores, principios de compromiso y sobre el método periodístico, más podrán exigirnos transparencia y con ello fortalecer el “periodismo virtuoso”, como lo llama Waisbord, tanto en medios privados como públicos, comerciales o sin fines de lucro.

El ejercicio profesional se realiza en un marco jurídico y social determinado. En el caso de Costa Rica ¿Por qué debe el ciudadano exigir información a quien le ofrece noticias?

¿Qué principios definen al periodismo y a la labor de los periodistas? Entre otros, en 1992, Philip Gaunt analizó para Unesco, los programas de capacitación en periodismo de 600 instituciones en 70 países. Cinco años después, el Committee of Concerned Journalists, del “Project for Excellence in Journalism” (“PEJ”, luego nombrado “Pew Research Center’s Journalism Project”) encargó una investigación a su director Tom Rosenstiel y al consejero Bill Kovach. Realizaron 20 foros públicos en todo EE.UU. y una encuesta nacional a periodistas. El resultado identificó 10 principios que se convirtieron el clásico The Elements of Journalism (“Elementos del periodismo”)

Desde entonces, diversas instituciones investigan en forma regular la autopercepción de periodistas y la percepción de las audiencias sobre la función social del periodismo, entre ellos el State of News Media, los códigos éticos de The Ethical Journalism Network, la encuesta del Worlds of Journalism (WJS) (a 27.500 periodistas de 67 países) o el Digital News Report, que encuesta a 75 mil consumidores en 40 países.

En Costa Rica, en julio 2019 se publicó el primer estudio sobre “Audiencias noticiosas de medios digitales”, en la Universidad de Costa Rica.

Valores y principios de compromiso con las audiencias

(2003 en inglés y 2012 en español. Acá la versión online en American Press Institute)
(The Ethical Journalism Network)

Soledad Gallego es la primera mujer en dirigir El País (acá el código de normas al que se compromete con su gestión) Su frase refleja el marco del ejercicio profesional y coincide con lo expresado por Boris Muñoz, editor de la sección de Opinión de The New York Times, ganador del Premio María Moors Cabot 2019: “Creo que ahora la opinión es más importante que nunca, pero debe ser calificada y bien articulada para que ayude a cortar el ruido que impera en el mundo digital, en esta era de las redes sociales. Eso se logra con el apego a los principios tradicionales del periodismo que son la objetividad, el balance, la imparcialidad y, en resumen, la búsqueda de la verdad”.

Resumamos los elementos y principios que debería seguir el periodismo profesional:

-Fuentes confiables: Siempre cita el origen de sus datos y declaraciones con fuente verificable (documento, testimonio, etc.) Las fuentes “anónimas” debe ser un recurso extremo y estar normado por el código ético o manual de estilo del medio de prensa.

- Verificación: Corrobora la veracidad de cada dato, declaración y todo insumo utilizado en la información

-Equidistancia/balance informativo: Busca y registra más de una versión diferente sobre los hechos pero no solo por registro sino para confrontarlas con su propia investigación (incluidos contexto y antecedentes) Si no consigue otra versión o por decisión subjetiva del medio solo presenta una versión, se debe explicar a la audiencia

-Equidad/Fairness: Busca y registra declaración de las fuentes de la que trata la información, en especial si se trata de una acusación. Si no lo consigue, debe explicar a la audiencia con dato verificable su intento por conseguirla

-Precisión/Exactitud: Busca y registra con fuente fiable y verificable en forma independiente para la audiencia cada dato o declaración incluida en la información

Completitud: Busca y registra la mayor cantidad de subtemas o ángulos relevantes sobre el hecho del que informa (incluidos datos de contexto y antecedentes)

Originalidad: Da prioridad al contenido de agenda propia

Transparencia: Ofrece a la audiencia toda la información relevante sobre su identidad, sus colaboradores y relaciones con otros actores sociales (tanto en web como en rrss razón social, responsable, dirección física, teléfono, email, reporteros que publican con su firma, etc.) Sobre la información, explica a la audiencia cómo se recolectó y procesó y cómo se contactó a las fuentes. Incluye separar la información del contenido comercial o político.

Humanismo: el centro de la información es el impacto sobre el ser humano

¿Qué esperan las audiencias?

La transparencia no es solo responsabilidad de los periodistas, también de los publicistas y comunicadores organizacionales o sociales que buscan interesar sobre su agenda a la prensa para lograr su incidencia política o comercial.

Las audiencias se hacen preguntas y debemos responderlas con transparencia.

Criterios de noticiabilidad

Los criterios sobre lo que es noticia en cada medio de prensa dependerá del cumplimiento de varios factores. Por ejemplo, cuanto mayor impacto revista un hecho, mayor será su pertinencia como noticia. ¿Dudas sobre casos específicos? El profesor Bob Egginton ofrece algunos ejemplos:

  • Separar lo que es de interés público de los temas que interesan al público
  • Cuando la publicación de la noticia “tendrá beneficios mayores, desde el punto de vista social, que el perjuicio provocado”

(Ejemplo: el beneficio social de conocer la información de Wikileaks, Snowden o The Panama Papers fue mayor que el perjuicio que el robo de esos datos representó para el Departamento de Estado o el bufete Mossac Fonseca)

  • Enmendar un daño importante (Ejemplo: sobreirradiados, válvulas cardiacas)
  • Publicar información que afecta el bienestar y la seguridad de la sociedad
  • Mejorar el entendimiento y la participación del público sobre un tema relevante
  • Generar una mejor rendición de cuentas y más transparencia en la vida pública

Activismos

¿Puede un medio de prensa endosar una línea ideológica y política como posición editorial? Claro que sí y es un abono a la transparencia, como hacen medios en otros países cuando editorializan a favor o en contra de candidatos durante las campañas.

¿Periodistas haciendo militancia y activistas haciendo periodismo? Son parte del complejo ecosistema o de epistemologías al decir de Waisbord que están teniendo lugar dentro del periodismo.

Con nuevas camadas de reporteros, el periodista e investigador Michael Blanding analizó para el Nieman Report lo difusa que está siendo en algunos sectores esa línea entre el periodismo profesional y el activismo.

“El periodismo lleva mucho tiempo comprometido con la presentación de informes imparciales y poniendo luz sobre las injusticias sociales. La tensión entre esos dos mandatos se ha hecho más evidente en el actual momento político polarizado”. Para Blanding “se destacan dos cuestiones: la sensación en muchas salas de redacción de que no hay dos lados de algunas cuestiones, por ejemplo, los derechos LGBT o la supremacía blanca, y el debate en curso sobre si los periodistas pueden o deberían expresar opiniones políticas fuera de la sala de redacción, como en las redes sociales y participar en marchas u otras formas de manifestación política”.

Si lo relaciono con los elementos de Kovach y Rosenstein, hay colegas y medios que privilegian los elementos 2, 6 y 9 sobre el 4. “El debate en algunos casos se desmorona a lo largo de líneas generacionales, con los periodistas mayores más proclives a mantener la separación entre noticias y opiniones, mientras que los periodistas más jóvenes ven menos distinción entre sus “personas” privada y pública”, concluyó Blanding.

Jóvenes audiencias y jóvenes reporteros comparten características generacionales y construyen su particular relación como audiencia-emisor. Entrevistada por Blanding, la directora ejecutiva de Teen Vogue, Teen Samhita Mukhopadhyay, explicó así el porqué sus reporteros también suelen ser activistas: “Mostramos nuestro punto de vista por las elecciones editoriales que hacemos, por los temas que cubrimos… No se trata solo de Teen Vogue. Creo que hay muchas plataformas que se adaptan a un público más joven, y muchas de ellas han cambiado a un enfoque más centrado en la justicia social”.

Lo interesante es que, a pesar de los cambios hay respeto al método y los códigos de comportamiento de los medios. La directora de Teen Vogue, por ejemplo, no permite que los reporteros-activistas participen mientras hacen cobertura. “Voy a esperar una historia y es muy difícil obtener una historia si estás protestando…Si quieren protestar en su propio tiempo, no decidiré si deberían o no hacer eso”.

Linda Greenhouse, quien fue criticada en 1989 por participar en una marcha pro aborto mientras cubría la Corte Suprema se queja porque se le criticó por algo que hizo en su tiempo libre pero refuerza la utilidad del método: “Si no somos lo suficientemente profesionales como para mantener nuestras opiniones fuera del producto de noticias, tal vez no deberíamos estar haciendo un producto de noticias”.

La capacidad de escuchar las historias de manifestantes “se extiende a escuchar la historia de la policía al escribir sobre una protesta o escuchar la historia de un violador acusado cuando informa sobre una agresión sexual, algo con lo que la mayoría de los activistas nunca se molestarían”, concluyó Blanding.

Un espacio en el que se está publicando información que puede tener alto interés público es el de organizaciones. En su análisis, Mathew Ingram se pregunta “Advocates are becoming journalists. Is that a good thing?

Si bien la calidad de la investigación e información que pueden ofrecer organizaciones privadas (o públicas) con o sin fines de lucro, pueda ser tan o más relevante que la realizada por la prensa (con presupuestos cada vez más escasos para grandes proyectos) no se debe perder de vista que su objetivo es la incidencia política o cabildeo para su agenda. Como con cualquier otra fuente de información, la audiencia debe hacerle las mismas preguntas que a cualquier otra fuente que le ofrezca información, sobre su identidad, los fines que busca, el método empleado y la transparencia.

Militancias y Desinformación

El panorama cambia cuando la toma de posición sale de la línea editorial, circunscrita a la sección de opinión, y toma las riendas de la línea informativa privilegiando abiertamente y sin argumentos verificables una posición y atacando la opuesta. Ahí el medio se salta la barda y se convierte en militante. El Digital News Report 2019 analizó el consumo de este tipo de medios.

“Algunos ejemplos son Breitbart e InfoWars en Estados Unidos (derecha), Fria Tider en Suecia (derecha) y Canary and Evolve Politics en el Reino Unido (izquierda). Aunque la ideología es un motivador clave, algunos sitios también buscan ganar dinero, o al menos llegar a un punto de equilibrio con estas actividades. La estrechez de su enfoque también los separa de los sitios de noticias establecidos como Fox News y Mail Online, que también tienen una reputación de cobertura política partidista, pero tienden a cubrir la gama completa de noticias (noticias mundiales, deportes, entretenimiento)”

La propaganda y desinformación son más frecuentes en medios abiertamente partidistas o militantes. En mayo 2019, por ejemplo, Facebook eliminó cuentas de seis figuras a las que acusó de incitar discursos de odio, entre ellas la página web de extrema derecha InfoWars, que difunde teorías de la conspiración y noticias falsas”. Ese sitio y Breitbart también fueron eliminados como fuente de hechos para Wikipedia pero ambos continúan online porque tienen audiencias.

Apalancados por las redes sociales, estos productores de contenido dependen de ellas para llevar desinformación y llevar tráfico a sus websites. Fuera de las plataformas, ambos objetivos se desvanecen. Según una medición del NYT al tráfico de Infowars tres semanas después de haber sido bloqueadas sus cuentas en Facebook y YouTube, había caído de 1.4 millones de visitas diarias a 750 mil. Ese tipo de intervención sobre grandes volúmenes de datos resulta muy efectiva y debería ser parte de una estrategia que exijan los Estados a las plataformas.

“el periodismo debe ser escéptico frente al poder y no ser crítico según el color político o ideológico de quien detente el poder. Debe mostrar los datos de la realidad porque los gobiernos y partidos tienden a producir y creer en sus realidades. Debe investigar los pliegues del gobierno porque el poder inevitablemente mantiene lugares oscuros. Debe poner la lupa sobre problemas que necesitan atención pública y no justificar la noticia según la razón partidaria. Debe estimular a los ciudadanos a conocer lo que ignoran en vez de confirmar sus preconcepciones militantes. Debe incrementar oportunidades para la expresión de la ciudadanía y organizaciones civiles y no ser ventrílocuo de quienes están rodeados de micrófonos. Debe marcar los errores y olvidos a cualquier oficialismo y no ayudar a cubrirlos cualquiera sea la justificación”: Silvio Waisbord

Digital News Report 2019

Este estudio del 2018 (”Network Propaganda”) sobre las elecciones 2016 en EE.UU., capturó y analizó cuatro millones de artículos digitales. Su principal conclusión es que las publicaciones más militantes en los extremos del espectro -sobre todo conservadoras- lograron posicionar sus temas entre sus audiencias más que la prensa profesional, a pesar de que mostraron mayores deficiencias y vacíos en la aplicación del método periodístico.

Network Propaganda

Claire Wardle de First Draft, una ONG experta en técnicas de “fact checking”, presenta esta clasificación de desinformación, en tres variables: tipos de contenidos, motivaciones y las formas como se distribuyen. La sátira o el humor es vía muy usada para las informaciones falsas porque el humor siempre toma partido para burlarse de un solo lado de los hechos y suele usarse para suplantar la identidad de medios de prensa reconocidos.

Para la Unesco, “la desinformación es particularmente peligrosa porque con frecuencia está organizada, cuenta con buenos recursos y está reforzada por tecnología automatizada. Los proveedores de desinformación se aprovechan de la vulnerabilidad o el potencial partidista de los receptores a quienes esperan reclutar como amplificadores y multiplicadores”.

Tipología First Draft

La prensa, concentrada durante la última década en ensayar salidas para la crisis del modelo de negocio y el deterioro del mercado laboral que provocó la revolución digital quedó inundada y sobrepasada por flujos informativos que le competían y contra los cuales es poco lo que puede hacer.

“Fragmentación de epistemologías noticiosas”, “ecologías mediáticas caóticas” y consolidación de “intermediarios no periodísticos” son algunos de los conceptos con los que el Dr. Silvio Waisbord, nos sacude de la mesa el optimismo desmesurado y la arrogancia de cuando la prensa ocupaba la “la cima de la pirámide informativa” y sentíamos que podíamos echarnos al hombro la protección de la democracia entera.

“Todavía se debe tener esperanza de que el periodismo defienda los valores democráticos pero sería una tontería esperar que resuelva una nueva serie de problemas como los robots que imitan la voz humana, los “deep fake” y ríos de mentiras y medias verdades. No será posible verificar todas las falsedades difundidas en las redes sociales. Iluminar a quienes tienen una opinión separada de la realidad es quijotesco. Las innovaciones son importantes para mejorar el periodismo, pero son insuficientes para resolver problemas nuevos y aparentemente intratables… su capacidad para transformar la opinión y los flujos de información es más limitada”.

En estos tiempos es difícil pensar en una sociedad que no esté polarizada. Desde el punto de vista de la información noticiosa una podría pensar que hay indicadores que permiten presagiar que cada vez se crearán más medios militantes o que más periodistas se volverán activistas para que las audiencias se sientan cómodas consumiendo solo la información que refuerza sus prejuicios, sin importar ya si son reales o no.

Quizá así será y se terminará de comprobar que quienes somos de la vieja guardia que cree en el método como aspiración de garantía para las audiencias estamos finalmente muy pasados de moda. O quizá no y las audiencias moderadas, empalagadas por tanta información parcializada, regresarán, ya no a esperar, si no a exigirnos a periodistas y prensa toda la transparencia y estricto cumplimiento del método. Soy optimista. Habrá legiones de colegas esperándolas.

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Any Pérez
Periodismo CR

Periodista - Journalist — Curadora de contenido