Desfibrilador semiautomático, DESA
Cada año mueren en España más de 15.000 personas por muerte súbita y la mayoría debido a un trastorno eléctrico del corazón que se denomina fibrilación ventricular un estado en el que entra el corazón por diversas causas y que se materializa en el ritmo desacompasado de las células cardiacas que hace que el corazón pierda la capacidad de impulsar la sangre.
Vea en este vídeo la descripción de la muerte súbita y sus causas que hace el doctor Julián Pérez-Villacastín, responsable de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid:
Si no se recibe atención inmediata la víctima fallecerá en pocos minutos. Es muy importante saber que el pronóstico de los pacientes que sufren una muerte súbita depende fundamentalmente del tiempo que transcurre entre que el corazón se detiene y se aplica una desfibrilación. Por cada minuto de demora existe un 10 por ciento menos de posibilidades de recuperación, es decir en diez minutos la probabilidad de supervivencia es inferior al 10%.
Un recurso es comenzar inmediatamente la reanimación cardiopulmonar lo que permite alargar el tiempo durante el cual es eficaz la desfibrilación. Vea a continuación la ficha de la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón para aplicar la reanimación cardiopulmonar
Si no tiene formación en reanimación prescinda de insuflar aire y mantenga el ritmo de 100 compresiones por minuto. Si puede alterne con otra persona para no agotarse y perder eficacia. Lo más adecuado es cambiar cada dos minutos.
Cuanto antes aplique un desfibrilador mejor, se trata de una descarga eléctrica que fuerza a todas las células a sincronizarse y recuperar el latido.
Si dispone de un teléfono con manos libres o alguien le ayuda, el 112 le pondrá en contacto con un médico especialista en urgencias que le guiará durante el proceso.
En caso contrario el desfibrilador puede guíarle durante todo el proceso de la reanimación incluso marcando el ritmo de las compresiones lo que disminuye el estrés y mejora el rendimiento. No se preocupe por la seguridad del tratamiento, el propio desfibrilador lee la actividad cardiaca y decide si es necesaria la descarga.
Lo importante es tener un desfibrilador a mano lo demás es solucionable. Por ejemplo en la Comunidad Autónoma de Galicia se ha puesto en marcha un proyecto de colaboración ciudadana muy interesante mediante el cual las personas con formación en reanimación cardiopulmonar y manejo de desfibriladores, cercanas a una emergencia por parada, reciben un aviso mediante una App por si pueden llegar antes que los servicios de emergencia. Los desfibriladores también se registran y se guía mediante google maps a los intervinientes hasta el más cercano. Vea la descripción en el siguiente enlace y descargue la aplicación si vive o visita Galicia.
Nuestra recomendación es disponer de un desfibrilador en el botiquín del viajero a países lejanos y siempre es bueno tener uno a mano en el trabajo y en casa o en su comunidad de vecinos. Puede adquirir uno en el siguiente enlace de Amazon:
Y por último recuerde, ante una persona inconsciente que no respira: llame al 112, grite para recabar ayuda de su entorno y comience las compresiones cuanto antes sin perder el ritmo, Stayin’Alive!
Jesús Belenguer dirige el equipo que diseñó el Protocolo Mercurio que es el sistema de gestión de la seguridad personal de trabajadores desplazados a países lejanos más implementado en las empresas españolas. Comparte sus ideas en Medium desde abril de 2015.
