Breve hiztoria del Cine Zombie

Hay mucho que hablar sobre zombies. Y eso hará este servidor. A un capítulo del final de la séptima temporada de The Walking Dead (2010-…) conviene revisar, en un primer escrito, la historia del Cine Zombie.

Generalmente, la historia del “zombie audiovisual” se divide en tres momentos históricos:

1. Zombie folclórico

El primero es de carácter folclórico y está estrechamente vinculado a la tradición vudú africano/caribeño. Ciertos autores sindican la invasión estadounidense a Haití en 1915 como el momento de contagio a este respecto, pues en dicha isla los zombies eran esos trabajadores explotados y dominados por lugartenientes que contaban con la ayuda interesada del brujo local.

Si bien en 1929 — mismo año del crack financiero norteamericano — se publicó el libro “La isla mágica” de William Sebrook, donde se consigna la existencia de estos zombies, es en 1932, con el estreno cinematográfico de White Zombie de los hermanos Halperin, cuando por primera vez el asunto es tratado audiovisualmente.

Sin embargo, estos caminantes no son muertos vivientes, sino que son individuos vivos cuya voluntad queda a disposición absoluta de aquel que les ha embrujado con algún otro poderoso hechizo.

En esta línea, varias producciones han mantenido la idea del sometimiento de voluntades que no necesariamente se traduce en la presencia de muertos/vivientes, sino que a estados de anulación de conciencias fruto de un embrujo, la fórmula de algún científico perturbado, la invasión de extraterrestres o, incluso, el intento de un romántico ex soldado nazi (si es que aquellos existe) de crear un ejército en base al sometimiento de las voluntades.

2. El zombie clásico

Fue en 1968 cuando la historia de los zombies cambió radicalmente, mismo año en el que la Opinión Pública norteamericana comenzó a percatarse que la Guerra de Vietnam no era un asunto ganado.

Ese año, el director George Romero estrenó Night of the Living Dead, donde la aproximación hacia el muerto viviente es radicalmente distinta y fundacional. Ya no es un esclavo y es, efectivamente, un muerto que vuelve a la vida producto de alguna toxina, un virus o residuos descuidadamente expuestos.

Son, además, limitados físicamente, disminuidos en cualquier habilidad y abiertamente idiotas sociales.

En esa ocasión y luego con el estreno de Dawn of the Dead (1978), Day of the Dead (1985), Land of the Dead (2005), Diary of the Dead (2007) y Survival of the Dead (2009), Romero fija reglas que se respetan hasta el día de hoy en cualquier producción del género. Algunas de ellas son que:

· el zombie sólo muere de un golpe en la cabeza (lo que resulta novedoso entendiendo que dicho órgano no les funciona),

· mientras se muevan buscarán permanentemente alimentarse de carne humana (siendo que tampoco tienen funciones digestivas, al punto incluso de poder no tener estómago) y

· su condición es altamente contagiosa.

Posiblemente por todo lo anterior, Romero es considerado el padre del cine zombie. Por lo mismo, será un personaje que estará vinculado de algún u otro modo en decenas de otras producciones del género, incluidos los remakes hechos a sus propias películas.

3. Zombie moderno

Una tercera etapa, identificada en el cambio de milenio y con la imagen de los ataques del 11S, es la más moderna, pese a que muchas producciones mantienen la línea tradicional de Romero.

Lo más llamativo de estos nuevos zombies es su rapidez y voracidad, estrenada oficialmente en 28 Days Later (2002). El entorno, además, es abiertamente apocalíptico: no parece existir una solución al problema que suele interpretarse como global y — propio de una época que teme periódicamente a las pandemias — del que nadie puede escapar definitivamente por mucho que se esfuerce. Eso genera desconcierto global y revueltas ciudadanas, lo que se reflejan explícitamente en la película recién mencionada, pues comienza con una mixtura de imágenes reales de disturbios ciudadanos y escenas de ataques de furiosos zombies, cóctel utilizado en otras producciones del género.

Ahora bien, estas tres etapas suelen ser de consenso entre los autores, aunque es un hecho que delimitar los términos de una u otra no es posible, pues, como ya se señaló, la estela de Romero sigue con fuerza marcada en cualquier producción que contenga temática zombie.

Conocida la historia, nuestras próximas entregas permitirán profundizar en aspectos más concretos de este género que está más vivo que nunca.