BITÁCORA 2: Doctrina de las pulsiones y desarrollo de la función sexual

Brenda Manjarrez
Personalidad y Psicopatologia
5 min readOct 3, 2016

Doctrina de las pulsiones

Dentro de los conceptos fundamentales en la teoría psicoanalítica los cuales nos llevan a comprender la psique humana, se encuentra el término Pulsiones. Las pulsiones, según Freud, son fuerzas que suponemos tras las tensiones de necesidad del ello, las cuales representan los requerimentos que hace el cuerpo a la vida anímica, es decir, implica un “empuje” que tiende a que el organismo se dirija a un objeto y un fin que permitan la satisfacción pulsional (Corsi, 2002); son la última causa de toda actividad, debido a que, su principal característica es el ser conservadoras y se oponen entre sí.

Al decir que se oponen entre sí hago referencia a las dos pulsiones propuestas por Freud, la primera de ellas es el Eros que tiene como meta hacer una ligazón, es decir, producir unidades cada vez más largas y, una vez realizada esta tarea, conservarlas. Esta fuerza posee una energía llamada Libido, que neutraliza a la pulsión contraria. Cuando esta libido se encuentra en su totalidad dentro del yo estamos hablando de un Narcicismo primario, hasta que el yo empieza a investir con libido las representaciones de objetos se le denomina Libido de objeto. Dicha energía puede pasar de un objeto a otro, teniendo así una movilidad de la libido, o por el contrario, se puede tener una fijación unicamente en determinados objetos. La meta pulsional de la libido es la excitación sexual, puesto que, tiene fuentes somáticas.

Por otro lado tenemos la Pulsión de muerte la cual es la fuerza que disuelve nexos y destruye las cosas del mundo, también, aspira al regreso a un estado anterior, es decir, tiende a regresar al estado inórganico de donde surgió. Freud nos muestra esta pulsión como una necesidad primaria que tiene todo ser viviente para retornas a lo inanimado, siendo así, un lugar donde hay destrucción, desintegración y la disolución de lo vivo.

Desarrollo de la función sexual

A pesar de que la sexualidad es un concepto central en la vida de los seres vivos, siempre ha generado cierta polémica y desconcierto a través de los años. Esto ha llevado a que se establezcan ciertos prejuicios, o peor aún, una apropiación y entendimiento de la información no adecuados respecto al tema. Un claro ejemplo de lo anterior, son la palabras introductorias de Sigmund Freud al desarrollo de la función sexual, en las cuales demuestra la falta de información de la población al considerar el coito, únicamente, como la sexualidad. Sin embargo, eran notorios puntos como:

  1. Personas atraidas unicamente por genitales de su propio sexo.
  2. Personas que sexualizan sus conductas en cualquier ámbito.
  3. Algunos niños muestran de manera temprana interés por sus genitales y sus signos de excitación.

Aun cuando la notoriedad de estos puntos era cotidiana, al ser expuestos por la teoría psicoanalítica, causaron escándalos; con base en lo anterior, Freud, afirmó que la vida sexual es un elemento que está con nosotros desde el nacimiento, debido a que, a partir de aquí ya hay exteriorizaciones. El segundo punto fue que no hay que tomar como sinónimos lo genital con la sexualidad porque esta última implica más actividades en la vida de los seres vivos; por último, la vida sexual implica placer a partir de ciertas zonas del cuerpo y esto se pone al servicio de la reproducción, aunque no siempre se cumple lo último.

Para demostrar el hecho de que los seres humanos estamos relacionados con la sexualidad a partir del nacimiento, Freud, nos presentó una teoría del desarrollo psicosexual que presentaré a continuación:

La boca es considerada la primera zona erógena durante nuestro desarrollo porque siempre se procura satisfacción de las necesidades de esta zona; cuando el niño lleva a cabo el chupeteo muestra que hay una necesidad de satisfacción que aspira a una ganacia de placer independiente de la alimentación o nutrición y por ello debe llamarse sexual, a esta primera fase se le denominó oral.

La segunda fase se nombró sádico-anal que durante la aparición de los dientes se presentan impulsos sádicos aislados, esta agresividad junto con la función excretoria llevan al niño a la búsqueda de satisfacción.

En la tercera fase, la fálica, únicamente desempeña su papel el falo (Genitales masculinos). Durante esta fase el niño busca diversas explicaciones a su sexualidad, y comienza a crear teorías respecto a estaporque no hay una distinción entre vagina y ano, por ejemplo, comerse una semilla y defecar un bebé, es decir, se desconoce a la vagina como un genital. Hasta este punto del desarrollo psicosexual, aún no existe una organización la cual se da hasta la siguiente fase, la genital.

Dicha organización establece que se conservan investiduras libidinales tempranas, otras son tomadas como actos preparatorios que, una vez satisfechos, dan un placer previo y por último, muchas necesidades son excluidas de esta organización y se reprimen, o bien, existe una aplicación diversa dentro del yo y forman rasgos de carácter.

El estudio de estas fases aventó dos resultados, el primero, que la génesis de algunas patologías que estudia el psicoanálisis se encuentra dentro de la primera infancia; por otro lado, los fenómenos que se observan pueden ser explicados desde la dinámica y la distribución cuantitativa de la libido (economía).

El desarrollo de la teoría sexual nos da pauta a que conozcamos la genésis de algunas psicopatologías, con esto no afirmo que haya una generalización puesto que, cada persona cuenta con una historia personal única a pesar de que existan aspectos congénitos dentro de la sociedad.

Fuentes:

  • Corsi, Paulina. (2002). Aproximación preliminar al concepto de pulsión de muerte en Freud. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 40(4), 361–370. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272002000400008
  • Freud, S. Esquema del psicoanálisis. Vol. 23. Doctrina de las pulsiones; El desarrollo de la función sexual.

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