Insomne
Otra vez,
sueños sin sentido invaden mi cabeza.
Insomne, alerta.
¿Qué quieres mente que no duermes?
El silencio de la noche responde.
Otra vez,
abro los ojos, lo escucho respirar.
La oscuridad satura,
pero la imagen es clara.
Lo veo dormir.
A través de sus párpados cerrados,
veo el infinito cielo azul que son sus ojos.
Casi quiero que despierte.
Le quiero hablar.
Acerco mi cuerpo al suyo.
Siento su piel.
Me abraza.
Otra vez,
siento pasar los minutos.
Eternos son los minutos,
cuando lo que quiero es dormir.
Eternos son los minutos,
cuando él duerme y yo no puedo.
Otra vez,
insomne, impaciente.
Me molesto.
Me doy vuelta.
Mi mente se ocupa tratando de recordar.
¿Qué soñaba?
Aunque no recuerdo el sueño,
recuerdo su falta de sentido.
Repienso.
Pero qué insólito es;
otra vez,
buscar conciencia en lo
que produce mi inconsciente.
Noche malograda,
acaba de terminar.
Ya quiero que despierte.
‘I can’t sleep’ — le digo, finalmente.
‘I love you’, en un susurro, me responde.
Su respiro me arrulla.
Me vuelvo a dormir.