Carta al que me apuntó con una pistola

Camila Gdb
PIES EN LA TIERRA
Published in
2 min readNov 27, 2018

Unas manos temblorosas, unos pies que bailaban de un lado a otro sin detenerse y una mirada llena de odio trajo a la vida una escena de Hollywood: estar entre la vida y la muerte al filo de un cañón.

El tiempo se detuvo, parecía que no avanzaría más. Y de pronto, tus golpes sobre el vidrio.

Tas tas tas tas

Te volteé a ver cómo quien ruega piedad por algo que no cometió.

Tas tas tas tas

Dale todo, no hagas nada, no te muevas, no lo veas. Mi mente conducía a mil por hora: exactamente a la velocidad a la que me hubiera gustado salir de ahí.

Del otro lado estabas tú. Un alma que dudaba. Que sin poner el valor en perspectiva, ante tus dedos, una vida era equivalente a una cartera.

¿En qué momento llovió delincuencia del cielo mexicano, generando una tormenta que no cesa?

¿Cuál fue el instante en que nos distrajimos para después observar el resultado de una sociedad que ha agudizado el crimen y normalizado la violencia?

A decir verdad, no lo sé. Y podría apostar que tú tampoco.

Y ¿sabes? Aunque estemos parados bajo el mismo cielo, sé que nos separan miles de kilómetros. Mientras la delincuencia para mí siempre fue una idea, para ti fue la realidad. Mientras yo a los ocho años la imaginaba al cerrar los ojos, a la misma edad tú la vivías con los ojos abiertos.

Entonces hoy te compadezco. Hoy te comprendo. Y te ofrezco usar las oportunidades en las que nací para reducir esa brecha que nos separa. Porque nadie debería hacer del terror un mecanismo para lograr su objetivo. Nadie debería recurrir a las armas en busca de dignidad.

Porque aunque tal vez no lo sepas, la misma dignidad que nació conmigo, nació contigo.

Espero una día volverte a encontrar. Pero que esta vez, lleves entre las manos el resultado de una sociedad que con orgullo celebre su evolución.

--

--

Camila Gdb
PIES EN LA TIERRA

Mis letras y yo te damos la mejor de las bienvenidas.