Bitácora #13, Lunes 7 de noviembre

EL SENTIDO DE LOS SÍNTOMAS

Alma CL
Personalidad y Psicopatologia
6 min readNov 9, 2016

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El texto que se abordó en esta clase se encuentra en el Tomo XVI de las Obras Completas de Freud y es la conferencia número 17. O en línea en el siguiente link: El sentido de los síntomas

Freud, comienza mencionando algunos antecedentes así como algunos autores que habían contribuido al estudio de los síntomas. Uno de estos autores es Josef Breuer quien se hizo famoso mediante el estudio y la feliz curación de un caso de histeria en 1880–82. Otro de estos autores importantes es Pierre Janet quien participó en el caso de Anna O., un caso muy importante para el psicoanálisis. Por último y no menos importante está el Lauret un gran psiquiatra quien había expresado que los delirios de los enfermos mentales, si eran bien descifrados, podían llegar a tener un sentido.

Algo muy importante y que siempre hay que tener en cuenta, es que el sentido de los síntomas neuróticos, las operaciones fallidas y los sueños tienen siempre un nexo con las personas que los exhiben. Esto quiere decir que siempre hay que enlazar los síntomas con la historia de cada persona. Entendemos a las operaciones fallidas como actos que realizamos sin estar conscientes de ellos, pero que nuestro inconsciente deseaba hacer, es decir estos lapsus o deslices que tenemos de pronto, por ejemplo cuando le pegamos a alguien por “accidente” o cambiamos alguna palabra por otra. Como lo que le pasó a Eliza en la clase cuando estaba leyendo el texto y en lugar de decir “frasco” dijo “fracaso” cuando se hablaba del caso del hombre impotente.

A continuación Freud nos habla sobre la neurosis obsesiva, la cual en esa época no era más popular que la histeria y que en cambio, en el presente se han intercambiado estos papeles. Las personas exteriorizan la neurosis obsesiva, teniendo pensamientos que los ocupan noche y día, son pensamientos que en realidad no les interesan, tienen impulsos que les parecen extraños, mismos que los llevan a realizar acciones que no les causan ninguna satisfacción y que les es imposible dejar de hacer. Los pensamientos obsesivos pueden ser disparatados a veces sólo le son diferentes al sujeto. Comienzan como ideas catastróficas o terribles como asesinatos, el enfermo lo que hace es huir de ellos y lograr que nunca se ejecuten, por el contrario el enfermo ejecuta acciones obsesivas, las cuales son inofensivas cosas íntimas, repeticiones, como lavarse las manos en exceso, hacer algún ritual antes de dormir, etc.

Todos los síntomas tienen relación con la sexualidad, por ejemplo el pensamiento obsesivo de tener un constante control de todo tiene relación con una fuerte exigencia en la etapa del control de esfínteres. Esto lo podemos ver en el caso de la paciente que está embarazada de gemelos, ella tiene un pasado muy tormentoso en su familia ser mujer era lo peor que te podía pasar y los genitales femeninos eran vistos como algo sucio, esto la llevó a tener una limpieza obsesiva de sus genitales, lo que provocó que acabara con su flora vaginal y a partir de ese momento contrajera innumerables enfermedades e infecciones. Además de que tuvo que controlar esfínteres muy rápido porque a su mamá le daba asco tener que limpiarla y atenderla en ese sentido y por eso es que ahora es una persona demasiado controladora.

Otro ejemplo que la profesora dio en la clase fue el de una chica que perseguía a su exnovio, lo llamaba día y noche e incluso estuvo a punto de recibir una de mande por parte del chico. Después de una recopilación de información resultó que el motivo de este acoso era una situación de Edipo que no había logrado resolver y no sólo por el deseo de ella sino también por el del padre, quien no quería romper con esta situación y que por el contrario, la seguía alimentando.

En estos casos no se puede atacar únicamente el síntoma, ya que esto sólo provocaría un desplazamiento de la compulsión ocasionando otros problemas. Aquí el ejemplo de un hombre que fumaba demasiado, razón por la cual tenía un severo problema en la quijada, este hombre acudió a centro de ayuda para fumadores, en el cual les daban terapia conductual. El resultado fue insatisfactorio pues dejó de fumar pero ahora era adicto a los dulces y la comida en general así que subió de peso y al final después de un tiempo, volvió a recurrir al cigarrillo.

La postura de la psiquiatría hacia la neurosis obsesiva era en ese entonces, era la de llamar a las personas con esta enfermedad “degenerados” haciendo un juicio y nada más que eso, algo con lo que el psicoanálisis no estaba de acuerdo pues el poner etiquetas no ayudaba en nada a dar una explicación de lo que era esta enfermedad y mucho menos información sobre cómo tratarla.

Actualmente las personas obsesivas tienen una gran aceptación por parte de la sociedad, pues son personas que trabajan mucho, son muy organizadas, controladoras y son personas que pueden llegar a ser exitosas, con puestos muy altos en empresas importantes. Un ejemplo es la paciente de la cual nos comentó la profesora, quien era un tanto obsesiva y que tenía un puesto muy muy importante en la empresa en la que trabajaba. Ella había acudido a consulta porque había descubierto a su prometido con otra mujer, dos día antes de la boda. Esta mujer siguió con su vida y se casó con otro hombre quien le puso como condición que dejara su trabajo. Después de un tiempo tuvieron hijos de los cuales uno de ellos había sido diagnosticado con un trastorno de tipo autista. Cuando una madre es obsesiva, el deseo de querer ser la mejor madre del mundo ocasiona que se vuelva todo lo contrario y que deje de ser una madre buena, lo cual puede tener como resultado repercusiones en los hijos.

En el texto se mencionan dos casos de neurosis obsesiva, el primero trata sobre una mujer de 30 años quien tenía conductas muy extrañas, estas consistían en correr de una habitación a otra, llamaba a la mucama y corría de nuevo a la primera habitación. Esta mujer se había casado hace unos años con un hombre que era mayor que ella y que había resultado impotente la noche de bodas, ese hombre había corrido varias veces de su habitación a la de ella para intentar consumar el matrimonio pero siempre sin éxito, al día siguiente el marido, con tal de no tener que pasar vergüenza con la mucama, había volcado un frasco de tinta roja sobre la sábana, esto para aparentar que efectivamente el matrimonio se había consumado. De ahí que la acción obsesiva de que la mujer corriera de una habitación a otra y llamara a la mucama constantemente. Pero el caso aún no quedaba muy claro, hasta que Freud descubre un mantel manchado de rojo sobre una mesa que se encontraba en un lugar donde era imposible que pasara desapercibida. La interpretación era pues, que la mujer se identificaba con el marido, aunque ella sustituía la cama por la mesa, esto porque la mesa es un simbolismo de cama, y juntas representan el matrimonio. Pero no sólo repitió el suceso de aquella noche sino que lo exageró y de alguna manera lo corrigió, como si negara que el marido haya sido impotente, como pasa en los sueños. En este caso podemos ejemplificar cómo la acción obsesiva tiene su sentido en un evento del pasado de la persona en cuestión.

El otro caso es el de una joven de 19 años que además de tener un complicado patológico tiene una neurosis obsesiva que la ha llevado a crear todo un ritual para entes de dormir que aflige a sus padres. Hay que tener en cuenta que toda persona tiene un ritual para antes de dormir pero cuando este ritual se vuelve inflexible se convierte en un ritual patológico. Este ceremonial tiene principalmente cuatro aspectos importantes, sacar todos los relojes de la habitación incluso el de pulsera, que aunque sería imposible de escuchar, el ruido era percibido por ella, tomar todas las precauciones para que ningún ruido interrumpiese su sueño, que la puerta del cuarto esté entre abierta y por último que las almohadas estén acomodadas de una manera específica.

En resumen, todo este ceremonial era efectuado para negar y huir de los deseos sexuales de la joven que en esa época eran suficiente razón para sentir culpa y sentirse sucia de alguna forma, estos deseos sexuales estaban ligados a la sexualidad de los padres ya que esta muchacha había caído en un vínculo erótico con el padre.

Por último Freud nos reafirma que, a pesar de que existan sueños típicos que tienen simbolismos universales, no podemos dejar de lado que pertenecen a personas diferentes y que debemos tomar en cuenta el contexto y la historia de cada uno.

PD: La maestra nos recomendó ver una película que se llama “Mejor Inposible”

S. Freud. (1993). Obras Completas, Tomo XVI: Conferencia 17, El sentido de los síntomas. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

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