Píldoras Informativas, el nuevo formato que se ha puesto de moda

Bartolomé Borrego Zabala
Pildoras Informativas
5 min readOct 14, 2015

La multitud de plataformas de información existentes, la evolución de la tecnología y la extensión a todos los niveles de los dispositivos móviles, permite hoy día que podamos ver o leer cualquier cosa desde cualquier dispositivo y en cualquier lugar, sin embargo, esta sobreabundancia de información que tenemos a nuestra disposición está provocando que cada vez leamos menos y que tengamos que ser más selectivos a la hora de informarnos sobre cualquier noticia o tema de actualidad sobre los que estemos interesados. En definitiva, podemos afirmar que nuestro modelo de consumir información ha cambiado.

Los consumidores de información demandamos cada vez más rapidez y más novedades e incluso hasta varias veces al día, aunque como he comentado, cada vez queremos dedicar menos tiempo consumiéndolos, lo que nos lleva a concluir que los grandes artículos doctrinales, las noticias demasiado extensas, las eternas comparecencias ante la prensa, los interminables informes técnicos o los vídeos de larga duración no se lean, escuchen o visualicen en su totalidad, ya que queremos satisfacer nuestra curiosidad prácticamente al instante y, si es posible, a un solo golpe de clic, por ello, en muchos casos, nos quedamos únicamente con los títulos y subtítulos o con las primeras frases. Nuestra impaciencia no nos permite dedicarle más tiempo…

Ante esta nueva realidad, empresas, youtubers, administraciones y todos aquellos que quieran comunicar algo a sus oyentes o lectores, deben adecuar sus mensajes a la explosión informativa con que nos inunda Internet, y para ello, surgen las denominadas “Píldoras Informativas”, es decir unos formatos de mensaje de corta duración y en formato audiovisual que permiten captar la atención de los usuarios, al menos durante el tiempo suficiente antes de que salten a otro lugar. De ellos, el formato que empieza a tener más éxito es, sin lugar a dudas, es el del vídeo, ya que podemos visualizarlo cómodamente, escucharlo mientras llevamos a cabo alguna actividad, y que, además, puede llevar algún texto incorporado, si bien, de esta opción no se debe abusar, porque requiere una atención más expresa.

A continuación os incluyo algunas pautas o recomendaciones que debéis tener en cuenta si queréis adoptar este nuevo formato en vuestras comunicaciones:

Una imagen vale más que mil palabras. Una imagen se visualiza antes que un texto, ejemplo de ello es el éxito de las redes sociales basadas en imágenes como Pinterest, Flickr o Instagram. La viralidad con la que se extienden algunas imágenes o videos en Facebook, Google+ y otras redes sociales supera sobradamente a la de los textos. Debemos por tanto comunicar principalmente con la imagen, y para ello, debemos cuidarla, tanto si comunicamos como empresa, como profesional o de forma particular.

Precisión en el contenido. Debemos ser concisos con lo que queremos comunicar. Si nos “enrollamos”, daremos lugar que el internauta se marche a otro lugar donde encuentre la misma información pero de forma más rápida y accesible. Claridad, brevedad y precisión en nuestras palabras e imágenes son nuestras mejores aliadas en nuestro proyecto. Los dos primeros minutos de nuestra comunicación deben dar una idea clara de lo que vamos a hablar, y este es uno de los aspectos que, por mi experiencia, os diré que más cuesta conseguir. Hemos de buscar las palabras exactas, las frases que mejor comuniquen y todo ello, en el menor tiempo posible, pero a su vez, de forma pausada, clara y que resulte lo más natural posible, sin mostrar nerviosismo ni tensión.

Actualización continua. Hoy día podemos estar informados de lo último que ha acontecido en el rincón más oculto del planeta y en un instante, en ocasiones incluso antes de que aparezca en los medios tradicionales de comunicación. Las anécdotas, los recursos, las normas y cualquier aspecto que pueda afectarnos o sobre el que queremos estar informado, está sujeto a continuos cambios que el internauta quiere conocer “ya”, sin esperar a llegar a casa para informarse. El ascensor, el metro o la sala de espera del médico puede ser tan buen lugar para informarse como cualquier otro. Sin embargo esa premura en ofrecer contenidos no debe llevarnos a faltar a la veracidad y a dejar la rigurosidad a un lado. Ofrecer una información no correcta o sin contrastar puede hacernos perder clientes o seguidores. Las redes sociales son sin duda un gran aliado, pero tanto para lo bueno como para lo malo.

Necesitas ampliar información? La “Píldora Informativa”, debe servir para abrir boca, para crear expectativas y para alimentar el deseo de saber más acerca del contenido de la misma, pero si ésta se limita exclusivamente a lo comunicado en el correspondiente canal, nos estaremos quedando a medias. Siempre debemos ofrecer la posibilidad de ampliar información a aquel que desee saber más acerca de lo expuesto en la “Píldora”. Los enlaces son, por decirlo de alguna manera, “obligatorios” para que nuestros lectores y seguidores sepan donde pueden acudir si necesitan información adicional o aclaraciones sobre lo expuesto.

El formato vídeo, más esfuerzo pero también mejor resultado. Si optamos por utilizar el formato audiovisual, es decir, el vídeo, además de todo lo expuesto debemos esforzarnos especialmente en cuidar la imagen personal, profesional o empresarial que queramos transmitir. Dependiendo de nuestro público objetivo, nuestro lenguaje será más o menos cordial, técnico, sencillo, ameno, coloquial, etc., Y en cuanto al atuendo que utilicemos, también debe variar por el mismo motivo anterior, mostrándose más formal, arreglado pero informal, informal a secas, o, totalmente desenfadado. En cualquier caso, el protagonista del vídeo debe mantener siempre el contacto visual con la cámara, porque al otro lado de la misma es donde están sus oyentes, y ofrecer un lenguaje corporal adecuado, sin demasiados movimientos ni brusquedades, pero tampoco demasiado estático.

Otro aspecto importante a tener en consideración es el del lugar de grabación. Hay que elegir el lugar más adecuado, tanto para evitar las distracciones a la hora de la grabación como por los ruidos externos que puedan producirse. Por ello, quizás la mejor opción sea la grabación en interiores (despachos, salas de reuniones, etc.)

El formato vídeo permite además entrelazar imágenes del interlocutor con algún texto o incluso alguna explicación visual, dependiendo de la temática utilizada. Todo dependerá del resultado que queramos obtener: más profesionalidad y cuidado de los detalles, o tal vez vídeos más caseros o informales pero de elaboración gratuita.

La conjunción de estos aspectos que os he expuesto harán sin duda que vuestro mensaje llegue mejor, cale en tu público y, en su caso, hasta convenza al cliente o potencial cliente.

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Bartolomé Borrego Zabala
Pildoras Informativas

Especialista en e-Administración Tributaria, Aduanera, Contable, Nuevas Tecnologías y Social Media. Mi web: www.bartolomeborrego.com