Mis tres reglas para conversaciones en redes
Quiero comenzar aclarando algo: son mías. Sí, estas son reglas personales que aplican para mí. No estoy diciendo que aplican para todos y para todas las redes sociales, pero hasta el momento me han servido para tener un mundo virtual mucho más sano y en el que puedo estar mucho más tranquila.
Tampoco estoy diciendo que son leyes. Hay momentos en los que no he cumplido a cabalidad con las reglas, porque igual las redes sociales son un espacio en el que uno está escribiendo o diciendo lo que piensa y hay situaciones que ameritan expresiones más contundentes. Pero trato de pensar en estas reglas cuando estoy en redes sociales y quiero compartir cosas.
La idea de las reglas
Todo viene de una conversación con alguien cercano, tratando de explicar por qué no entro en determinadas conversaciones o toco ciertos temas y se me vino a la mente que la mejor forma de explicarlo es a partir de una escena de una de mis series favoritas: Secret Diary of a Call Girl. En el S01E03 Belle explica qué es ‘The Girlfriend Experience’ y entre ello cómo mantener una conversación con un cliente -esta es la escena por si desean verla-.
Pensé que aplico esas reglas y que podría traducirlas en un post. No van en el orden que ella las nombra, pero más en el orden en el que trato de llevarlas.
No Política
Recuerdo muy bien que en una oportunidad alguien con quien tuve la oportunidad de compartir me dijo que ser apolítico no es posible, que el no ser activo en política es una posición. Quiero aclarar algo: tengo posiciones políticas, en especial, creo en la democracia. El asunto es que no es un tema de conversación en redes que me haga sentir especialmente cómoda, porque es un tema que no entiendo muy bien y no me da pena confesarlo.
No estoy diciendo que no hago mi esfuerzo por aprender. Trato de leer lo que me es posible, estar informada y en espacios en los que estoy cara a cara con otras personas, hago preguntas y busco respuestas. Pero en lo presencial, no en lo virtual. En las redes sociales, creo yo en especial por espacio -aunque uno pueda escribir miles de caracteres en Facebook, Instagram o LinkedIn, siempre está el ‘read more’ y a la gente le da pereza-, no hay forma de explicar, o por lo menos se siente más un ambiente de juicio porque uno está a favor o en contra de algo.
Es una regla, por lo que tiene excepciones. Sí he hablado de política. Hay acontecimientos a nivel mundial en los que uno no puede estar callado. Condenar atentados o matanzas es algo político, pero también algo humano que necesita expresión. También el evaluar a los gobernantes: no creo que las redes sociales cambien algo, pero al menos es una manera en la que los ciudadanos pueden expresar lo bueno y lo malo.
Pero en general evito la política, porque además que ahora las personas atacan la ignorancia sin piedad, en vez de enseñar, este es un tema que entra en la siguiente regla.
No temas inflamatorios
Hay gente que adora pelear en redes sociales. En serio, estoy convencida de ello. En la actualidad hay demasiados evangelistas de “lo que sea”, que han convertido su pasión en un tema de discusión porque simplemente tienen la razón y deben tenerla todo el tiempo.
Existen temas más inflamatorios que otros, pero últimamente todo es inflamatorio para la mayoría. Además de la política, la religión es otro de esos temas muy inflamatorios. Un ejemplo es lo que ha pasado con la visita del Papa a Colombia: es un tema que he buscado evitar, porque, aunque creo firmemente en el estado laico y que a Colombia poco le importa el asunto, no quiero entrar a hablar de un tema que afecta las creencias de miles de personas. Esa es mi posición.
De nuevo, creo que esos temas son para un café cara a cara con personas de confianza, que entiendan tus puntos y que exista respeto mutuo. Pero tal y como lo puse en el artículo de compasión y autocompasión, es impactante como, por ejemplo, Game of Thrones se convirtió los domingos en un tema inflamatorio: malo si pasa algo, malo si el capítulo es lento.
Temas inflamatorios en redes: sexo -estamos llenos de sexy selfies y comentarios de doble sentido-, influenciadores y marcas, errores de communities -admito que me río de sus “metidas de pata” pero trato de no comentarlo, somos humanos-, intimidad de otras personas -como aquel que tenía su excel de personas con las que se acostó… ¿en serio? ¿cómo publica eso en redes?-.
Claro, hay momentos en los que es necesario hablar. Uno de los temas más inflamatorios en los que suelo opinar, son temas de discriminación, en especial a mujeres y población LGTB, porque es algo cercano a mí y creo que lo vale, pero siempre con respeto. Pero en general, la regla que lleva mis redes sociales es la siguiente.
Mantenlo simple
Es una adaptación de la regla de Belle. No es un asunto solo de generar contenido light porque creo que también hay oportunidad de decir cosas que pueden ayudar a otros y no ser ligero. Por eso lo adapté a algo más cercano para mí: las redes sociales deberían ser simples, sin complicaciones o problemas.
La vida no es simple. Siempre estamos corriendo, en medio de la multitarea, con las miles de expectativas que llenar. Para mí, las redes sociales hacen parte de la distracción del día a día, lugares en los que puedes encontrar información que te alimenta, pero también memes de gaticos que te alegran el día.
También las redes sociales son un espacio en el que puedes aprender, en el que puedes conocer personas que comparten tus intereses y en el que puedes hacer contactos para crecer profesionalmente.
Un ejemplo es lo que trato de hacer en mi proyecto de podcast, Happy Pop Talk. Empezamos con Natalia con una premisa: hacer feliz a otros y en el proceso, ser felices mientras lo hacemos. Esa es la razón por la que en el programa nos gusta mantenerlo simple y hablar de temas cool.
No quiere decir que no haya momentos en los que las cosas se compliquen, en el que uno tenga opiniones complejas y que no haya la necesidad de expresarse. Pero creo que para eso están otros espacios de la vida, otras personas con las que se tiene confianza y se puede hablar del tema.
Creo firmemente que las redes sociales no son el problema, son espacios que uno decide cómo usar. Lo que más quiero es sacarles provecho y mantenerlos simples. Tal cual.
