Algo
Ahora que mirarte a los ojos es más fácil, ahora que mostrarme sin capas de protección se vuelve urgente.
¿Ahora qué viene, corazón?
Ahora que estás en foco, que se que aunque camine no voy a encontrarte,
que esto que hay es todo lo que es.
Que puedo saltar muy alto
pero aún así no llego a alcanzarte.
Que no te alcanzo más.
La historia sin historia,
llena de ciudades que gritaron tu nombre más fuerte que el mío,
porque creeme siempre estuviste más arriba que yo.
Y con esto hago un mea culpa: nadie me ha maltratado tan fuerte como yo misma.
Ahora por fin lo impostergable no lleva tu cara, y tu personalidad idealizada me ha demostrado de frente lo que no sos.
Lo que no fuiste.
Es seguro que de vez en cuando alguna vieja esquina me recuerde el tono de tu voz, o tus desfachatadas ganas de hacerle el amor al mundo.
Pero también se que no podré volver a romperme como solía hacerlo: este rompecabezas se ha vuelto a armar y tomó otra forma que ni yo conozco.
No encuentro más palabras que pueda unir para darle un cierre a este invento.
Alguien me dijo que ardo cuando escribo desde el amor.
Quizás por esto mis ideas estén unidas con flechas.
Quizás hace rato no encuentro esa sensación divina, ese atropello de palabras que dicen y buscan gritar.
Tal vez hace tiempo que mastico esto que es algo, esto que una tarde fue, y que hoy sólo es eso que se diluye mientras no te miro: este algo cada vez menos parecido al amor.
