MESA REDONDA “SALUD MENTAL Y LA RELACIÓN MATERNO-INFANTIL”

Gabriela Sánchez
Personalidad y Psicopatologia
9 min readOct 21, 2016

MESA REDONDA: 10 de octubre del 2016

El pasado 10 de octubre del 2016 se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental, por lo que, con motivo de esta fecha, en la Facultad de Psicología se organizó una mesa redonda en la que participaron algunos profesores de la Facultad, expertos en el tema, en este caso enfocándose en las relaciones maternales, esta temática resulta significativa puesto que en las diferentes culturas, la madre tiene diversos significados, ya que la maternidad está acompañada de cambios tanto personales como sociales. Además, es común que hoy en día las mujeres enfrenten una evidente ambivalencia; pudiéndose presentar situaciones de ansiedad determinadas por aspectos de tipo económico, demandas de tipo social o individual, las cuales intervienen en la actitud de maternidad, protección y crianza del hijo.

En el caso de la cultura mexicana, Díaz-Guerrero (1984) considera que los mexicanos ven a la madre, como una fuente de amor y comprensión, siendo la figura de mayor relevancia, la más significativa. En México, la mayor parte de la educación es a través de la familia y ésta se basa en la madre, como su principal agente para transmitir el bagaje cultural y las normas sociales. Es así que, existe gran cantidad de madres amorosas, las cuales pueden enojarse, sin tornarse destructivas, sin embargo, hay madres que por situaciones personales se desesperan y maltratan.

Las aportaciones de cada ponente dentro de su área de trabajo fueron las siguientes:

Jorge Rogelio Pérez Espinosa “Salud mental en las madres”

Algunas investigaciones, hacen énfasis en que las madres se desesperan ante situaciones de la vida cotidiana, tales como los problemas de conducta de sus hijos en las escuelas, discusiones o al considerar que además tienen que resolver muchas otras situaciones de su vida, se les dificulta encontrar alternativas de solución viables, por lo tanto, recurren al maltrato por considerarlo como la única opción. Les resulta difícil manejar la conducta oposicionista que presentan sus hijos, constantemente emplean la fuerza y no entienden tal comportamiento, o detectan pocas cosas positivas en los reclamos del niño. La frustración en la madre que maltrata se intensifica si el niño es especialmente difícil de manejar y/o cuando los padres carecen de las habilidades parentales adecuadas o de estrategias de manejo. Hay madres que realizan maltrato y además son ansiosas, además de que pueden presentar distorsiones del pensamiento al considerar que, cuando sus hijos no les obedecen, se debe a que están abusando de ellas. Ante ello responden con ira y maltrato. En consecuencia, la ira puede ser extrema, llegando a maltratar severamente al hijo, e incluso, llevarlo hasta la muerte. Aunque esto podría ser considerado el único tipo de maltrato, existen madres que pueden ser negligentes, o incluso no reaccionar bruscamente, pero permitir que los accidentes pasen y mostrarse indiferentes. En este sentido se debe enfatizar que la naturaleza de los cuidados proporcionados por las madres y padres a sus hijos durante su crecimiento es fundamental en el futuro de la salud mental del niño. Por lo tanto, el establecimiento y desarrollo de los vínculos afectivos entre padres e hijos resulta de vital importancia.

Alma Mireya López Arce Coria: “Detección de signos de alarma de daño neurológico en el primer año de vida”

La detección precoz de los problemas de desarrollo es un proceso continuo de vigilancia de desarrollo infantil, es de gran impacto, puesto que está dirigido al primer nivel de atención de la salud. Un desarrollo infantil pleno, principalmente durante los primeros años de vida, sentará las bases para la formación de un sujeto con todo su potencial y con posibilidades de volverse un individuo con mayor poder de resolución.

La mayoría de las veces en los problemas de desarrollo de los niños no se puede establecer una sola causa, aunque la mayoría de los estudios clasifica los riesgos de ocurrencia de problemas en el desarrollo como riesgos biológicos y riesgos ambientales. Los riesgos biológicos son eventos pre, peri y postnatales, que resultan en la probabilidad de daño en el desarrollo, entre ellos estarían el nacimiento prematuro, la hipoxia cerebral grave, el kernícterus, la meningitis, la encefalitis, etc.

Los problemas de desarrollo en el niño pueden presentarse de diversas maneras: como alteraciones en el desarrollo motor, en el lenguaje, en la interacción personal-social y/o en lo cognitivo.

La importancia de esta problemática radica en que incluso niños bien nutridos y sanos que no presentan manifestaciones clínicas de retraso de desarrollo, pero por no estar recibiendo los estímulos adecuados, pueden no alcanzar su pleno potencial. Por eso, no solo es importante diagnosticar el problema, sino también promover las bases para un completo desarrollo del niño.

Francisco Javier Espinosa Jiménez: “La importancia del apego para la salud mental infantil”

La madre aporta al bebé sus experiencias prenatales y toda una gama de fantasías, lo mismo que el padre. El bebé aporta su potencial biológico y psicológico, sus rasgos temperamentales y sus experiencias intrauterinas y peri-natales.

El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La teoría del apego sostiene que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo). El apego, es el primer lazo socioemocional que se establece entre el bebé y las personas que lo cuidan. La sensibilidad de los padres ante su hijo, el temperamento de éste y el contexto social influyen en el apego. El cual es de dos tipos:

a) Apego seguro; las relaciones entre el niño y la madre son de buena calidad existe confianza, afecto, sintonía y sensaciones de bienestar.

b) Apego inseguro: el niño muestra un apego de mala calidad con la madre, lo cual impide la regulación emocional.

La teoría de Bowlby considera que el niño desarrolla esquemas cognitivos negativos cuando no existe un apego seguro o no hay amor en la crianza del niño, éstos van a persistir e influir en la forma que el niño interprete las experiencias posteriores, si hay más pérdidas él va a pensar que no puede construir afectos positivos duraderos esto lo puede llevar a la depresión, Bowlby (1989, citado en Santrock, 2007).

Es así que la importancia de las interacciones sociales se manifiesta más en la variabilidad observada cuando el vínculo de apego se consolida de forma segura, insegura, ambivalente o desorganizada en función de la peculiar historia interactiva que cada bebé mantenga con su figura de apego.

Eva María Esparza Meza “Cómo afecta la patología de los padres en la salud mental de los hijos”

En el caso de la profesora Esparza, hizo hincapié en la importancia que tienen los padres y los problemas que los mismos pueden presentar en la salud mental de los niños, para ello se centra en su trabajo sobre niños con TDAH, mencionando que esta afección obedece a múltiples factores psicológicos, histórico-culturales, genéticos, biológicos, etc. que se encuentran interactuando con el ambiente.

Para ejemplificar esta situación hace mención del caso de Ariel “La sombra del odio”. En este caso, se trata de un niño de 8 años, que es remitido por el hospital donde trabaja su abuela materna, en esta institución después de aplicarle varios estudios se llegó a un diagnóstico de TDAH.

Ariel es el mayor de 3 hijos, sus padres están separados, vive con su mamá en casa de los abuelos. El motivo de consulta es que la abuela expresa que el niño es muy inquieto, por lo que reporta problemas de conducta en la escuela y en casa. Con frecuencia tiene sueños de angustia, no obedece, ni respeta los límites que se le imponen. Así mismo, presenta problemas con el lenguaje, desde pequeño presentó problemas para adaptarse a distintos ambientes escolares, mostrando angustia de separación. En el análisis del caso Esparza (2015) menciona que Ariel muestra fallas significativas en la estructuración psíquica que influyeron en la evolución tanto de la sintomatología del TDAH, como de los síntomas asociados y que se remontan a sucesos que preceden su existencia; se observa el no deseo de hijo, un embarazo accidental (sus padres se embarazaron cuando Jazmin huyó de su casa a los 18 años y después regresó embarazada) donde se proyecta sobre el bebé la sombra hablada del odio materno hacia la madre, es decir, la abuela (Jazmín explica: “siempre me he llevado mal con mi mamá y no fue porque me haya enterado de su infidelidad, sino porque nunca me protegió”). Su nacimiento significó sentimientos que van de la felicidad a la indiferencia (Ariel es identificado por su madre como el objeto para castigar a la abuela y también es un objeto de identificación “réplica de la madre”, su objetivo es que la abuela repare el daño que ocurrió tiempo antes de su nacimiento). Durante la etapa de bebé, Ariel se halla dividido entre “una madre buena — una madre mala” (Jazmín era muy fría con el niño, no era ni paciente ni cariñosa) algo que deja la huella del fracaso de la función materna; en esta etapa también encuentra la única experiencia: el amamantamiento, fuente de placer al que se aferra (formó un fuerte vínculo con su madre a partir de la satisfacción del amamantamiento, aunque da la impresión de haber sido una lactancia fría, sin acompañarse de miradas ni palabras)

Con lo anterior se vuelve a hacer notar el papel tan importante que juega la madre en la vida del niño, en el caso de Ariel, se hace evidente la dificultad que existe por parte de la madre para asumir y cumplir con la función materna, por lo que se deja al niño en un mundo donde predomina el rechazo, el displacer, en el que el poco cuidado que se da es más por obligación que producto de un sentimiento de satisfacción, todo esto aunado a distintos problemas que van desde un entorno familiar conflictivo, la separación de sus padres, los cuidados que en lugar de venir de la madre vienen de la abuela y los problemas que entrañan estas últimas desde tiempo atrás. Todo esto da pie a la presentación de las situaciones a las que el niño hace frente, desde los problemas en el lenguaje que se relacionan con la capacidad de simbolización, donde las dificultades para constituirse íntegramente van a fomentar que aparezcan los primeros síntomas como la “inquietud” expresada en el motivo de consulta. En este sentido, los síntomas del trastorno, van a estar relacionados con las fallas que las experiencias tempranas han dejado en la estructura psíquica.

“Entre tanto odio, resentimiento, violencia, indiferencia y seducción, Ariel me da la impresión de algo que aspira llegar a ser, intenta, pero no puede conformarse en una persona”. (Esparza, 2015)

Referencias:

Díaz-Guerrero, R. (1984). La psicología de los mexicanos. Un Paradigma. Revista Mexicana de Psicología.

Esparza Meza, Eva M. (2015). Los síntomas del TDAH, sólo la punta del iceberg. Clínica de lo negativo. Colegio Internacional de Educación Superior. México, D.F.

Espinoza, J.R, “Madres que ejercen maltrato hacia sus hij@s: psicoterapia grupal”, Revista Digital Universitaria, 1 de septiembre de 2016, Vol. 17, Núm. 9. Disponible en Internet: <http://www.revista.unam.mx/vol.17/num9/art67/index.html> ISSN: 1607–6079.

Espinoza, J.R “Vicisitudes en la relación madre-hij@”, Revista Digital Universitaria, 1 de septiembre de 2016, Vol. 17, Núm. 9. Disponible en Internet: <http://www.revista.unam.mx/vol.17/num9/editorial/index.html> ISSN: 1607–6079.

Gómez y Heredia (2014). Psicopatología, Riesgo y tratamiento de los problemas infantiles. Editorial El Manual Moderno.

Santrock, J. W. (2007). Psicología del desarrollo: el ciclo vital. McGraw-Hill, Interamericana de España.

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