Hardcore/Straight Edge: Quiero volver a tener 15. Parte 3

JJ
playthehits
Published in
7 min readApr 28, 2020

--

En gran medida, todos los valores que tengo arraigados son gracias a escuchar bandas de hardcore, principalmente las asociadas al Youth Crew y posterior oleada de straight edge que surgieron en Estados Unidos.

El sentimiento de comunidad, empatia y aceptación de las diferencias me quedaron grabados al pensar en las ideas de hermanos, ver a los animales como seres que sienten terror. Estar con un grupo de personas sudadas gritando a todo lo que dan los pulmones las canciones de Have Heart dentro de mi imaginación. Ver el último concierto de Champion.

Las poleras de universidades norteamericanas y crear relaciones con otra gente a través de la música siguen presentes en mí. Aunque cierta banda tenía una actitud mucho más sectaria (Earth Crisis), el resto era de puro amor. No en un sentido de comunidad hippie donde los problemas se evaden con aislamiento, por el contrario, eran bandas en que los integrantes estaban intrínsecamente relacionados con los problemas de su entorno. El consumo de drogas y alcohol, la violencia tanto física como sexual frente a minorías, la desolación provocada por las distintas industrias alimenticias y de moda.

Son valores tan presentes en la idea de sociedad y por tanto, comunidad que no se olvidan con el paso del tiempo. Por el contrario, se asientan en tu personalidad y la van moldeando para aceptar al resto y no aguantar mierda de nadie.

Y ese es uno de los puntos problemáticos para la gente que no está acostumbrada a la escena surgida del punk en general. La agresividad. Es una violencia que emerge de la rabia contra la opresión, independiente de sus raíces. Parafraseando a Deleuze y a Tiqqun, el nuevo mundo se crea en aislamiento a los vestigios de la historia, formando relaciones fuera de los paradigmas establecidos.

Uno no comienza a cultivar donde ya hay plantas creciendo. Comienzas a talar todo lo que hay en ese lugar, quemas los vestigios restantes y comienzas desde cero. Tiqqun tiene un libro titulado Llamamiento y otros fogonazos, el primer texto lleva por nombre La guerra apenas ha comenzado (Et La Guerre Est a Peine Comencée), donde plantean que la forma de crear nuevas relaciones, sentimentalidades y afecciones es a través de las ruinas de la sociedad moderna.

La actitud positiva de Judge, Youth of Today, Chain of Strength y mis favoritos, Gorilla Biscuits era frente a las circunstancias de la vida que los rodeaba. Ser personas con la capacidad de influenciar su círculo cercano y por ende, las comunidades que habitaban. En cuanto al sonido, era un hardcore nieto de la agresividad de Black Flag con riff mucho más metálicos y roídos.

En la actualidad, Champions es una marca de moda, en los 90s era la ropa que usaban los atletas escolares y se podía comprar en los Líder, estaba en todas partes y eran mal vista. Antes que el movimiento ecológico propusiera la idea del reciclaje de ropa y comprar prendas de segunda mano, las bandas del Youth Crew ya estaban en la vanguardia de lo que serían las ideas de la revolución verde del siglo XX.

Muchas de las ideas que plantearon las bandas de hardcore y straight edge de esa época están ligadas a los postulados de filósofos reconocidos por la academia. Uno de los postulados más importantes de Deleuze y Guattari es el rizoma, un modelo en que la organización de los elementos que la componente no poseen una estructura jerárquica, sino que cualquiera puede tener influencias sobre los otros. ¿Suena como las tocatas de bandas hardcore idílicas, cierto? Porque es una idea natural, surge de las relaciones interpersonales que uno establece fuera de los lugares comunes que restrigen el movimiento y accionar. Cabe destacar que los rizomas en botánica pueden cumplir la función de raíz, tallo o rama; por lo que pueden desempeñarse en distintos roles dentro de la misma planta.

Para las bandas del Youth Crew la autodeterminación es uno de los valores más relevantes a la condición humana. No por nada ya en 1982 SSD tenía un disco titulado The Kids Will Have Their Say (1982). Aquella idea de ve contrapuesta con el surgimiento de la biopolítica, la idea de Michel Foucault en que la determinación de los cuerpos está dada a través de las instituciones que rigen la sociedad.

El hardcore es denso. Y la mayoría de los géneros que surgieron del punk tenían una carga importante de filosofía sin tener másters en la disciplina. Incluso los detestados crust plantean un existencialismo sutil en su facilidad para machetear y tomar alcohol.

La autodestrucción y negatividad, además de una actitud misógina que permeaba a las bandas de screamo y midwest emo me hizo salir de esos géneros por un tiempo. Como adolescente de 15 años, no tenían ningún interés en carretear ni salir a tomar después de clases, quería escuchar música y preparar hamburguesas de soya. Aunque a diferencia de mucha gente que llegó al straight edge para evadir problemas personales, yo no los tenía.

En mi familia no hay alcohólicos ni drogadictos, no era un tema que me tocara directamente. No obstante, si estaba en constante cercanía con ello. El lugar físico, la comunidad que habitaba los tenía; mis compañeros de colegio tenían papás que desaparecían durante días para tomar, hermanos adictos a la pasta base.

En esos años, era parte del centro de alumnos del colegio, estaba encargado de los eventos que se realizaban, y al ser un colegio de hombres, nos incentivaban a relacionarnos con colegios de mujeres. Y comienzas a escuchar a tus propios compañeros hablar a espaldas de las niñas, decir lo que les harían, a silbarles apenas se daban la vuelta y a intentar cambiar esas actitudes. Aunque la mayoría de las bandas de la escena estaban conformadas solo por hombres y las tocatas estaban plagadas por los mismos, el mensaje era bastante claro si uno se detenía a prestarle atención: Respeto, comunidad.

He visto gente inhalando pasta, jalando cocaína, tan ebrios al punto de perder la conciencia y quedarse tirados en las veredas. También a un montón de hombres (en ese entonces, adolescentes) intentando tocar mujeres, hacer comentarios asquerosos y de lleno siendo personas despreciables.

Me tocó ver y conocer mucha gente con valores cristianos, criados en casas con núcleos familiares estables y colegios católicos que ser perdieron durante la universidad. Como anécdota personal, eso le pasó a una pareja que tuve. Terminamos apenas comenzamos la universidad, ella quería carretear y tomar, yo no tenía interés en ello. Los valores de años escuchando a hombres gritando, los tomé en serio:

Armed, armed with a mind
I’m going to strengthen my action with thought
Make use of the gift that I got wand walk fearless because I’m armed with a mind
A weak offense when you step to this
Mind over matter is power over fists
I walk fearless because I’m armed with a mind.

Uno de mis discos favoritos del género es The Things We Carry (2006) de Have Heart. Repleto de riffs contundentes y una potencia que no decae a lo largo de los míseros 25 minutos de duración encapsula de forma excelente la idea de straight edge. Y uno moderno con pura sentimentalidad hardcore, hecho por el mero amor es Don’t Wait Up (2014) de Bane, es el último disco de la banda y el más conciso de su discografía, la agresividad de antaño sigue ahí pero con una sensibilidad que solo da la experiencia.

El otro disco que me dejó pegado durante mucho tiempo, esos que uno revisita constantemente es Promises Kept (2004) de Champion.

Para escuchar la versión Bane más vintage, recomiendo It All Comes Down To This (1999) suena demasiado comprimido, pero esa es una de las características del género, la falta de pulido una aproximación epistemológica más que estética a la música.

Y con respecto a discos vintage de hardcore en general, mis favoritos son The Age of Quarrel (1986) de Cro-Mags, Set It Off (1994) de Madball, Victim In Pain (1984) de Agnostic Front, Gorilla Biscuits (1988) de Gorilla Biscuits, Out of Step (1983) de Minor Threat. Puro hardcore, 100% rápido, agresivo y a la vena.

Comencé a fumar a los 19 y sigo escuchando a las mismas bandas. La actitud beligerante frente a la gente que le gusta carretear y jalar desapareció eso sí, mientras que los valores de unidad y respeto siguen siendo la base de mis relaciones con otra gente.

--

--