Dejo que las palabras vivan a través de mí

Anita
Poesía en español
2 min readJan 18, 2019

Tengo a la brisa nocturna como mi único confesor.

Le dije la razón por la que me siento bajo presión.

Cada palabra susurrada se ha ido sin rastro,

dejando un silencio demasiado denso en su lugar.

A veces el silencio es cruelmente rígido,

incoloro, mezclándose con la oscuridad;

en otras ocasiones es increíblemente ruidoso.

Un silencio ensordecedor, no se permiten tapones para los oídos,

aferrándose por toda mi piel como una sanguijuela,

chupando toda la sangre a su alcance.

El silencio que atormenta, el silencio que duele,

pero que también es leal, rara vez abandona;

se queda conmigo cuando mis ojos están cerrados,

permanece incluso cuando no se plantea ninguna amenaza

a la paz interior, a una tranquila satisfacción,

ninguno de los cuales está frecuentemente presente.

No es suficiente confesar a la brisa…

A veces actúa como inquisidora, a veces se lo toma como broma.

Mientras tanto, volveré a escribir.

Permitiré que las palabras sigan luchando

contra los demonios que generan la duda y la preocupación.

Ambos firmes participantes en mi historia actual.

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