Por dentro

Camila Gdb
PIES EN LA TIERRA
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2 min readDec 24, 2018

Carla abrió el ojo a las 7:05 a.m. con una curiosidad tan fuerte, como la que se rumora que mató al gato. Sin pensarlo, saltó de la cama y se dirigió al cuarto de sus papás. Entre un ceño fruncido preguntó:

-¿Qué me hace especial?

Hechizada en sueño, su mamá volteó a la puerta, bajó la mirada para encontrarse con sus ojos y le respondió sonriendo:

-Lo que está dentro de ti

Sin mayor satisfacción, Carla se dio la vuelta y cruzada de brazos, se dispuso a pensar. ¿A qué se refería aquella frase? ¿Qué había dentro de ella que la distinguía del resto de las personas?

Un corazón… dos pulmones… ¿muchas venas? Nah, eso lo tienen todos, pensó.

A la hora de la comida le recordaron que esa tarde tenía cita en el Doctor.

-¿De verdad? Dijo emocionada.

-¡Sí! Alístate para llegar temprano y te veo en el coche, contestó su mamá.

-Oye, ¿y desde cuándo te da ilusión visitar al pediatra?

-¡Desde siempre! Expresó con una voz ahogada en mentira.

Carla contaba los minutos para llegar. Y es que con ansias esperaba el momento en el que su Doctor la sacara de dudas. Después de todo, seguramente él sabría con exactitud, qué era lo que tenía por dentro que la hacía única.

Con tal de saberlo, esta vez se aguantaría aquél desagradable olor a medicina y si era necesario, el temido piquete de inyección.

Sentada en el banquito del consultorio, con una cara de sospecha tremenda, subió la mirada para ver al famoso Dr. Roberto.

-¿Qué pasa, Carla?

-Eh.. Lo que pasa es que —

-¡Doctor, disculpe! Urge su apoyo en el quirófano C, parece que el paciente necesita más sangre, dijo angustiado un joven en bata, después de entrar por la puerta como relámpago.

-Soliciten de inmediato donadores universales.

El joven parecía haberse quedado congelado mientras su cara, pálida y confundida, delataba su condición de principiante.

-Recuerda que la sangre O- es el único tipo que puede salvar a todos, le recordó el Dr. Roberto.

-Tipo de sangre O- de acuerdo, contestó el joven en bata.

-¿Eh? ¿Estás ahí Carla? Preguntó por tercera vez el Dr.

-Pero Carla parecía no escuchar ya, ni una sola palabra.

Confundido, el Dr. trató de averiguar qué era lo que había mandado a la pequeña mente de su paciente, cientos de kilómetros fuera de aquél consultorio.

Para su sorpresa, se topó con algo poco revelador: aquellos ojitos cafés se mantenían clavados en el expediente que leía: Carla García Duque, Edad: 7, Tipo de sangre: O-.

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Camila Gdb
PIES EN LA TIERRA

Mis letras y yo te damos la mejor de las bienvenidas.