Una pastelería a la chilena

Antonio Vicuña S.
Plano Detalle
Published in
3 min readJan 7, 2017

My Bakery in Brooklyn es una producción estadounidense-española que además cuenta con un guión escrito por el chileno Paco Zegers.

Vivien (Aimee Teegarden), es una joven neoyorquina que finalmente ha logrado comprar los pasajes a Europa, luego de mucho tiempo ahorrando. El sueño de toda su vida, debe aplazarlo, ya que durante una fiesta, su tía fallece en sus brazos pero no sin antes pedirle que cuide, junto a Chloe (Krysta Rodríguez), “lo más importante que tenía” su pastelería Isabelles.

Tras el funeral, Viven conoce a Paul (Ward Horton), un empleado de un banco que trabaja cobrando las deudas de los difuntos. Ambos comienzan a trabajar junto a Chloe para sacar adelante la pastelería, pero sus personalidades distintas, harán que se vean enfrentados constantemente.

Desde aquel punto, la película se vuelve predecible, insípida y comienza a caer constantemente en los clichés clásicos. Además de que varios de sus personajes son bastante estereotipados: el latino seductor, el ruso mafioso-traficante, el nerd que se enamora de la más guapa, etc.

Estos son solo algunos de los tantos clichés que aparecen en escena, que por un lado, logran sacarnos una que otra sonrisa, pero por el otro, no permiten que la película avance ni que uno se identifique de manera correcta. Además hacen que todo lo que suceda sea más predecible, acabando así con la sorpresa y la emoción del film.

Esta es la tercera película del español Gustavo Ron. El europeo de 44 años, anteriormente había dirigido Ways to Live Forever y Mia Sarah. En My Bakery in Brooklyn, hay grandes actores españoles, que se sumaron a la aventura de Gustavo Ron, como por ejemplo Blanca Suárez (La Piel que Habito, la serie El Barco) o Aitor Luna (Los Hombres de Paco, Velvet).

Los actores hispanos, no tienen problemas con el idioma, logrando cumplir de manera correcta con sus papeles. Eso si, los personajes no logran complementarse entre ellos, generando pocos vínculos sólidos. La única subtrama rescatable es la de Dave (Ernie Sabella), tío de Vivien, con Dimitry (Enrique Arce), personajes que logran compenetrar y crear una complicidad en la puesta en escena.

Por otro lado, el chileno Francisco “Paco” Zegers, realizó el guión junto a Gustavo Ron. Es su primero en la pantalla grande y se nota, pero no deja de ser interesante la propuesta que presentan. Se ve una clara influencia de Paco en la realización de este, ya que durante el desarrollo de la película nos topamos con Daniella, una joven chilena que viaja a EE.UU. a cumplir su sueño. Pero, nuevamente, cae en los clichés: vino tinto, Neruda y las Torres del Paine, definen a esta bella joven interpretada por Blanca Suarez.

En conclusión es una divertida película familiar que no pretende ser más que eso, abundan los clichés y no hay una real complementación por parte de los personajes.

Mira su trailer aquí:

--

--