Split: una cinta en fragmentos

Melissa Astudillo
Plano Detalle
Published in
4 min readApr 19, 2017

Si tener una sola vida resulta difícil de sostener, imagina tener 23 viviendo en tu mismo cuerpo.

La realidad de alguien que sufre un trastorno de personalidad múltiple nos puede llegar a parecer demasiado lejana y difícil de comprender para quienes no la padecen. Pero el cine, ha logrado tomar esta manera de ver el mundo y de a poco hacer al espectador más partícipe de esta mentalidad. Justamente esto es lo que M. Night Shyamalan nos presenta en su reciente película: fragmentado.

Este thriller psicólogico nos presenta al personaje Kevin wendell Crumb (James McAvoy), quien, a raíz de un trauma de su niñez, su mente ha creado 23 personalidades que lo ayudan a defenderse a lo largo de su vida.

La metodología que usan para aparecer consiste en “la luz”. Se encuentran las distintas personas sentadas en sillas, en una habitación oscura, y son capaces de salir al mundo real cuando les toca estar bajo el foco. Para poder generar un orden en la vida de Kevin, se encuentra a cargo la personalidad más centrada: Barry.

La trama se desencadena cuando, gracias a la ayuda de Hedwig (un niño de nueve años), salen a la realidad las dos personalidades a quienes se les había arrebatado el derecho a aparecer: Dennis y Patricia.

Estos personajes conocen la existencia de una nueva personalidad, la bestia, y actúan a su disposición. Debido a esto es que secuestran a tres chicas: la cabeza del grupo, Cassey Cook (Anya Taylor-Joy), Claire (Haley Lu Richardson) y Marcia (Jessica Sula). Ahí es cuando las demás personalidades intentan alertar a su psiquiatra, la Dra. Fletcher, para que tome cartas en el asunto y pueda detener a “la horda”, nombre con el que se menciona a esta unión de personalidades.

En este film destaca la composición de la trama. Está contada de tal manera que mantiene la intriga hasta el último momento. No entrega toda la información en bandeja, sino que la va proporcionando a lo largo de los 116 minutos. Entrelaza escenas del secuestro, de las citas con la doctora y recuerdos de Cassey. Elementos que no son al azar, porque cada uno contribuye con una parte importante para el desarrollo de la historia.

Cabe destacar que el mayor suspenso no se encuentra en las escenas de acción, sino que en los diálogos de las distintas escenas. El texto está diseñado para que el espectador pueda ir uniendo las piezas que cada secuencia entrega y así sumergirse en esta realidad. Al finalizar la película, es posible unir todo eso y hacer al rompecabezas encajar a la perfección.

También es característico de la cinta, el hecho de que jamás olvida que gira en torno a la idea de que una persona con DID puede cambiar incluso sus características físicas cuando varía entre una personalidad y otra. Recalcan el tema para que el espectador sienta que el mundo presentado en la película es verosímil.

Fuera de la trama, también hay que destacar la actuación de James McAvoy. Su preparación para esta película rinde muy buenos frutos, ya que logra darle vida a varias personalidades con esencias completamente distintas. Se le puede ver actuando como un niño, luego como una mujer, y uno nota el cambio entre ellos aunque no esté caracterizado como tal.

También destaca la actuación de Anya Taylor-Joy. El susto, el dolor, la desesperación, cada uno de los sentimientos que Cassey manifiesta, es capaz de representarlos a la perfección. Bastaba con solo una mirada para reflejarlo. Era como si la historia del personaje hablara a través de ella.

Drama, suspenso, ideales que de seguro te dejarán pensando. “Él está en movimiento” y lo verás llegar cuando inicie la cinta, aunque no se encuentre físicamente ahí.

Mira acá el trailer:

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